Muerte de la hermana menor de Amélie.
El sol comenzaba a salir una mañana de Shingashina, la joven y dotada pelirroja habitaba a correr todos los días cuando la luna caía y el día comenzaba. Dejaba a su hermana menor en casa junto a sus tíos y su prima Kenzie, quién la solía cuidar un par de horas cuando la mayor necesitaba salir de la muralla y desarrollar las expediciones bajo la capa de Misterio.Ambas hermanas sufrían terriblemente la desaparición de su padre y el abandono sin razón de su madre. Pero se tenían la una a la otra. Un amor mutuo e inquebrantable. No eran de mencionarse en palabras cuánto se amaban, pero eran conscientes del hecho. Pues no existía un mundo en el cual se imaginarán separadas. Por lo que crecieron juntas, pese a la diferencia de edad.
Esa misma mañana del conocido año 845, las personas mantenían un día normal sin tener idea de lo que sucedería. Mientras tanto Amélie y Jack, dos jóvenes sonrientes daban vueltas por todo el mercado de Shingashina.
— Ya te lo he dicho, el té negro es para la gente totalmente oscura, malvada, amargada y triste. — hablaba entre risas el del cabello grisáceo mientras su pecho se inflaba con el aire que entraba rápidamente a sus pulmones, estaba totalmente agitado, pues la mayor lo obligaba a hacer carreras y correr hasta el puesto de té, dónde Amelie compraba. — solo falta que tomes té verde, y me vas a terminar de decepcionar de la anciana alma caminante que eres. Abuela te comenzaré a llamar.
— Oye, el té verde en delicioso. ¿Qué ocurre contigo? — decía entre risas mientras recuperaba el aliento. — nuevamente me ganas corriendo, esto es injusto.
— Es que eres demasiado lenta para mí velocidad. — dijo el joven mientras avanzaba hasta llegar a las espaldas de Amelie, tomando sus hombros para masajear estos con suavidad. — Volteate, quiero besarte. — susurró en su oído mientras colocaba ahora sus manos en la cintura de la más baja.
La muchacha pelirroja se volteó hacia su cercanía, para poder rodear el cuello del mayor con sus brazos y acercar su rostro al suyo, y así poder besarlo con suavidad. Moviendo sus labios sobre los suyos, mientras trataba de acercar más sus cuerpos, con intensidad.
Jackson y Amelie eran dos jóvenes sonrientes jugando a ser pareja, y a creer que estaban enamorados. Cuando claramente ninguno de los dos lo estaba verdaderamente. Solo eran niños experimentando en el amor. Creyendo que era una nube de color rosado y nunca llovería ni sería capaz de esfumarse. Una total mentira. Sin embargo, en ese entonces, ambos chicos, sin ser pareja oficial ni llamarse de tal manera, mantenían aquel vínculo afectivo que todos los vecinos de Shingashina conocían y adoraban.
Aunque entre ellos existían muchos secretos. Cómo el hecho de ser Misterio, y que por eso, la pelirroja solía desaparecer de la faz de la tierra de a momentos. Cosa que fastidiaba completamente al mayor, ya que nunca compartía lo que hacía en esos momentos. Mientras tanto, él ocultaba el profundo asco que tenía su familia con respecto a Amelie, por el hecho que su familia no era la más amada por algunos pocos. Los Giordanno eran fieles amantes y seguidores de la corona, por lo que, cuando Lucia, madre de Amelie, acusó a la corona por asesinar a su esposo, hicieron una cruz en todo el apellido Ballard.
ESTÁS LEYENDO
Angel De Mi Muerte - Levi Ackerman
ActionHe tomado este diario como mi último acceso. Como una evidencia de que alguna vez existí. Sin embargo, ahora mismo estoy al borde de mi muerte, pues un titan comió mi pierna izquierda y no paro de sangrar. Pero tengo algo que contar, mil veces más...