Capitulo Tres

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Sakura entró nuevamente donde se desarrollaba la fiesta buscando al pelirrojo. Pero no lo veía por ninguna parte. Decidió buscarlo en el segundo piso donde seguramente estaba con una de sus conquistas.

Tomó su teléfono. Probablemente a esta hora las líneas no estarían tan congestionadas. Marco el teléfono del pelirrojo, pero no contestaba.

- Perfecto - dijo al aire mientras bajaba las escaleras - * Ese idiota debe estar revolcándose con una de esas estupidas. Mejor intentaré tomar un taxi * - Pensó mientras salía de la mansión.

Los guardias tampoco estaban. Ella salió hasta la calle esperando un taxi que no aparecía. De repente un auto. Un mustang viejo paro frente a ella.

- Te llevó princesa - dijo Sasuke.

- Sasuke ... -

- Vamos. Se hará más tarde y es peligroso que estes sola aquí afuera - dijo saliendo del auto.

- Yo .. - dijo dudando.

- No te preocupes no muerdo. A menos que quieras - dijo soltando una carcajada cuado ella se sonrojó como un tomate - Solo bromeaba. Mi madre me enseñó a respetar a las señoritas y ser un caballero -

- De acuerdo. Te lo agradezco - dijo dando su mano a él. El pelinegro la llevó hasta el asiento de copiloto y le abrió la puerta.

- Adelante - ella entró al auto y él cerró la puerta. Para luego caminar hasta el lado del piloto y entrar.

- Bueno donde es tu casa para llevarte - ella le explico dónde quedaba y él manejo hasta allá. Llegaron y él la ayudó a bajar del auto.

- Gracias por traerme - dijo con una sonrisa.

- Fue un placer princesa - dijo dándole un beso en los nudillos de la mano de la chica.

- Hasta luego. Ten cuidado en el camino - dijo sonrojada.

Él subió al auto y se perdió en el camino. Ella llegó hasta la puerta y entró a la casa. Como su casa estaba dentro de un Conjunto Privado. Su padre no colocaba llave.

Subió con cuidado de no ser descubierta. Llegó a su habitación y se quitó la ropa y el maquillaje que llevaba. Se colocó la pijama. Unas horas pasaron. Desbloqueó su teléfono y le escribió un mensaje a Sasuke.

Sakura: Llegaste a tu casa?

Sasuke: Hola princesa. A penas acabo de llegar.

Sakura: Que bueno. Estaba preocupada

Sasuke: En serio.... Bueno sabes deberías venir pasado mañana y me ayudas en algo que estoy haciendo. ¿Que me dices?

Sakura lo pensó. Y se atrevió a aceptar.

Sakura: Si. Esta bien. ¿Donde es?

Sasuke: Perfecto. Es un lugar a lo que no puedes estar acostumbrada.

Sakura: No importa.

Sasuke: Bueno es cerca del bosque.

Sasuke le explicó cómo llegar. Él le dijo que cuando llegara le mostraría en lo que está trabajando.

Pasaron los dos días. Y su supuesto prometido ni siquiera la había llamado. Seguro estaba todavía divirtiéndose con la rubia. Para poder ir con el pelinegro ella le mintió a sus padres diciendo que iba a un club de libros.

Tomó un taxi y le dio las indicaciones. Se había puesto unos jeans con una camisa y una chaqueta de jean.

Cuando el taxi llegó. Camino hasta la puerta y tocó el timbre. Minutos después el pelinegro abrió la puerta.

- Buenos días princesa -

- Buenos días Sasuke -

- Entra. Vamos - le dijo apartándose para que entrara y la llevó hasta la parte trasera de la casa. Cuando llegaron ella vio lo que parecía un autobús escolar.

- Estás renovando ese autobús? -

- Si y no. Estoy construyendo algo diferente -

- Woo eso es increíble - dijo corriendo hasta donde estaba el autobús.

Sakura entró al autobús escolar. Estaba desmantelado en el interior. Estaba en reparación. Ella se volteó cuando lo sintió atrás de ella.

- ¿Vas a construir una casa rodante? - pregunto con un brillo en sus ojos.

- Esa es la idea - dijo el pelinegro - Compre este autobús hace unos tres meses. Apenas estoy empezando -

- ¿Puedo ayudarte? -

- ¿Sabes sobre construcción? -

- Aprendo rápido y sigo muy bien las instrucciones -

- No estás vestida para hacer trabajo pesado. Ven, te prestare uno de mis suéteres -

Sakura se cambió con la ropa que le prestó el pelinegro. Al estar lista. Comenzaron a trabajar en el autobús.

Mientras trabajaban en el piso del autobús Sakura quiso preguntarle sobre lo de la casa rodante.

- Sasuke ¿Como se te ocurrió la idea de hacer esto? -

- Quiero viajar por toda USA y tal vez Canadá -

- Eso es increíble. Me gustaría poder hacerlo también. Ser libre como el viento -

- ¿Y por que no lo haces? -

- Yo... no puedo -

- Mis padres siempre me enseñaron a perseguir mis sueños -

- Conmigo no es así. Debo ser la esposa perfecta para mi esposo - dijo secamente.

- Entonces disfruta todo lo que puedas antes de que tu destino llegue - le dijo con un deje de diversión - Como cuando hiciste el curso de manejo para manejar equipos pesados -

- Eh... ¿Como sabes eso? -

Sasuke le dio una sonrisa arrogante que se veía tan sexy en él. Y ella estaba comenzando a temer que tenía un encaprichamiento.

- Digamos que nos pusimos de acuerdo para hacer el mismo curso. El mismo día -

- Pero yo no te vi allí. Créeme no te hubiera olvidado ... - se cayó antes de delatarse ella misma.

- Estabas tan preocupada por no ser vista. Cuando llegaste. Yo acaba de terminar y tú eras la siguiente -

- Oh ... -

- No te preocupes no había nadie que el pelirrojo conociera allí -

Sakura se había divertido arreglando con Sasuke el autobús. Aún faltaba mucho, pero quería seguir ayudando.

Ya era bastante tarde. Había llegado justo a la hora de la cena. Debía inventar algo por no estar todo el día en la casa.

Al llegar noto el carro de Sasori.

- Mierda. Estoy problemas - dijo en voz baja solo para ella.

Entró a la casa y fue directo al salón donde seguramente estaba el pelirrojo.

- Buenas tardes - dijo de forma educada.

- Sakura cariño. Que bueno que ya llegaste. Tus padres me dijeron que estabas en tu club de lectura -

- Si. Lo siento si te hice esperar. Cambie mi tiempo de Yoga y me emocione en el Club de Lectura -

- De acuerdo. Ven vamos a sentarnos - la llevó hasta el sillón y se sentaron - Ya le dije a tus padres. Debo ir al extranjero por más de un año, dieciocho meses aproximadamente por tanto la boda queda aplazada - ella lo miro sorprendida. Se recompuso y fingió tristeza - No te pongas triste muñeca. Verás que el tiempo pasa rápido -

Ella asintió. Y se despidió del pelirrojo debía tomar un vuelo en tres horas y tuvo que ir a despedirlo.

Después que lo vio irse. Estaba saltando de alegría en su mente.

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