Capítulo 5

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Sus ojos no se atrevieron a verme por mucho tiempo. Aunque aun dudo que fuese por vergüenza o culpa... Y hasta el momento sigo esperando una respuesta coherente acerca de sus acciones.

❝La extraña que estaba enfrente mio había sido la causante de todas y cada una de mis desgracias. Sin embargo lo único que veía en sus expresiones era monotonía, frialdad, como si secuestrar a alguien fuese lo más normal del mundo para ella. Probablemente lo es pensé en aquel momento, ay Dios, si hubiera sabido lo que se avecinaba.

❝Ninguno de los dos hablamos. Yo me encargaba de verla y de pensar en una manera como sonsacarle la información que había deseado saber desde el  momento en el que desperté. Ella, al contrario, miraba su alrededor y sobre todo mi ambiente. Supongo que lo hacia para prevenir cualquier “desgracia” que terminaría siendo, según yo, la solución a mis problemas en aquel momento. No era tan estúpido como para tratar de escaparme, en ese momento. Esto no era una película, era mi vida real. Debía ser muy cuidadoso y yo lo sabia, lo sabia de sobra. Por esa misma razón no trataría de escapar, lo evitaría a toda costa. Tal ves si lograba hallar una forma no tan peligrosa de hacerlo y el momento adecuado lo haría. Pero sabiendo como eran estos casos, sabia que no sería tan fácil como lo pintan las películas y novelas.

❝No se como, la mujer de cabello rojo y ojos azules se atrevió a verme a las ojos después de todo lo acontecido. Pero lo hizo. Me vio sin remordimiento y sin afectarse y sin dejar su careta de póquer de lado. Todo me pareció más molesto que antes. Al fin del caso, la extraña anterior era amable y buena conmigo. Sin embargo la mujer que tenía enfrente parecía ser una bruja.

❝No esperé a que ella hablara, no deje de verla. Ella sería la primera en conocer a Harry. Al verdadero Harry Styles. Antes que ella pudiera procesar todo me paré, ella tendría que explicarme todo. O eso era lo que yo esperaba.

— Vaya, vaya, al fin nos volvemos a ver. — fui el primero en romper el tan tenso y largo silencio que habíamos sostenido.

— Ay, niñito. Sientate. — ordenó con burla en sus ojos brillantes.

— No lo creo cariño. Tienes mucho que explicar. — dije con altivez, acercándome a ella sin dudar.

— N-no tengo nada que decir. — tartamudeó y pude darme cuenta que había conseguido sorprenderla,  hasta asustarla.

— Claro que sí. Y por lo visto también tienes mucho que aprender. — susurré confiado. Sabia como tratar con esta clase de personas. Ser un hombre de negocios te hace mucho mas capaz de lo que crees.

❝La miré un segundo, comprobando lo bonita que era. Su cabello rojo, casi naranja que se notaba que era natural, estaba suelto en ondas suaves. Sus ojos eran brillantes, grandes y azules. Era imposible no verla. Su blanca tez y labios rosa le daban un toque femenino. Su delgada figura y porte le daban elegancia. Y su voz decidida le daban carácter... Pero ninguno de sus atributos llamó mi atención del todo. Era una chica hermosa, pero no mi tipo de chica hermosa.

— Sientate, tenemos que hablar. — ordené Volviéndome a sentar y mirando hacia la ventana como lo hacia antes.

— Mira niño, yo no he venido a hacer vida social. Vine a ver si ya habías terminado de arreglarte. — contestó molesta.

— Esto que hablaremos será todo menos una plática social. Lo único que quiero saber es salir de este maldito lugar y volver a mi vida normal. — grité alterado, cansado de no saber en donde estaba ni el porqué de mi secuestro.

— Eso no se va a poder, querido. — respondió con un tono de voz irritado.

— Mira, no me importa quien eres o que quieres de mí, solo se que no te conviene tenerme aquí encerrado. — amenacé, sabiendo perfectamente que papá no tardaría en empezar a buscarme.

Stockholm Syndrome |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora