[Despertando] [Luckity]

Capitulo VI

Luzu

Habían pasado varios días desde que había despertado, era increíble como en el transcurso de estos Vegetta había despertado y Staxx estaba pasando los días con su hijo mientras recuperaba la movilidad en su cuerpo.

Era algo complicado, más cuando Willy parecía no comprender nada de los que hablaban todos los demás.

Se sentía extraño era realmente confuso, tenía una mezcla de recuerdos en su mente, entre lo sucedido en sus sueños y lo que realmente vivía. Karmaland fue un realmente lindo pueblo, pero el no vivía ahí, parecía que realmente el venía de Tortillaland, un pueblo no tan lejano, del cual se había ido hace unos años. Resulta que de igual manera tenía un niño con una linda mujer llamada Lana. Con la cuál no tuvo un matrimonio completo y al final tuvieron contradicciones en su relación y terminaron en buenos términos, ahora comparten la custodia del niño cuyo nombre era Oli, o así le llamaban de cariño. Más los últimos meses Lana tuvo que cuidar casi completamente al niño, agradecía a Willy quien se ofreció a cuidarlo en su nombre para no terminar en problemas legales.

— ¿Que tanto piensas Luzu?

Desvió la mirada de su taza de té, Vegetta estaba frente a el mientras leía un libro, el cual parecía de algo de psicología o cuidado de la mente. Tal vez se lo pediría al rato, nesecitaba tranquilizar su cabeza.

— Cosas... Aún no me acostumbro de lo que pasó.

Se detuvo unos segundos y antes de que el pelinegro le contestará volvió a apresurar su habladuría.

— ¿Que paso después de que desperté?

Dejo las cosas de lado acomodándose con cuidado en la esquina de la camilla para estar más cerca del contrario quien se mantenía aún acostado sin mucho movimiento. Este último lo miro extrañado como si esperará que especificará más lo que quería saber.

— Ya sabes, allá, en Karmaland ¿Que paso cuando yo me fui?

Sonrió levemente cerrando su libro, bajo sus lentes con los que había estado manteniendo su lectura y dirigió su dulce mirada de mayor al castaño.

— Eso ya no importa Luzu, simplemente ya pasó.

Negó, tal vez habia pasado, ni siquiera había existido, pero quería saber, una parte de el sentía que no fue solo un sueño.

— Quiero saberlo ¿Que sucedió?

El pelinegro suspiro, parecía no querer hablar de ello, su mente estaba borrosa, cómo si el recuerdo fuera lo más espeluznante que pudo haber vivido.

— La muerte de Quackity fue como una plaga, una vez tu moriste todos lo fueron siguiendo, empezaban a enfermar y no podíamos reanimarlos. Todos murieron hasta que solo quede yo y el viejo Merlon.

— ¿El pueblo también?

Asintió, un escalofrío recorrió su espalda, Vegetta estuvo viendo en un mundo muerto. El hombre siempre había sido cómo un dios, un hombre inalcanzable pero solitario, cuyo destino parecía ser la soledad. Si bien era alguien que desprendía amabilidad y cariño, parecía que este nunca era hacía el, que el mundo tenía una contradicción en qué el amante del morado fuera realmente feliz.

— ¿Si los demás murieron... También existen?

Vegeta lo miro incrédulo, lo pensó durante los minutos y sonrió, era una sonrisa diferente a las usuales, la cuál se terminó borrando.

— Te iba decir que si... Pero Willy también estuvo ahí y el no recuerda nada, ni siquiera estuvo en coma.

En eso tenía razón, ese había sido uno de los problemas desde que despertaron, pues el adulto de ojos cerrados simplemente mantenía silencio mientras escuchaba las maravillosas aventuras que habían pasado los demás desde que cayeron en coma.

— Pero Willy existe.

Esas fueron las únicas palabras que cerraron la conversación, era la pequeña llama de esperanza, encontrarían a sus amigos, a sus amores.

Ahora el problema era ¿Por dónde comenzarían?

...

— Gracias Lana, lamento todo lo que tuviste que esperar.

Sonrió avergonzado mientras cargaba al bebé en sus brazos, Olí están despierto y ya llevaba un buen rato babeando la sudadera del castaño.

Había podido salir del hospital, si bien Willy lo seguía para cuidar que no le pasará nada, le había dado un rato para encontrarse de nuevo con su ex esposa y su hijo.

— Me alegro que estes mejor Luzu, me asusté cuando me dijeron lo que pasó.

Murmuró la mujer acariciando con cariño la mejilla del hombre quien solo se dedicó a sonreír, si bien ellos ya no eran nada aun tenían una buena relación como amigos.

— Juro pagarlo todo, si quedamos en un buen trato puedo tomar el mes siguiente completo con el niño. De todos modos pienso salir, debo hacer algo antes de re-hacer mi vida.

La mujer sonrió, negó levemente mientras dirigía ls mirada al niño quien solo meneo sus manos un par de veces mientras el castaño lo sostenía.

— Ya tendrás tiempo, ve a hacer lo que nesecitas, yo puedo con Olí unos meses más. Además Willy me ha ayudado, puedo yo sola un rato.

Asintió dejando un beso en la frente del niño susurrando unas palabras de cariño en su oído para finalmente entregarlo a su madre.

— Juro volver lo más pronto posible.

Con ello Luzu se retiró para ir a buscar a Willy que seguramente estaba por ahí comiendo o jugando con algo.

Más se detuvo al chocar con alguien, era un joven de cabello castaño y ojos oscuros, además de un mechón de color anaranjado además que tenía algunas manchas en la piel del mismo tono.

Lo conocía era Auron, estuvo en una época de sus sueños.

Le llegó a gustar, hasta que esté de alguna manera lo traicionó y para cuando "renacieron" el ya no estaba ahí, en su lugar estaba Quackity, que de alguna manera termino igual que el.

— Lo siento no lo ví.

Murmuró el otro chico quien levantó del suelo algunos papeles que se había caído. Sonrió levemente pasando su brazo por su cabello.

Este estuvo a nada de irse pero lo detuvo, lo tomo del brazo dándole una vuelta para darle un abrazo, quisiera o no, Auron realmente fue especial para el.

— Lo siento... Se que no me conoces, pero lo lamento.

El chico no dijo nada, espero a que lo soltará y simplemente le sonrió.

— Eres raro, búscame la próxima vez que vengas amm...

— Luzu, soy Luzu.

Murmuró mirándole, extendió la mano para tomar la del contrario quien acepto alegremente sin quejarse.

— Auron, aunque parece que me conoces.

Conocerlo realmente era diferente, era más especial.