⋆⁺˖⸙̭❛◌*̥₊AMORTÓMETRO - WOLFINGTON

013

Abrazar

Silencio, oscuridad. Esa era la forma de describir la guarida de los famosos ex ladrones de la ciudad.

Aquella noche, habían invitado a la gobernadora a jugar a las cartas, cenar una deliciosa pizza y ver televisión todos juntos.

El grupo entero se la había pasado excelente, pero había oscurecido y la zorra ojiverde había tenido que quedarse a dormir en su hogar.

Lobo ofreció amablemente su cama, diciendo que el dormiría aquella noche en el sofá para no incomodarla.

Toda esa paz, tranquilidad y silencio fueron interrumpidos por un destello, una iluminación rápida y un ruido atronador y feroz para cierto mamífero.

El lobo, ahora sin camisa, dormía en el sofá con tranquilidad, pero ese trueno lo hizo despertarse del susto y del miedo. Sus ojos se abrieron con rapidez y su respiración se agitó. Se abrazó así mismo mientras intentaba tranquilizarse.

Nunca le había dicho a nadie que las noches donde había tormenta él las pasaba bastante mal. A Lobo le daban miedo los truenos, pues sus oídos eran hiper sensibles para aquel ruido tan estruendoso.

Nuevamente otro trueno se sintió y el volvió a saltar del sofá. Decidió sentarse y rascar su cuello.

—¿Lobo?—Una voz femenina se oyó, nuevamente sobresaltado al de ojos marrones.—¿Estás bien?

—Diane—Rápidamente distinguió su silueta en la oscuridad. Llevaba una camisa manga corta y unos shorts bastante viejos.—¿Qué haces despierta?

—La tormenta me despertó y y decidí venir a buscar agua.—Mostró su vaso transparente, amaba tener tanta confianza como para poder hacer lo que deseara en aquella guarida, el equipo de ex ladrones la habían acogido bastante bien.

—Oh, ya veo.—Dijo el mamífero.

—Te escuché algo asustado, ¿está todo en orden?—La vulpina se sentó a su lado en en sofá.

—Pff, ¿por qué algo estaría ma-?—Nuevamente un trueno interrumpió su conversación y un grito se oyó por parte del macho.

—¿Te asustan las tormentas?

—¡Claro que no!—Gritó exaltado el ex delincuente.

—Por eso es que no te gusta salir con la lluvia, ¡ahora tiene sentido!—Exclamó la zorra, entendiendo todas aquellas veces que ella lo invitaba a salir y él no quiso.

—¿No es muy temprano como para hacer preguntas? Deberíamos tratar de dormir.—Lobo intentó cambiar de tema rápidamente.

—Oye, no tienes que fingir. . . No me voy a burlar.—Dejó su vaso de lado y se mostró émpatica.

El macho le dio la espalda en silencio mientras miraba el piso. Luego de unos momentos así, suspiró y asintió derrotado.

—Sí, está bien, tienes razón. . . Le temo a los truenos y a las tormentas. —Habló cabizbajo.—¡P-pero no les digas a los chicos! Nadie lo sabe excepto tú y yo.

—Mis labios están sellados.—Fingió cerrar un cierre de su boca y alzó ambas manos, inocente.

Nuevamente una descarga natural eléctrica de produjo, sobresaltando al lobo asustadizo.
Cerró fuertemente sus ojos por un momento y se aferró a lo más cerca que tenía. El pobre no sabía que eso era la gobernadora en persona.
Levantó su mirada torpemente y se separó con rapidez, nervioso.

—¡Perdona, perdona! No quise hacer eso, perdón.—Intentó aclarar su garganta mientras desviaba su mirada. —U-uhm. . .¿En qué estábamos?—Quería retomar su conversación pasada.

Sus ojos se abrieron de la sorpresa cuando la ojiverde lo jaló y lo abrazó, manteniendolo contra su cuerpo y brindándole calor.

—Tranquilo, lobito, aquí estoy.—Acarició su espalda descubierta, cosa que a Lobo lo tensó aún más, pero no hubo quejas.
Correspondió su abrazo y se quedaron ambos en silencio, sintiendo el calor y cariño del otro.

Lobo se sentía más tranquilo, más a gusto y cuidado. No se quiso separar en ningún ningún de la gobernadora, ni ella de él.

—Gracias. . .—Murmuró el lobo feroz en su hombro anaranjado, comenzando a quedar torpemente dormido y acurrucado en la ojiverde.

[. . .]

—Uh. . . ¿Deberíamos despertarlos?—A la mañana siguiente, el Señor Serpiente preguntó entre susurros a sus colegas, quienes miraban en grupo como la vulpina y el lobo dormían en el sofá abrazados.

—Nah, dejemoslos un rato más.—Tiburón sonrió y se cruzó de brazos.—El efecto Clooney es efectivo para ambos.

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basado en el headcanon de vainilla-sparcake !!