Comienzo

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Dante se encuentra de pie en mitad del patio con Cris frente a él, mientras el atardecer cae a lo lejos y la brisa toca el pelo de ambos.

-. Vamos, Cris, comencemos. Solo ataca. (Dante)

-. Jajaja, me gusta tu actitud, pero tienes mucho que aprender, pequeño. (Cris)

-. ¿Tienes miedo de que te gane, acaso? (Dante)

Dante desconocía que pocas cosas más grandes que su bocota era el ego de Cris ante un desafío así.

-. Primera lección. (Cris)

En un movimiento imperceptible para Dante, se agacha haciendo una patada giratoria hacia los pies de Dante, haciéndolo caer. Pero antes de que pudiera siquiera tocar el suelo, Cris ya estaba debajo, lanzando a Dante por los aires con una patada de sus dos pies hacia arriba. Dante solo siente el dolor y aprecia la vista de los alrededores, atónito por lo que acaba de pasar.

De un salto, Cris aparece detrás de Dante y dice:

-. Nunca subestimes al enemigo. (Cris)

Remata con un golpe hacia abajo, haciendo que Dante caiga a gran velocidad y quede impregnado en el piso.

-. ¿Q-qué acaba de pasar?... Duele... (Dante)

De pronto, desde dentro de las habitaciones, Dante escucha una voz muy conocida para él.

-. ¡¿Por qué tanto ruido?! (?)

-. Esa voz... (Dante, algo débil por lo que acaba de pasar) estoy... ¿está es? (Dante)

Dante se pone de pie lentamente y mira hacia la dirección desde donde provenía aquella voz.

-. Cris, te he dicho mil veces que no hagas tanto ruido mientras medito. (?)

Dante abre los ojos atónito ante lo que se acerca por aquella puerta.

-. ¡¿Mamá?! (Dante)

Por la puerta se asoma Daskal, la madre de Dante.

-. ¡Hijo! (Daskal) 

-. ¡Mamá! P-pensé que habías muerto, ¿qué haces aquí? (Dante)

Dante corre y abraza a Daskal.

-. Después te lo explicaré... por favor, perdón por preocuparte. (Daskal)

-. Perdona por el ruido, solo le mostraba que no se tiene que confiar (Cris).

-. Sabes que es importante no distraerme, sobre todo cuando hago el viaje de reconocimiento. ¿No ves que vuelvo de golpe y me duele la cabeza? (Daskal)

Detrás de ella vienen dos gatas, una blanca y una negra.

-. Hijo, mira, te las presento. Ellas son las guardianas del templo, se llaman Trina y Kareonta. (Daskal)

-. Wow, qué tiernas. (Dante)

Se abalanza a acariciar a la gata de pelaje negro.

-. Oye, no tan rápido. (Trina)

Dante, de un salto, vuelve a su lugar.

-. ¿¡Ese gato acaba de hablar!? (Dante)

-. Soy gata, para tu información. Me llamo Trina, protectora del templo. (Trina)

-.Y yo soy Kareonta, la segunda protectora del templo. (Kareonta)

Esta poseía un tono de voz más amigable que Trina.

-. ¡Aaaah!, ¡esa también habla! (Dante)

Dante, atónito, da un paso hacia atrás.

-. Cris, ¿qué tan fuerte me golpee en la cabeza? Dime que también las ves. (Dante)

Demonios de DanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora