Capítulo 15

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Diara:

Llevo semanas encerradas sin saber la razón, Aegon simplemente me dijo que no armara berrinches dando media vuelta y largándose sin venir a verme ni una sola vez. Pensé que después de lo sucedido nos habíamos acercado más, que todo estaba empezando aclarase, que estaba arrepentido. Veo que sigue siendo el mismo, confirmándome nuevamente lo equivocada que estaba Elena.

Nana viene a darme la cena cada día, no dice nada, solo que es por mi bien, que luego lo entenderé. Si fuera por mi bien no me tratarán de esta manera, no actuaría como si fuera una niña irresponsable y lo peor es que mis amigos y familia están de acuerdo.

Este encierro me está matando, ellos saben que soy una chica que le gusta el aire fresco, la libertad y me están cortando las alas. Ya no me importa si me quieren proteger o si quieren mi seguridad. No los conozco, estas personas no son con las crecí, las que amo, estoy esperando a nana, es la hora de la cena, aquí comienza el plan, si para ser libre tengo que huir y empezase de nuevo, lo aré, no sería la primera vez. Siento como se acercan pasos, la puerta es abierta y luego siento como es cerrada suavemente.

-Mi niña debes tener hambre, esta mañana no comiste nada.

-La verdad es que sí. Nana me siento encerrada.

-Todo terminará pronto.

-Por lo menos podrías abrir las ventanas, tiene rejas no podría escapar sé que si me tienen aquí es por algo, por favor me falta el aire, sabes que no me gusta, en estas cuatro paredes lo siento todo tan cerca que me da miedo.

-Lo se mi niña, prométeme que no harás nada.

-Lo prometo nana, incluso si quisiera no podría.

Ella se acerca a la ventana quitando el hechizo, de inmediato salgo corriendo y respiro hondo como si el alma me volviera al cuerpo, sonríe en mi dirección muy tiernamente, un pinchazo de culpabilidad se instala en mi corazón. Soy una mentirosa, esa inocencia que tenía a los 16 desapareció con el rechazo. Los gemelos me prepararon para situaciones como estas, me ensañaron a mentir, a ser fría y calculadora, no me arrepiento soy una superviviente. Él me puso en esta situación, ya no hay vuelta atrás. Nadie puede decidir por mí, incluso si es para mantenerme viva.

-Pequeña en la mañana tengo que cerrarla lo sabes.

-Ok nana, estaré toda la noche admirando el paisaje.

Sonríe dándome un beso en la frente para luego salir. El primer día que estuve aquí tomé un cuchillo, pude desprender el enganche superior de la reja, se dieron cuenta que el cuchillo faltaba, revisaron el cuarto lo encontraron, pero ya yo había cerrado la ventana para que no sospecharan, no dudaron de mi palabras y sollozos. Solo necesitaba que nana se compadeciera de mi para abrirla nuevamente, por supuesto Elena prometió ayudarme, aunque eso supusiera estar alejada de ellos. Las relaciones se basan en confianza, entrega, le habíamos dado una segunda oportunidad y no supo apreciarlo.

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