CAPITULO 11

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Danny


-SAL DE MI MENTE, IDIOTAA!!- grité mientras lo golpeaba con una almohada en toda su cara, haciendo que se bajara de la cama.


-Perdón, perdón, solo quería saber si recordabas lo de anoche- dijo mientras protegía su cara de mis golpes


-Mentira, lo supiste en cuanto no viste reacción alguna de mi parte, solo lo haces para molestarme- intenté patearlo pero por obvias razones fallé, el maldito tenia unos reflejos tremendos, eso sumado a la velocidad para nada humana con la que huyó al extremo de la habitación, me hizo recordar el ser sobrenatural que es.


- Buen punto, no tengo nada que decir para cubrir la mentira, pero en mi defensa estoy nervioso desde anoche- y su rostro rojo me dio a entender que no mentía, contagiándome de su maldito sonrojo así que solo atine a aventarle la almohada en la cara.


-No vuelvas a leer mi mente sin mi permiso o juro que voy a atravesar una estaca en tu corazón mientras duermes, si es que lo haces. En este punto no recuerdo lo que haces o no haces y de pensarlo hace que me duela la cabeza- me senté en la cama aun con las imágenes de la noche anterior pasándome por la cabeza.


Minutos pasaron en absoluto silencio, ninguno se atrevía a levantar la vista del suelo, eso pareció lo más interesante hasta que un ruido vino desde abajo, en ese momento recordé que no conocía el lugar donde estaba, solo sabía que estaba en su casa pero eso no me decía nada, me gire para verlo de frente y preguntar donde estaba exactamente, pero lo que vi no me gustó. Dylan tenía los ojos fijos en la puerta, su ceño fruncido y sus manos hechas puños al punto en que sus nudillos estaban casi blancos y eso ya era mucho por el color de su piel, apretó tanto la mandíbula que sentí el dolor de sus dientes rechinar y crujir.


Y eso bastó para asustarme..


Lo que sea que provoco el ruido y hacer que Dylan tuviera esa reacción no debía ser bueno, caminé hacia él con algo de preocupación, mi corazón más acelerado por cada paso que daba. Finalmente me decidí a tocarle el hombro y darle un ligero apretón, no hicieron falta las palabras para que entendiera la situación, eso o que el idiota todavía estaba en mi mente pero decidí no pensar en eso ahora, Dylan se relajo y me intentó sonreír para tranquilizarme pero la mueca que salio de su rostro solo aumentaba mi preocupación.

-¿Me prometes que confiaras en mi?- dijo finalmente al mismo tiempo que agarraba mi mano y entrelazaba nuestros dedos.


-N-no lo se, no me puedes pedir que confié en ti cuando apenas te conozco- Mierda, me agarró con la guardia baja, no me esperaba eso.


-Alguien quiere hablar contigo, pero antes necesito que me digas que confias en mi- lo dijo en un tono tan suplicante que solo atine a asentir con un rubor por nuestras manos que aun estaban juntas.


Abrió la puerta y me jaló más cerca de él, caminamos fuera de la habitación y observe el recorrido en silencio. A lo largo del pasillo se veían marcos de fotos que estaban vacíos, me pregunté la razón de ello pero no dije nada, llegamos a las escaleras y bajamos, hasta ahora se veía que era una linda casa de madera, una que se acercaba mucho a la casa que siempre quise y eso por alguna extraña razón hizo que mi corazón se sintiera cálido.


Llegamos al primer piso y sentí que el agarre se hizo más fuerte, pero no lo suficiente como para lastimarme; vi la sala, el comedor, las ventanas que daban hacia el patio de afuera. Pero lo que más me impresionó es que había nieve, LITERALMENTE había nieve cayendo fuera de la casa, por reflejo me detuve a ver y preguntarme la razón de aquello, si no me equivocaba donde vivía no nevaba. Dylan pareció darse cuenta de mi confusión y me regaló una sonrisa que parecía ser de nostalgia.


-Las estaciones se detuvieron cuando ya no regresaste, todos los días hay nieve- y volvió a jalarme para retomar camino hacia donde supuse que era la cocina


Sin duda lo que dijo me dejó aun mas confundido que antes, ¿cómo es posible que solo haya una estación?, y más si dice que fue por mi, supongo que tiene una explicación tan lógica como la existencia misma de Dylan, no me atrevía a cuestionar razones coherentes, al menos no en este punto exacto donde se sobre la existencia de "los vampiros".Llegamos a una puerta y sentí a Dylan tensarse, su mano aún agarraba la mía mientras que la otra estaba en la manija de la puerta, apreté su mano en un intento de apoyo, se giró hacia mi jalandome un poco más cerca, sus manos viajaron hasta mis mejillas que estaba rojas por el acercamiento repentino, acunó mi rostro y cerrando mis ojos por inercia ,finalmente me besó.


El besó duró pocos segundos, pero aun cuando se quitó, la sensación de sus labios seguían sobre mi frente, me miró y sonrió. Se veía preocupado así que oyendo un suspiro de su parte finalmente abrió la puerta.Lo primero que vi fue a una persona atascándose con una ¿Sándwich?, giré mi cabeza extrañado, realmente esperaba algo que me diera miedo, pero el chico que teníamos frente a nosotros estaba realmente ocupado tratando de pasar el pedazo de Sándwich que seguía en su boca, de la nada empezó a toser en cuanto me vio, boqueo un par de veces agarrándose la garganta, SE ESTABA AHOGANDO CON EL SÁNDWICH, solté la mano de Dylan para abrir el refrigerador y sacar una soda que era lo único que había, se la di en cuanto la abrí pero parecía no funcionar,no vi otra solución y lo gire para golpear su espalda, espantado por la situación di un ultimo golpe más fuerte que los anteriores y el pedazo salió directamente al lavabo.


Respiraba nuevamente y tosía con un alivio que me provoco una risa pequeña, después de que bebió un poco de la soda volteó a verme, automáticamente borré mi sonrisa.


-DANNYYYY, me salvaste la vida de nuevo, ven aquí que te he extrañado tanto- y se fue contra mi,su rostro tenía una gran sonrisa y cuando me di cuente no tocaba el piso, me estaba cargando y sacudiéndome al mismo tiempo que restregaba su cara en mi pecho,extrañamente me recordó a un cachorro cuando ve a su dueño llegar al hogar.


Me empecé a incomodar porque no me soltaba, eso y que me estaba dejando sin aire. Me removí dándole a entender que ya era suficiente y afortunadamente entendió el mensaje, toqué el piso nuevamente, aun tenia sus brazos alrededor pero solo estaban ahí, sin ejercer fuerza lo cual se me hizo extraño pero no dije nada al respecto, no le había tomado importancia pero una vez teniéndolo cerca note sus facciones.


Maldita sea, esto ya parecía novela de wattpad, primero Dylan el vampiro sensual y ahora este sujeto que no estaba para nada mal, lo digo en serio.Tenia unos ojos verdes preciosos, su sonrisa era digna de aparecer en un comercial de colgate, tenia tez blanca que contrarrestaba con su cabello un poco largo y negro con unas ondas que la verdad me daban envidia, su cabello amarrado solo hacia relucir sus pómulos pronunciados y a la vez una pequeña cicatriz en la mejilla izquierda.





NOTA:

Me quedé sin interne una semana,estuve detrás de la compañía hasta que por fin lo arreglaron y todavía se me olvidó que tenia que subir el capítulo jsjsjsj.

muak


SABOR A TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora