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Pancakes y confesiones


El canto de un gallo fue lo que despertó a Jaemin quien se había quedado dormido en el patio de la cabaña.

Durante toda la noche el rubio se quedó ahí sentado, pensando y arrepintiéndose de todo.

Probablemente la voz y las palabras de una de sus personas favoritas nunca salgan de su mente.

Mientras se ahogaba en sus penas eventualmente se quedó dormido. Y ahora era de día. No tenía muchas ganas de ver ni hablar con nadie, por lo que esperaba que la casa estuviese vacía.

Se levantó con dolor en todas las pulgadas de su cuerpo, dormir sentado en madera al aire libre no era para nada cómodo.

Una vez entró por la puerta trasera todas sus esperanzas se hacían realidad. Todas las habitaciones abiertas, parecía que no había nadie en casa.

Entró a la habitación que compartía con Chenle para sacar todas sus cosas de ella, era más que obvio que ya no volvería a dormir ahí.

Se dirigió a la sala de estar para mirar algo en la televisión que distrajera su mente, no tenía ni la menor idea de lo que debería hacer.

-Jaemin...- escuchó el de cabello rubio, al parecer no estaba tan solo como quería.

Al voltear se encontró con el chino mayor sentado en el desayunador, usando su teléfono. Apenas sus miradas chocaron, el más pequeño se levantó de su asiento.

-Te vez terrible- dijo Huang tomando el rostro del contrario con ambas manos.

Sería mentira decir que Jaemin no sintió un calor extraño llenar todo su cuerpo con la acción del mayor.

El contrario no pudo decir nada al respecto del comentario, solo bajó su mirada.

Renjun no mentía, Jaemin se veía de la mierda. Su cara estaba toda palida y sus ojeras púrpuras destacaban. Su cabello estaba desorganizado y sus ojos de un tono rojo.

-¿Quieres desayunar? Voy a hacer pancakes, siéntate- dijo el mayor en un tono dulce yendo inmediatamente a la cocina.

El rubio no tenía mucha motivación para hablar ni hacer nada, tranquilamente hizo caso a lo que ordenó el contrario.

Después de media hora de Jaemin apoyando su cabeza contra la mesa intentado no dormirse, la comida que preparó Renjun estaba frente a él.

Tranquilamente el menor comenzó a comer mientras que el contrario se sentó frente a él para simplemente verlo.

Nunca nadie había visto a Na Jaemin en este estado. Se veía fragil y vulnerable, como si la más mínima brisa lo fuese a derrumbar.

 Se veía fragil y vulnerable, como si la más mínima brisa lo fuese a derrumbar

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-¿Donde están los demás?- preguntó Jaemin suavemente.

-Mark hyung, Haechan y Jeno están en el mercado. Jisung y Chenle fueron a la cascada a hacer un picnic- dijo igualmente Renjun, temía hacer un ruido muy fuerte que alterara a Na.

-Mmm- dijo el rubio para seguir comiendo. -¿Quieres hablar de lo de ayer?- preguntó Huang.

Jaemin no quería ni recordar lo que pasó, pero sabía que era necesario hablarlo. Desde el día uno en el que llegaron se dieron cuenta que la única manera de resolver las cosas era hablando entre ellos.

Jaemin levemente asintió con su cabeza. -¿Te dolió mucho lo que le dijo Jisungie?- preguntó el chino para que Na asintiera nuevamente con ganas de llorar por solo recordarlo.

-Sabes que Chenle es muy importante para él, era de esperarse que reaccionara así. ¿Tú lo quieres mucho no?- preguntó de nuevo.

-¿A Chenle o a Jisung?- respondió el menor. -A Jisung- aclaró Huang.

-Por supuesto, lo adoro- dijo Jaemin. -¿Por?- soltó el mayor.

-Jisung es como el hermano que nunca tuve. Mis padres murieron cuando tenía quince así que mi hermano Yuta se encargó de mi. Yo enserio quería trabajar o algo para ayudarle pero él no me dejaba-

-Siempre fue él quien se preocupaba por mi, yo era su estorbo. El llegó a prostituirse y dejar que lo maltrataran solo por mi, yo quería protegerlo a él también- agregó Na.

-Yo... ya debería de callarme- finalizó el menor. De la nada sintió como la mano de Renjun se colocaba sobre la suya sobre la mesa.

-No no no, continua- dijo dulcemente el chino. -No sé como ni por qué pero Jisung me recordó a mi. Quería protegerlo, quería darle todo el amor que Yuta quizo darme a mi- confesó Na.

Jaemin no tenía ni la menor idea de la razón por la cuál le contó todo lo anterior al mayor. Nunca hablaría de este tema con nadie pero había algo en Huang que le transmitía confianza.

-No quiero sonar mandón pero deberías de disculparte con Jisung y Chenle. Ambos te quieren mucho NaNa- dijo el más bajo.

-No sé como hacerlo, me odian. Estoy seguro que apenas Chenle me vea me va a terminar- respondió el menor.

-Sabes que Chenle no te terminaría por nada del mundo. El está rotundamente enamorado de tí- dijo el chino.

-¡Peor aún! Ambos van a odiarme el doble ahora. Chenle está tragadisimo por mi y yo solo lo use para llenar mi vacío- dijo Jaemin para taparse la boca con sus manos.

-Jaemin...- comenzó el mayor. -Tú nunca estuviste enamorado de Chenle ¿no?-



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Dream Squad [NCT Dream]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora