Stockholm Syndrome |h.s|

Capitulo 1

— Las pesadillas me atormentan. Cada ves que trato de dormir aparece de nuevo en mis sueños.

— Es obvio joven Styles, usted a sufrido un gran trauma. Lo que aun no entiendo es el motivo de su presencia. — responde el viejo Dr. Brooklyn, mi psicólogo.

— Simple, el detective Smith no me dejara en paz hasta que no tome un tratamiento con un loquero. — digo encogiendome de hombros. Brooklyn niega con la cabeza exasperado e irritado.

— ¿Porque no simplemente dice la verdad y se ahorra dinero y tiempo? — aconseja.

— Porque la he dicho antes y Smith se niega a creerme. — replico.

— ¡¿Sera porque has dicho una locura, muchacho?! — grita exaltado.

— He dicho lo que se.

— Has dicho que todo a sido un mal entendido. Que en realidad jamas fuistes secuestrado, que todo lo que apunta a que fuiste secuestrado es una mera coincidencia. El problema con tu teoría fue que jamas pudiste declar que hiciste, donde estuviste, o con quien exactamente pasaste esos días. Harry, hijo, seamos sinceros, alguien te ha secuestrado. Lo que no entiendo es porque no simplemente dices la verdad. No, mi verdadera duda radica en saber porque defiendes a tu agresor. — frunce el ceño mientras se levanta de su silla giratoria y da vueltas.

— Nada de eso saldrá de mi boca. Soy una tumba.

— Harry, tengo algo llamado ética profesional. Nada de lo que hablemos sera divulgado. El solo hecho de ser psicólogo hace que no pueda declarar. Todo lo que diga no tiene ningún significado en un juicio al menos que lo haga como ciudadano. — declara de la nada. Como si mi problema fuera el no querer hablar por miedo a que esto salga de este consultorio.

— Suponía eso. — contesto sin aparente interés.

— ¡Dios! Te echaría de este lugar si tu caso no me tuviera tan intrigado. — exclama exasperado.

— Podemos terminar con su agonía, Brooklyn. Deme un certificado que me quite de encima a Smith. — propongo con una sonrisa sínica.

— De ninguna manera. — susurra ausente, perdido en su mente. De repente y sin esperarlo dice, — Habla muchacho. Habla y dime toda la verdad, y prometo darte ese certificado. — habla tan vehemente que se que dice la verdad.

— ¿Que le haría pensar que le diré la verdad a cambio de su palabra? De ninguna manera. — respondo mirando a la nada. De todas maneras no me puedo confiar en nadie. En nadie.

— Mira, muchacho, piensa, razona y luego hablamos. Ven mañana con la mente fría y decidirás entonces que hacer. — vuelve a insistir.

— No lo se Brooklyn. No quiero perder más mi tiempo. — rasco la parte de atrás de mi cuello mientras maduro la idea en mi mente.

— Vamos Styles, ambos sabemos que no tienes nada mas importante que hacer.

Esta ves debo darle la razón a Brooklyn.

— Esta bien. Mañana estaré aquí. — respondo no del todo convencido. El viejo se muestra contento por mi respuesta y me sonrie feliz de la vida.

— Entonces nos vemos, joven Styles. — dice anotando en su agenda que mañana a la misma hora nos veremos aquí.

Una ves me he quitado de encima la única obligación que tenia hoy, camino por el pasillo de la clínica en la que estoy. Hay muchos consultorios de loqueros, dentistas, dermatólogos... Un consultorio llama mi atención. Es una ginecóloga. Dejo que mi mente fantasee en el día en el que por fin mi niña y yo podamos tener un bebe.
Mi niña.