Eres mi todo

520 85 3
                                    

ARIA

En cuanto la madre de Adam me saca de la casa por la fuerza, dos camionetas negras aparecen en mi campo de visión y mi corazón late un poco más tranquilo, pero a la vez me da miedo de que, así como lo mencionó ella, mi padre haya venido personalmente por mí.

Debería alegrarme porque él está aquí, ¿no es así? Pero no puedo estar en calma. Algo me dice que ese era el plan de esta mujer desde un principio. Sabe que, teniéndome a mí, tiene a mi padre en sus manos.

—Todo un padre preocupado por el bienestar de su pequeña, ¿eh? — susurra en mi oído, antes de tirarme con fuerza contra el suelo.

Mi padre baja de una de las camionetas, seguido del Sr. Torres, del padre de Dylan y sus demás guardaespaldas. Todos se encuentran armados y alertas ante cualquier movimiento.

«¿Qué hace el Sr. Dorian con mi padre y aquí? ¿Dónde está Dylan? ¿Su herida habrá sido grave? ¿Esta loca se atrevió a quitarle la vida?».

El dolor que siento en mi pecho es desesperante. Sé que Dylan está bien, debe estarlo para seguir a mi lado y cuidando de mí. Además, no puede pasarle nada sin antes darme una explicación sobre esa mujer que aseguró ser su novia. Necesito discutir con él sin razón, que me mire como lo hace, que me tiente con sus besos y me deshaga en sus brazos. A él no puede sucederle nada, porque mi corazón se rompería en cientos de pedazos.

—¿No es a mí a quien buscabas? Aquí me tienes. Suelta a mi hija ahora mismo y solucionemos esto entre los dos.

—Hasta que al fin te dignas a darme la cara — suelta una risita que da miedo—. Tu pequeña ahora hace parte de este círculo.

—Aria no tiene nada que ver y lo sabes, Nohelia. Permite que se vaya y hablemos.

—¿Crees que mirándome así puedes hacerme cambiar de parecer? Ya no soy tan tonta como en el pasado.

—Entonces, ¿por qué sigues aferrada a el?

El silencio que se forma me hace mirar de reojo a mi padre. Aunque en un su mirada hay preocupación, luce tranquilo.

No puedo odiarlo por lo que esa mujer dijo de él. No sé qué tan cierto es lo que confesó, pero no puedo hacerme una idea mala de mi padre. Él siempre ha sido muy correcto y un buen hombre. No lo creo capaz de dejar a un hijo abandonado y sin amor. Siento en mi pecho que esa mujer miente.

—¿Olvidaste lo que me hiciste?

—Lo nuestro no funcionó por más que lo intentamos y eso solo significó que yo no era para ti ni tú para mí. Olvida el pasado y sé feliz.

—¡Mientes! Si esa perra no hubiera aparecido con su carita de mosca muerta tú estarías a mi lado, amándome a mí y no a ella.

—Ella no tiene la culpa de nada. Yo te quise, pero nunca pude amarte como a Denisse.

«Oh, Dios mío, mi padre le está echando más leña al fuego».

—El amor se agota tarde que temprano, querido. Así como dejaste de quererme a mí, vas a dejarla en el olvido a ella, porque yo misma me encargaré de destruir  lo que dices amar — esos cambios tan bruscos de humor solo confirman lo desquiciada que está—. Esa mujer lo único que hizo fue arruinar mi vida y mi amor con su presencia.

—No tiene caso discutir sobre lo que ya es pasado.

—Claro que tiene caso — quita el seguro del arma y me apunta directamente, tensando a mi padre que da un paso hacia mí—. Si das un paso más verás morir a tu pequeña.

—No le hagas daño a mi hija, te lo pido. Haré lo que tú quieras si la dejas a ella libre.

—Aunque es una oferta demasiado tentadora, la voy a rechazar. Antes te quería a toda costa a mi lado, pero con el pasar de los años cambié de parecer. Verte destruido es lo que más deseo en la vida. Quiero que vengas a mí a suplicar mi amor.

«Esta mujer está muy loca. ¿Puede el amor convertirse en una obsesión tan insana?».

—Todo es por mí, ¿no? — mi madre baja de la camioneta, dando pasos lentos hacia nosotras.

—Regresa al auto, Denisse.

—Una madre haría lo que fuera por proteger a sus hijos, incluso arriesgar su propia vida — mi madre me mira con una sonrisa que es capaz de darme calma—. Ya he soportado bastante con el fin de que nadie le haga daño. Si está en mis manos que sea una mujer libre y feliz por el resto de su vida, tú más que nadie sabes que lo haría. Quiero que sepas que eres lo mejor que me pudo haber pasado en la vida. Te amo mucho, hija.

—Quien diría que tendrías tangas agallas — desvía su arma hacia ella y mi corazón se detiene—. Tenía preparado algo muy diferente, pero aquí el único que merece sufrir cargando la ausencia de su amor y de su hija es tu esposo.

—¡No, no lo hagas! Piensa bien las cosas, no actúes bajo odio — le grita mi padre, tomando a mi madre de su brazo y protegiéndola con su cuerpo—. Todo fue mi culpa, por no haber sido sincero del todo y hablarte con la verdad con respecto de mis sentimientos.

—Aunque mi corazón todavía te ame, no hará ninguna diferencia si vives o mueres. También sería placentero ver el sufrimiento de tu hija, ¿no? — dispara su arma, dando en el pecho de mi padre y lo veo caer al suelo en los brazos de mi madre.

—¡¿Por qué haces esto, demente?! — me levanto del suelo, envuelta en lágrimas y dolor—. ¡¿Por qué nos haces daño?!

—Porque es placentero de ver — sus ojos se llenan de lágrimas—. Es satisfactorio que sienta lo que yo sentí.

Antes de que pueda llegar a disparar su arma contra mi madre, Adam aparece detrás suyo y le arrebata la vida a quemaropa, descargando su arma en ella. Nunca pensé que sería capaz de dispararle a su propia madre, ni mucho menos que me protegiera con su cuerpo tras el intercambio de balas.

Lo único que puedo hacer es cerrar los ojos y acurrucarme en los brazos de Adam mientras los disparos cesan.

Mi corazón late muy apresurado en mi pecho. Tengo miedo, no puedo llegar a mis padres por más que quiera y Dylan que, es el único en quien confío, tampoco está aquí conmigo.

—Me estoy arriesgando mucho y puede que pienses que estoy mal de la cabeza, pero yo te amo más que a nada en esta vida. Vámonos juntos y seamos uno solo como una vez lo soñamos, mi amor — susurra en mi oído y lo miro a los ojos—. Tú eres mi todo, Aria.

Tentación Prohibida(EN FÍSICO)[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora