Yokohama, el pequeño pueblo.

VIII. LAS MOMIAS SON IDIOTAS

El Sol ascendía de nuevo sobre la casa de los muertos, el gran palacio de Dazai que se erguía entre la espesura del bosque.

El pelirojo desperto de nuevo en aquella cama, esta vez solo.

—Supongo que no era un sueño...-Susurro.

Se removió entre las sabanas, ¿Que debia hacer? Aquel lugar le daba escalofrios, pero de alguna manera se sentia familiar.
Se levanto y se coloco unas botas que estaban al lado de la cama. Dios, el nunca podria permitirse una de esas.
Salio del cuarto y bajo las escaleras en espiral hasta el primer piso. Olia fuertemente a comida.

Uf, comida.

Se apresuro, pero a cada paso que daba veia que casi no habia gente. Por no decir nadie.

Ciertamente el castillo era una verdadera obra de arte, el era un fanatico oculto de la arquitectura y la pintura. Estaba fascinado.
Lo que daria el por una casa asi..

—Parece que alguien esta despierto..

Aquella voz a sus espaldas le dio un respingo, ¿De que le sonaba?
Ah, claro, el bastardo de antes

—¿No te enseñaron ni a saludar? ¿O es que la edad te esta afectando la edad?—Dijo Nakahara, dandose la vuelta.

El contrario llevaba la misma ropa de antes. Ahora que lo pensaba, ¿Cuanto tiempo habia pasado? ¿Como estarian sus hermanos?

—Tranquilo, solo dormiste un par de horas más, en total unas 15 horas durmiendo. Impresionante—Comento divertido el castaño de vendas, irritando aun más si cabía al joven pelirrojo frente a el.

—¿Me explicas quien cojones te dio permiso para leerme la mente? Ademas, se supone que eres un vampiro ¿Porque vas disfrazado de momia? ¿Tan inutil eres? —Señalo descaradamente las vestimentas de Osamu, consiguiendo que este lo mirase feo, y continuara andando, haciendo un gesto para que lo siguiera.

—Bueno, eso son temas que no te interesan, buscare la manera de que te largues rapido de aqui

—Eh... ¿Porque no me dices donde esta la puerta y ya? Yo lo veo muy
fácil

—Ah..-Suspiro, esto seria largo y raro de explicar. Sobre todo raro-Chuuya.. ¿Que sabes de los contratos?

El mas bajito se quedo pensando, de alguna manera sabia algo y le sonaba, mas no lograba recordar de donde saco la Informacion.

Y ahí, ato cabos y se dio cuenta.

Castillo, vampiro, rosas. Información que no recordaba saber esta mañana cuando se despertó y salió, y para rematar el asunto lecturas de mentes.

Iba a matar a ese bastardo hijo de su bendita madre.

O maldita.

Lo que fuera.

—¿HAS HECHO QUE?—Su grito resono por toda la casa, o palacio mas bien.

—Ejem.. no es por interrumpir la tan animada charla que teneis, pero Amo Dazai, lo buscan en la entrada. Sus hermanos estan llegando.

Oh mierda, sus hermanos. Lo habia olvidado.
El pelirrojo lo miro, ahora que compartían recuerdos y dolor fisico, aquello seria una tortura. El menor sabia quienes eran aquellas tres figuras masculinas. Y la chica que les acababa de informas.

—Gracias Kouyou.. ahora voy.

No tenia caso esconder a Chuuya, pero tendria que cuidarlo de ellos.¿Que curioso, no? El calificado como mas despiadado ser del universo, que juro no amar a nadie ni a nada, ni siquiera a si mismo, ahora mismo queria cuidar de aquel pelirrojo de ojos lapislázuli.

Si, seria un mes muy interesante.