I-EL AMO DEL CASTILLO

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Holaaaa bueno, recien comienzo en wattpad escribiendo, espero os guste

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Chuuya caminó un poco mas para llegar a su destino. La vista de la que disponía era inaudita.

Un campanario destacaba por una altura de casi 100 metros, una arquitectura gótica decorada por vidrieras azules y negras, múltiples estatuas de dioses y deidades paganas, junto con varios sanktos...

Las puertas eran inmensas, unos cinco metros de alto , y unos tres de ancho. Junto con aquel maravilloso toque que lo diferenciaba de todos los demás palacios.

Toda la arquitectura era en realidad, bastante simple y sencilla si se observaba bien. Sin embargo si se le echaba solo una mirada rápida parecía compleja y sin sentido..

Y , a nuestro querido pelirrojo se le fue el aliento al bajar a vista.

Un jardín de rosas...

Se extendía un kilometro a la redonda del castillo, a excepción de un rio actualmente congelado debido al invierno, este formaba una pequeña laguna , la cual tenia una fina capa de hielo. Ademas de un pequeño camino hacia la entrada principal , todo lo demás ea cubierto por un manto de colores, azul, rojo y blanco.

Aunque había una que rompía ese breve equilibrio. Una rosa negra que se marchitaba así tan bella y hermosa , y a su vez tan efímera y frágil como la vida... porque, si. La rosa se marchitaba. Antes de darse cuenta Nakahara taco la rosa, se pincho el dedo con una espina. Volvió a ver la rosa, la cual al toque de su sangre, pareció estar sana de nuevo, al pelirrojo se le escapo una sonrisa....
Muy adelantado, ya que al segundo de dar un paso hacia delante, la rosa se marchito... su color negro se volvió ceniza y la herida de su dedo volvió a sangrar....

                    La rosa se moría

                     Se volvía ceniza... se desvanecía poco a poco....

Sin embargo en casa de a mismísima muerte aquello era normal.

El ojiazul miro su mano, la cual estaba sangrando demasiado para lo pequeña que era la herida. De repente, a la vez que se desmayaba una sombra apareció una sombra detrás de el .





El amo había vuelto

Yokohama, el pequeño pueblo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora