Limitación.

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Goku- ¿Con esto dejarás de estar molesto? —Interrogó mezclando su caliente y agitada respiración contra la boca de Vegeta.—

Vegeta- ¿La va a poner? —Cuestionó y le apretó  más el trasero, provocando a sus bultos rozar más.—

Goku- Ni lo pienses, pequeño.

Gimieron un poco en el ínterin que la fricción creaba en sus ropas.
Desordenaron más sábanas y almohadas. Arrugándolas mientras hundían con sus pesos la cama.

Sus erecciones eran fuertes.
Vegeta abrió a más sus piernas, y empujó la cadera de Goku contra su piso pélvico.

Vegeta- Justo ahí póngala... —Pidió con unas risita. Para seguidamente pasar la punta de su lengua debajo del mentón contrario.—

Goku- No... —Respondió y golpeó con su pelvis ese lugar. Cómo si diese una embestidas fuerte.—

Vegeta- Padre... —Llamó y le pegó a él por debajo. Estrujándole los glúteos para que no se separara de su cuerpo.—

Una alarma proveniente del reloj de la muñeca del peli-palmera les hizo separarse de nueva cuenta.

Goku- Es hora... Debo llegar temprano. —Avisó deteniendo sus movimientos. Hablando con una voz sofocada—

Vegeta- Yo lo esperaré afuera... —Respondió y le soltó. Se realzó sosteniéndose de los codos, y así, hacer que sus dientes mordieran el labio inferior del mafioso. Lo haló con un poco de tentación y lo dejó en paz.—

Goku- No. Debo entrar con alguien, no estaré solo con esos sujetos ahí...

Vegeta- Ya que...

Entraron a una de las habitaciones más escondidas de la mansión después de haber bajado dos pisos subterráneos y caminado un largo pasillo oscuro.

Goku- Vaya, parece que hoy llegue antes de tiempo...

Comentó al no ver a nadie en la habitación.
Sostuvo de la mano a Vegeta, y se dirigió a tomar asiento en el sillón para la cabecilla de la reunión.
Apretó la muñeca del peli-flama, y girándolo a él, hizo que se sentará sobre sus muslos de horcajadas.
Posó sus dos manos sobre esa redonda cadera, y habló...

Goku- Tu novio se enojara si nos ve así... —Comentó y le abrazó, chocando su trenes superiores. Miró levemente hacia abajo, y el inicio de esos pectorales le dieron la bienvenida a sus ojos.—

Vegeta- —Le abrazó por el cuello.— ¿Cómo sabe que estará aquí...? —Interrogó y puso el costado de su nariz contra la del peli-palmera. Le acarició el cabello, y acercó más su pecho.—

Goku- Los vi desde la ventana del tercer piso. Está con la Madre de Roma, parece que no la deja dar un paso sola.

Vegeta- ¿Qué tiene contra él? Es como si lo tuviese vigilado día y noche...

Goku- Y lo tengo, mis hombres dentro de varias comisarías, en las calles, bares y otras cosas; sé que hace y qué no... Pero, ¿sabes? Es la primera persona que me dan ganas de matarla... Y tengo razones para hacerlo...

Sonrió y enterró sus uñas en la nuca de la luna creciente.

Goku- Ahh~ —Gimió ronco.— Entiérralas más fuerte... Se siente demasiado bien... —Pidió sonrojado.—

Vegeta- ¿A usted le gustan este tipo de juegos...? Es un amiquesico...

Goku- ¿Quién sabe que significa esa palabra? —Comentó y deslizó sus manos a los femorales.— Pero si te refieres a que me gusta que me arañen por gusto, crees mal...

Luna CrescentiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora