EL LLAMADO DE LUNA [TERMINADA]

CAPÍTULO II

                    CAPÍTULO II

Quedó inmóvil debido al susto, la tomaron con un poco de fuerza para acercarla a los otros dos que la miraron un momento.

—¿Porque traes a esta mujer aquí? —preguntó un calvo con seriedad

—Esta mujer los estuvo siguiendo y espiando, puede ser policía —respondió a sus espaldas

—¿Porque nos seguías? ¿Quieres morir? —se acercó peligrosamente

—Yo... —intentó responder asustada —no es eso, no era mi intención. Tampoco soy policía

—¿Entonces que haces aquí? —le tomó el rostro

—Anoche —respondió con dificultad y la soltó —anoche los escuché en el bar, escuché que necesitan un equipo. Quisiera acompañarlos

Los tres rieron un poco y volvieron a mirarla.

—¿No te dijeron que es descortés escuchar conversaciones que no te concienen? En todo caso, ¿en que podrías servirnos? Dudo que sepas de que se trata

—Se un poco de cuidados y también un poco de jeroglíficos antiguos —mintió

—¿A que te dedicas?

—Trabajé como reportera pero me despidieron recientemente —desvió la mirada

—No neces...

—Ven un momento —lo interrumpió el otro para alejarse un poco

—Muy bien señorita, bienvenida a la tripulación. Lleve lo necesario. Mañana nos encontraremos en este lugar y partiremos. No llegue tarde —sonrió

Luna tomó el papel y se retiró, eso había sido raro, ¿fue  tan fácil y sin riesgos? Un momento habían mencionado la muerte y otro, le sonrieron.
Al demonio, disipó esos pensamientos. De todos modos moriría, ¿que mejor que intentando conseguir una buena historia? Al menos para ella valdría la pena.

Al llegar a su departamento armó una mochila de exploración con un poco de ropa necesaria, sus medicamentos y una libreta. Se abstuvo de una cámara fotográfica, eso sería demasiado. Procedió a buscar información sobre tal imperio pero no encontró nada, al menos no algo tan antiguo como Egipto o que no se haya descubierto.

—¿Hubiese estado de más preguntar algo? —suspiró —¿que haré si encontramos jeroglíficos? No se mucho al respecto, solo dos símbolos, solo deberé huir

Estaba complicada pero no podía dejarlo así como así, aunque sea peligroso le estaba dando un poco de emoción a su solitaria vida.
Por la mañana salió directamente a la dirección que le habían dado, parecía una fabrica abandonada.  Pudo distinguir los tres hombre, había 10 más y entre ellos 2 mujeres.

—Muy bien, estamos completos —dijo en calvo con una sonrisa y la mujer rubia se dirigió a él

—¿Quien es ella? —cuestionó molesta.

—Ella es la arqueóloga, leerá para nosotros todo lo que encontremos. Sin ella no habríamos hecho este viaje tan pronto —la miró

Todos subieron a camionetas para ser llevados hasta un avión comerciante.

—¿Como te llamas? —preguntó una pelinegra sentándose a su lado

—Luna, ¿tu? —prestó atención

—Un gusto, soy Maria, la doctora del equipo —sonrió

—Que alivio —sonrió levemente

—Y tu la arqueóloga