Promesas

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En esos momentos, muchas cosas pasaban por su cabeza, como también por su cuerpo.

Pensamientos y más pensamientos le atormentaban, no entendiendo del por qué de estos, mucho menos del cómo.

Su cabeza, intentando estar lúcida en medio de un celo, trataba de esclarecer todo aquella situación.

Con rapidez, comenzó a revivir el primer momento que le vió. Este estaba herido, llevaba un uniforme militar cualquiera y lo más importante es que no hablaba.

Silencio que con el paso del tiempo había descubierto era inducido por terceros. Aunque de todas formas, cuando comenzó a hablar decidió mantenerse de la misma forma.

En silencio.

¿Cuánto había callado?

Su mente y cuerpo se encontraban en una completa pugna de emociones.

Su mente intentando dilucidar todo lo que sucedía y los planes que tendría el alfa en todo esto. Y su lobo... Su lobo también vivía una disputa que solo le causaba más cansancio.

Es que cuando le vio, de inmediato le reconoció. Sin saber mucho de él, supo que este alfa había sido el catalizador para que su lobo despertara a lo que era ahora.

Y por esto, cuando le vio allí, casi que salvándolo chilló complacido por el tiempo de no verle y que apareciere así.

Y lo extrañaba, lo extrañaba tanto que dolía ¿Pero ahora? Ahora dolía aún más, porque se sentía menospreciado por la única persona que esperaba el mundo a través de sus ojos.

Era contradictorio, porque una parte deseaba que eso no le importase y lanzarse nuevamente a los brazos del alfa, no importándole si este lo apartaba nuevamente, ya que creía que estaba acostumbrado a los golpes...

Pero por otra parte, no podía. Simplemente no podía verlo de pie allí, en aquella habitación donde le habían enseñado tanto y a su vez destrozado, no podía verlo allí vestido de aquel uniforme y como su hombro y pecho parecía un cielo estrellado. No podía recibir un golpe más de aquellas manos que habían jurado nunca hacerle daño.

Con plata o sin ella...

"Jungkook" el alfa volvió a hablar, acercándose lentamente al omega que aún permanecía sentado en el suelo, solo que más lejos de él.

Y Taehyung respetó su silencio por largos minutos.

El sabía todo lo que ocurría en aquellos lugares y haberlo visto de esa forma con un alfa que tenía que tomarlo hizo que su vientre se retorciera.

Estuvo a punto de matarlo.

Pero Jungkook tenía que entender.

Taehyung rogaba que este entendiera que tenía que hacerlo de esa forma.

Con el paso de unos largos minutos, el alfa se sentó frente al omega que a esta altura tenía su espalda pegada en la pared de aquella habitación abrazando sus rodillas y con sus mejillas aún rojas por el llanto.

Aunque ya no lloraba. El pequeño recorrido de lágrimas que pintaban sus delgadas mejillas eran un pequeño indicio de que lo había hecho.

Taehyung se quedó en silencio, intentando con su aroma calmar y a su vez encontrar al del omega que le ignoraba.

Un omega en celo ignorando a un alfa... ¿Qué tanto daño le había hecho?

El alfa solo se dedicó a mirarle mientras este guardaba completo silencio. Claramente no era el omega que había conocido. Su piel blanca ya no brillaba como antes al igual que sus ojos, su extrema delgadez, su pelo corto y opaco, sus uñas sucias y sus manos agrietadas y ásperas a simple vista.

El paciente Kim | Taekook | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora