Amor Libre ✔️

Capitulo Once

Habían pasado unas semanas desde que Sakura le había dicho a Sasuke que estaba embarazada.

Después de pasar un mes en San Diego. Tomaron rumbo nuevamente para ir hacia Los Ángeles.

Sasuke se sentía inquieto hace tiempo que sentía que alguien los observaba. Pero siempre que revisaba sigilosamente a su alrededor no encontraba a nadie.

- Cariño - Sasuke parpadeo y volteó ligeramente al escuchar la voz de Sakura - ¿Estas bien? - lo miro con preocupación.

- Si, Princesa. Solo estaba pensando tonterías - le dijo con tranquilidad - ¿Quieres ir a una repostería? -

- Si!. Se me acabaron los ingredientes para hacer Tortas - dijo con un puchero - ¿No falta mucho para llegar, cierto? -

- No. Estamos a unos treinta minutos - dijo con su vista aún en la carretera.

Al llegar a Los Ángeles. Sasuke se dirigió hacia el terreno donde se iba a construir la casa que iba a diseñar. Pensaba ir solo. Pero con esa inquietud que tenía. No pensaba dejar sola a su princesa.

- Sakura ayúdame a tomar unas medidas - le dijo al parquear y levantarse del asiento de conductor.

- Claro - dijo entusiasmada. Bajaron del autobús y caminaron por el terreno - Esto es asombroso - dijo mirando como estaba rodeado de árboles y no muy lejos estaba la playa.

- Si. El dueño no le fue sencillo conseguir este terreno. Según me dijo, siempre fue su sueño hacer una casa cerca de la playa. Pero que al mismo tiempo hubiera naturaleza a su alrededor -

Con ayuda de Sakura. Sasuke tomó todas las medidas que necesitaba. Reviso los estudios de topografía que le habían enviado sobre el terreno.

- Comamos afuera. Así aprovechamos y compramos lo que necesitas - ella asintió. El autobús lo dejaron parqueado en el terreno donde se iba a hacer la casa.

Sasuke estaba alerta ante cualquier cosa. Tenía una opresión en el pecho. Algo iba a pasar, no sabía que era. Pero estaba casi seguro que tenía que ver con su Sakura.

Sasori acaba de llegar a los ángeles. Se había puesto furioso porque habían perdido el rastro de Sakura en San Diego. Pero ahora la habían encontrado nuevamente.

Salió del Aeropuerto para ir hasta el hotel. Cuando llegó. Minutos después tocaron a su puerta.

- Ya era hora de que aparecieras -

- Buen día Señor Akatsuna -

- Habla -

- La señorita Haruno viaja en una especie de casa rodante junto a un hombre -

El semblante de Sasori se volvió oscuro. Él no podía creer que la pelirrosa se burlara de él de esa manera.

- ¿Quién es? -

- Solo sabemos su nombre. Es Sasuke -

- ¿Que más? - dijo con impaciencia.

- Ellos son pareja -

- De acuerdo. Actuemos rápido, para así llevarme a mi prometida y darle una lección que nunca olvidará -

- No sabemos dónde están ahora mismo. Pero si están aquí en Los Ángeles -

- Kakazu necesito que seas más diligente para eso te pago -

- Por supuesto. Solo deme unas horas más para averiguar dónde está parqueado el autobús donde viajan -

Sasori dejó de preguntar y camino hacia el minibar de la habitación para servirse una bebida.

- Cuando tengas la información ve por ella y me la llevas a la bodega que prepare para ella - dijo con frialdad.

- De acuerdo jefe -

- Te pagaré más si logras que no nos siga ese tipo con el que está Sakura -

- ¿Quiere que lo mate? -

- No. Tengo una idea mejor - dijo sonriendo perversamente - Llévalo también a la bodega. Quiero que sea testigo de lo que le haré a Sakura. Después lo puedes matar sin dejar rastro -

- Entendido - hizo una leve reverencia.

Kakazu salió del lugar y llamó a Hidan para hacer el trabajo sucio. Juntos los dos hacían los trabajos que les encomendaba su jefe. Y Hidan era el mejor compañero que podía tener al no interesarle el dinero. Lo único que le importaba era matar y torturar.

Sasuke aún bastante intranquilo llamó a su hermano para que estuviera unos días con ellos. En caso de una emergencia su hermano movería todo sus recursos para ayudarlo.

Itachi llegó a los Ángeles. Esta vez solo él por una semana. Su esposa vendría después.

- Cuñadita - dijo abrazando a la pelirrosa - Felicidades - dijo con una sonrisa.

- Gracias cuñado - dijo con una sonrisa.

Saludo a su hermano. Luego salieron del aeropuerto y fueron hasta el auto que había rentado Sasuke por el tiempo que estuvieran en Los Ángeles.

- Que más hay de nuevo. Además de la maravillosa noticia de que por fin seré tío -

- Sasuke está diseñando una casa frente a la playa. ¿No es genial? - dijo entusiasmada.

- Ya lo creo - dijo Itachi con una sonrisa - Por cierto - dijo abriendo su maleta de mano - Estos es para ti - le entregó una caja.

Sakura abrió los ojos al mirar el interior de la caja. Dentro había una deliciosa torta de chocolate con fresas.

- La comeremos apenas lleguemos - dijo feliz.

- Exacto y el futuro papá nos acompañará a comerla - dijo sonriendo burlón sabiendo que su hermano odiaba el dulce - Y no solo esta tendrás. Haré muchas recetas deliciosa de postres para todos -

Sasuke hizo una mueca al pensar todo el dulce que le harían comer su hermano y su pelirrosa. Unos cuantos minutos de viaje en carro y llegaron hasta el autobús.

Bajaron del carro y subieron a la casa rodante. Prepararon la cena. Spaghetti Carbonara. Comieron y después repartieron porciones del delicioso postre que había traído Itachi.

Ajenos de lo que pasaba afuera. Un vehículo estacionado un poco lejos. Observaba el autobús. Con unos binoculares confirmó la identidad de los dos individuos que buscaba. Tomó su teléfono y marcó el número de su compañero de trabajo.

- Kakazu los encontré -

- Perfecto Hidan. Preparémonos para hacer nuestra jugada. Mañana en la noche los llevaremos a la bodega del jefe -

- Estoy ansioso por jugar con ellos - dijo con voz tenebrosa.

- Solo nos divertiremos con el tipo. Pero parece que el jefe quiere castigar a la chica. Tal vez nos dé un bocado -

- De acuerdo. Te veo en el bar para hablar del plan -

Hidan cortó la llamada. Estaba entusiasmado con ese trabajo a penas vio la foto de la chica, le interno de inmediato. Quería poner sus manos sobre ella.

- Espero el jefe me deje divertirme con ella - dijo pensando en toda lo que le haría a la pelirrosa.