Capítulo 6. Amor verdadero

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2 años después

El amor es posible y real, aun cuando han pasado los años, viviendo dentro de una mentira que todavía no tenía una justificación razonable, pasaron tanto tiempo tratando de descubrir si lo que estaba haciendo era correcto, pero lo había hecho y ahora no podía arrepentirse y volver a arruinar la vida de los demás.

Lo que sentían era amor verdadero, pensó en él todo el tiempo, por eso, tomo la decisión de dejarlo libre, aunque a los demás les haya parecido una verdadera estupidez, él simplemente pensó en su bienestar, en la hermosa vida que no podía arruinar, en su sonrisa que no podía ser apagada para siempre.

Lo que ignoraba era que él era la causa de sus sonrisas y desde ese momento ya nada volvería a ser como antes, su cabeza reflexionaría todos los días intentando encontrar el error que cometió para que lo más hermoso que ha tenido se haya desvanecido sin una oportunidad de recuperarlo.

Fueron dos largos años, pero ninguno de los dos había conseguido olvidarse, Win estuvo encerrado en su departamento por varios meses, llorando y recordando al amor de su vida por cada rincón, preguntándose mil veces que era lo que había hecho mal, pero nadie le contestaba y ese eco que se formaba en su departamento solo rompía más su alma.

Bright no había tenido tanta suerte, durante esos dos años no había salido de su oficina, pasaba viendo la única fotografía que tenía de Win, esa que lo hacía sentirse cerca de él, la que le regalo en su primera cita acompañada de una hermosa frase donde le declaraba su amor.

Se sentía completamente miserable, recordar las lágrimas caer de sus ojos, eran miles de espinas dentro de su corazón, todos los días lloraba rogando perdón mientras mirada las conversaciones en el teléfono que tenían cuando estaban separados por el trabajo, todo había sido por su bien, pero ahora se interrogaba si esa había sido una buena decisión.

Tenían que continuar con su vida, aunque sus corazones estuvieran rotos, aunque todos sus sentimientos se habían desvanecido, aunque sus ganas de vivir hubieran disminuido, debían continuar.

—Anda Win — suplico con la mirada ya por tercera vez.

—Ya te dije que no tengo ganas de ir — respondió con un tono cansado mientras dejaba uno de los vasos sobre el mostrador.

—Mira, has estado durante mucho tiempo lejos de las fiestas, acompañarme, no creo que te haga mal — pidió nuevamente tomando sus manos — Por favor.

Win comenzó a reír en voz baja mientras su amigo suplicaba nuevamente con los ojos entre cerrados, no había salido a festejar desde que Bright termino con su relación, así que no veía mala la idea de irse junto a su amigo por esa tarde, después de todo debía volver al chico que era antes que todo eso ocurriera.

—Está bien, te acompañaré, pero solo por esta vez — apuntó con el dedo en forma de amenaza.

Krist asintió en repetidas ocasiones mientras sonreía emocionado, quería salir un momento junto a él, aunque sabía perfectamente que iban hacer en el bar. Desde hace un tiempo había conocido a Singto, el mejor amigo de Bright, comenzaron a hablar un poco y aparte de las cosas que tenían en común, ambos querían que sus amigos se reconciliaran.

Singto le explico los motivos por los cuales Bright tuvo que tomar esa decisión y aunque no lo justificara del todo, entendía que lo único que quiso fue alejarlo de esa vida en donde solo encontraría peligro, pero de todas maneras Bright sabría como cuidarlo y era mejor que estuvieran juntos para tratar de encontrar una solución a que estuvieran separados con el corazón roto sin ni siquiera intentar sanarlo.

Lazos de sangre│BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora