La fiesta que lo inició todo

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Sal

Estaba empezando a creer que había bebido un poco... mucho.

Me mantuve de pie unos cuantos segundos, inmóvil, intentando así calmar el mareo que atacó mi sistema luego de haberme levantado con mucha prisa de mi asiento.

Todo me estaba dando vueltas, ¡Muchas vueltas, vueltas y vueltas!

En cuanto me recuperé, volví a retomar mi camino hacia la pista de baile, dónde desde hace un buen rato se habían perdido Cooper y Amapola. ¿A dónde se habían ido? No lo sabía. ¿Me importaba? ¡En lo absoluto! Empecé a bailar con cualquier extraño al ritmo de I Wanna Dance With Somebody de Whitney Houston.

Que canción tan increíble y bailable.

-¡Ooohh! -grité en un cantillo para animar un poco a la multitud que me rodeaba.

-¡Eeeehh! -devolvieron el canto.

Me la estaba pasando tremendo en esa fiesta nunca me había divertido tanto como ahora. ¿Por qué había dejado de hacer esto? Me parece una ofensa de la Sal del pasado.

Bailé sola y también con otras más que solo las conocerá Dios. Me seguían el ritmo y no se reían a pesar de que yo no era la mejor bailarina del mundo, solo se sumaban a mi baile y la pasaban bien conmigo, ¡Pero qué gente tan buena onda!

Aunque, claro, la música animada y de buen ritmo bailable no duró mucho.

Las luces bajaron a tonos más oscuros e íntimos, en la pista, algunas parejas empezaron a agruparse, se sumaron las personas que solo estaban bebiendo junto a la barra o en las mesas. Por los parlantes empezó a sonar We Belong de Pat Benatar.

-¿Pero qué...? -murmuré para mí.

¿Qué carajos? ¿Por qué habían puesto esa canción? ¡Esto es una fiesta, no un baile escolar de 1980! Pero, bueno... a Dave se le ve bastante a gusto bailando con Mónica, y ella ni digamos. Ah, el amor, la canción los ambienta, no puedo ser tan mala amiga para pedir que la quiten y matar su buen ambiente romántico.

Espera, sí que puedo.

Mata amores.

Bla, bla, bla. Venga ya, pongan algo mejor, no a Pat Benatar y su cursi y meloso We Belong. ¡Estoy soltera y tantas parejas me hacen recordar mi vacía vida amorosa!

Fui movida por la valentía que me daba el alcohol en mi torrente sanguíneo, me deslicé entre las personas en la pista para ir hacia donde estaba el DJ, o a quejarme con alguien del local. Insisto en el tema, ¡Estamos en una maldita fiesta alegre, divertida y movida! No en un baile escolar de los ochenta.

Ya pasé mi etapa de la preparatoria, no quiero volver ahí.

Los brackets y la pubertad, traumatizante.

Principales razones por las que no quiero recordar esos años. Llevo trauma con eso.

Lo llevamos, querida, lo llevamos.

Estaba a mitad de camino cuando me tropecé con alguien que parecía estar más ebrio que yo porque no se quejó del choque, solo empezó a reírse de una manera muy graciosa que me hizo reír también.

Risita de cerdito borracho, que cómico.

-Verzeihung -me disculpé, todavía riendo un poco, cuando estaba ebria mi alemán salía natural. A veces ni me daba cuenta.

La risa del chico se transformó en un suspiro, cuando alzó el rostro, pude detallarlo bien:

Y es que, joder, era un espécimen hermoso.

Historia De Dos Corazones (Verdades O Mentiras #1.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora