06

266 29 0
                                    

Azul oscuro

Estaba tumba sobre ese suelo frío de aquella cancha de baloncesto en la que solían jugar juntos antes de que todo eso ocurriera, después de su encuentro con Akashi y al saber que estará unida a él de por vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba tumba sobre ese suelo frío de aquella cancha de baloncesto en la que solían jugar juntos antes de que todo eso ocurriera, después de su encuentro con Akashi y al saber que estará unida a él de por vida. Algo cambió en ella, mucha gente podría decir que tenía el derecho de divorciarse si ella deseaba. Pero Han'er no creía en el divorcio, había alguna razón por la que el destino los unió de nuevo. Tal vez era un señal de que debería intentarlo otra vez con el, una segunda oportunidad. Su hermano le diría que era ingenua al hacer eso, que ese chico no se lo merecía. Con lo que hizo, no era merecedor de tal acto de piedad. No sabía cómo le contaría de esto a los demás, seguramente se enterarían de esto cuando lo anunciaran públicamente. Después de todo, Seijuro seguía siendo parte de una de las familias más influyentes japonesas.

No había manera en el que no crearían todo un drama para esto.

—Han'er, no pensé que estarías aquí.

—Podría decir lo mismo de ti, Aomine. Tengo una sensación de que has peleado con Momoi y por eso has venido aquí.

—Hay veces que siento que me lees la mente.

No sabía el por qué pero se empezaron a reír, risas que no escucharon desde hace tiempo. Risas que no escucharían en un tiempo. La ayudó a levantarse del suelo y empezaron a hablar mientras se pasaban la pelota.

—No quiere aceptar que los destruirás, aún duele que me haya mentido todo este tiempo y que te haya hecho pasar por todo eso.—dijo él.—Me preguntó a veces si lo que pasó contigo y Akashi no hubiera sucedido, ¿Seguiríamos siendo los mejores compañeros y amigos de antes?

—Ya te digo que no.—respondió recibiendo la pelota.—Todos erais tan competitivos, ibais a explotar de cualquier manera y Akashi hubiera seguido así por su padre. Era una bomba con un temporizador.

—Cierto, pero siempre me queda ese sentimiento de que podríamos haber sido felices. Tú nunca te tendrías que haberte ido a Corea por esos años, nosotros no tendríamos que habernos separado por las preparatorias.

—Era nuestro destino, no puedes cambiarlo.

Estuvieron así un rato, charlando sobre lo que le pasó con Momoi. Recordando de paso los viejos tiempos, intentando solo recordar las memorias felices que tenían de todos aunque las malas venían con ellas. En lo bueno siempre había algo malo y en lo malo siempre había algo bueno, eso se decían. La amistad inseparable de Aomine y Momoi parecía estar un poco inestable por esa mentira que estuvo ocultando ls mujer desde hace tiempo, también le comentó cómo el equipo estaba notando todo eso. Como se estaba distanciando de ella, no conocían toda la historia y no era necesario. Ella no decía nada tampoco porque claramente era la culpable y la villana de la historia, arruinó lo que pudo ser un gran grupo de amigos.

—¿Y bueno porqué tu día fue una mierda?

—Akashi está en Tokio, su padre y él visitaron la empresa de mi hermano ayer.—soltó con una mirada perdida.—Me van a casar con él.

—¿Qué dices Han'er? Haber es ilegal que te obliguen a casarte con alguien y menos con ese idota.

—No cuando tú misma lo aceptaste.

—¿Qué has hecho qué?—musito sorprendido.—Estás loca.

—Dicen que hundirán la empresa de mi hermano si no lo aceptaba, soy capaz de sacrificarme por mi familia tal como lo hizo él por mí cuando éramos pequeños y nuestros padres murieron. Él me salvó del fuego, arriesgado su propia vida.

|•••|

Habían pasado algunos meses, las clasificaciones para la Winter Cup ya estaban establecidas. El Instituto Rakuzan y el Instituto Seirin eran los que tenían el pase directo a la Winter Cup al haber clasificados como primeros, fue una sorpresa no tan sorpresa la tener dos miembros de la generación de milagros. Por primera vez en dos años, el Instituto Rakuzan quedó segundo en la clasificación de la Inter High. Las cosas iban fluyendo para Seirin, todo gracias a Han'er. Realmente nunca hubiera sido oportunidad hacer frente a los miembros de la generación de milagros que se enfrentaron tan fácilmente sin ella.

Quedaban tres meses para la Winter Cup. La entrenadora decidió recompensar a todos por su gran esfuerzo dado en la Inter High, llevándolos a unas aguas termales de la zona. Era de noche para cuando llegaron ahí. Las aguas termales de los chicos estaban del todo animadas digamos, en el lado de las chicas. Solo estaban la entrenadora y aquella intrigante mujer.

—Eres impresionante, me sorprende no haber escuchado de tu antes.

—Bueno, sabes, jugué con todos ellos una vez y empezaron a caer como moscas. Solo que el reconocimiento en aquellos tiempos iban para los hombres, solo tenía suerte decían.

—Tienes un pase asegurado para el equipo nacional, eso sí que es una hazaña.—dijo Rika.

—Por eso volví a Japón.

Se relajaron un poco, disfrutaron del ambiente en el aire libre que ofrecía estas aguas termales. Rika, la entrenadora del equipo, no conoció nunca a una persona tan habilidosa como Han'er. Aunque sí que escuchó hablar sobre ella de parte de Kiyoshi, que era en algunos términos cercano a ella porque ella una vez le dijo que lo admiraba y que era su ejemplo a seguir a parte de su hermano. Seung Namikaze, un hombre multimillionaire coreano que se abrió al mercado japonés. También todo un galán según las revistas. Miraba su alrededor, su mirada se fijó en la cicatriz de la espalda de Han'er.

—¿Qué pasó en tu espalda?

—Oh, fue en un accidente automovilístico que tuve en Corea pero ahora ya está bien. No duele tanto.—contestó.

—Me alegro que no te duela.

Pasaron los minutos, de escuchó el sonido de cómo abrían la puerta de las aguas termales dando a entender que otra persona había entrado. En cuanto Han'er avistó esa larga cabellera rosa, supo quién era. Salió de las aguas inmediatamente, no iba a pasar por una situación incómoda con esa mujer aquí.

—¿Ya te vas Han'er?

—Si, prefiero no gastar mi tiempo si tú estás aquí. A lo mejor también me golpearán hasta casi matarme después, ¿quién sabe? Tienes un historial en no poder contenerte cuando alguien te cae mal.

 A lo mejor también me golpearán hasta casi matarme después, ¿quién sabe? Tienes un historial en no poder contenerte cuando alguien te cae mal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍𝐓𝐇 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora