Capítulo 14. (Estrellas en ascenso)

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La mañana llegaba perezosa detrás de las cortinas, Build se removía entre las sábanas intentando encontrar una mejor posición para seguir durmiendo. No deseaba despertar aún, porque sabría que los estragos de la noche anterior le cobrarían la factura tanto física como emocionalmente. Estaba volviendo a perderse en el reino de los sueños, cuando unos golpes suaves en la puerta ponían fin a su intento de dormir.

—Chicos, el desayuno está listo. Bajen ya, que yo no cocine por nada —la voz de Tong llegaba a sus oidos como fuertes sirenas tronando su tímpanos.

No respondió.

Enterró el rostro en la almohada debajo de él. Su cabeza dolía como si la hubiesen martillado durante toda la noche, ni siquiera podía abrir los ojos por la hinchazón que tenía a causa del desvelo y el llanto excesivo la noche anterior. Levantó su cabeza con los ojos entrecerrados, abriendo de a poco hasta acostumbrarse a la luz. Talló su rostro con el dorso de su mano, en un intento de que está acción disipará un poco sus molestias. Se sentó sobre su cama, quedando ahí unos minutos totalmente en blanco, no sabía ni dónde estaba, ni quién era, pero la realidad es un baño de agua fría que te cae encima sin avisar. De pronto, todos los recuerdos de los hechos pasado golpeaban su mente. Arrugó un poco su nariz, el dolor físico no le molestaba tanto a comparación del de su corazón, el cual solo llevaba el nombre de Mile tatuado en el.

Un movimiento a su lado le hizo salir del hilo de sus pensamientos, miró detrás de él por encima del hombro.

—¿Por qué tiene que gritar todo el tiempo? —Bible tallaba sus ojos en un intento de despertar por completo.

—Así es él, ya deberías estar acostumbrado —de nuevo se recostó sobre su cama mirando con ternura el rostro adormilado de su amigo, quitó un mechón de cabello que caía sobre el rostro ajeno, llevándolo detrás de su oreja—. ¿Cómo te sientes?

—Mmm, creo que dormir por una semana más me haría sentir mejor —bromeó mientras le sonreía al contrario.

—Entiendo a que te refieres, Tenemos que enfrentar la realidad, ¿Cierto?

—Así es, tenemos que ser adultos y ya sabes portarnos como eso —Bible se giró quedando boca arriba.

Build le imitó, ambos miraban el techo, cada uno sumergido en sus propios pensamientos.

—¿Cómo se es un adulto? Digo, mira, llevamos calcetines de gatitos y perritos y nuestras pijamas parecen de pequeños —indicó con la mano el conjunto de ropa que usaban.

—Hey, no le faltes al respeto a nuestro estilo de chicos rudos. Somos unos adultos...divertidos.

En un instante, justo ahí entre risas, la vida ya no les dolía tanto.

—Vamos, bajemos a comer o seguro vendrá y nos arrastrará hacia allá —Build hizo un recordatorio.

—Te diría que no lo creo, pero me temo que si lo creo —se levantó de la cama perezoso, entrando al cuarto de baño.

Unos minutos más tarde Bible salía completamente vestido con la ropa que llegó la noche anterior, mientras Build ya tenía ropa limpia puesta. Dieron un asentimiento de cabeza y salieron de la habitación, llegando a la planta baja dónde Tong los miraba con enojo.

—Treinta minutos se tardaron en levantar su trasero de la cama, ahora está frío y yo no pienso calentar nada —el mayor de ahí se cruzó de brazos enfurruñado.

—Disculpanos, Phi, ahora lo caliento yo —Build tomó los platos de la mesa solo para dejarlos caer de nuevo—. ¡Auch! Esto está demasiado caliente.

Tong entro en pánico al escuchar la queja, pero Bible le ganó tomando las manos de Build para examinar que no se hubiera quemado o tuviera alguna lesión. Una vez que descartó cualquier daño dejo un beso sobre sus nudillos.

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