04.

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— ¡Esperen! — Joon-yeong se levantó de la silla al tener una idea. — La computadora, podemos revisar en internet. 

Joon-yeong se sentó frente al escritorio, en una silla que Dae-su le había acercado. Mientras ellos estaban amontonados con Joo-yeong, Gye-nam se recargo en la ventana. No le gustaba estar tan pegado a la gente, le resultaba incomodo, los roces y esas cosas lo hacían sentir extraño.

— ¿Viste la nota que te deje? — escuchó cuando Nam-ra se acerco a Su-hyeok. No era de esos que les gustaba ver o leer cosas de romance, no le llamaban la atención, prefería cosas más de terror o misterio. Pero, si era de esos amigos que usaban cualquier cosa para molestarte.

— ¿Qué cosa? — A veces se preguntaba si Su-hyeok era idiota.

Su-hyeok era alguien que llamaba la atención, a donde sea que fuera llamaba la atención y, no iba a negar, Gye-nam podía confirmar que el chico tenia un cierto atractivo. 

Era fácil notarlo y con sus acciones o palabras, así que, estaba seguro de que se había caído de la cama cuando era un bebé.

— En el laboratorio.

— Estaba en la sala de arte — chasqueo la lengua disgustado. Era su amigo de la infancia ¿Y a él no le dejo una nota? se sentía ofendido. — ¿Qué decía la nota?

— Bueno... — Y como si fuera una especie de lucha; la campana la salvo, o mas bien, la computadora. El punto era que Su-hyeok se concentro en eso y dejo la conversación a un lado. 

Su amiga se acomodo a un lado de él con los brazos cruzados. Luego de un silencio, entre ellos dos, Gye-nam no se resistió y hablo.

— "¿Viste la nota que te deje?" "¿Qué cosa?" — se burlo "imitando" sus voces. — Soy tu amigo de, literalmente, toda la vida ¿Y no me dejaste una nota? 

— Deja de llorar, tu no harías eso. 

— Pero al menos podría un "PD: Nam-ra no te mueras" yo que se — contesto indignado —, hubiera pensado en ti, de seguro tu ni eso hiciste. 

Nam-ra rodo los ojos y le dio un manotazo rozando así la mordida, que aun seguía abierta, haciéndolo sentir el peor ardor de su vida. No podía quejarse o lo descubrirían, pero no pudo contener una pequeña mueca acompañada de un quejido, se dio cuenta al instante y trato de disimular. 

— ¿Por qué tanta violencia hacia mi persona? — se quejó —, me voy, tu solo me maltratas...

Hubiera seguido quejándose, pero la manguera con la que habían bajado,  comenzó a golpear el cristal de la puerta, cada vez más fuerte, como si la agitaran. No fue hasta que golpeo la ventana con tanta fuerza que rompió el cristal. 

Gye-nam por instinto se agacho y con su cuerpo cubrió él de Nam-ra, algunos de los cristales cayeron sobre su cuerpo, pero ninguno se clavo. 

— ¿Estas bien? — pregunto soltando todo el aire que retuvo. Nam-ra solo asintió con la cabeza.

— ¡Gye-nam, Nam-ra! — La profesora al verlos agachados en suelo corrió hacia ellos y los alejo de la ventana.

La boquilla de la manguera seguía golpeando el cristal. 

— ¿Falta alguien en el grupo? — preguntó Woo-jin mirando a todos los adolescentes. 

Cheong-san se acercó con lentitud a la ventana, Gye-nam lo siguió de cerca, escuchaba aquel zombie gruñir desde a fuera y sabía que cuando los demás no lo escuchaban era malo.

— No vayan, regresen acá — pidió Gyeong-su —.

— Tengan cuidado.

Cheong-san se acerco y al ver que la manguera se seguía moviendo asomo un poco la cabeza, pero en eso, el zombie colgado en la manguera resbalo y cayó más abajo, Gye-nam agarro el cuello de la camisa de Cheong-san y antes de que el zombie pudiera agarrarlo, lo jala hacia atrás, haciendo que cayera al suelo.

𝗪𝗘 𝗔𝗥𝗘 𝗔𝗟𝗜𝗩𝗘; Jang Woo-jin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora