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Turquesa

Tras cambiarse a un atuendo normal en el vestuario, salió a la recepción del local, en donde había un maquina expendedora de bebidas

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Tras cambiarse a un atuendo normal en el vestuario, salió a la recepción del local, en donde había un maquina expendedora de bebidas. Su día ya había sido arruinado con solo haberla visto a esa chica, y pensar que una vez fue su mejor amiga. Habían cosas que no cambiaban, ella perdonaba pero no olvidaba.

Al llegar a la entrada compro una de esas bebidas de fresa que había, sentada en el banco que había al lado. Esperando que esa noche se pasase rápido, después vio venir a Kuroko y Kagami juntos. Parecían muy felices según ella.

Le recordaba a cuando toda la generación de milagros seguían juntos y en buenos términos, Kuroko y Aomine eran un dúo inseparable. En los partidos, Aomine era el único del equipo con el que realmente conectaba jugando excepto ella. Esa sombra que necesitaba la luz y cuando una sombra pierde a su luz, pierde también su esencia. Y algún día tendría que encontrar una nueva luz, esa luz que lo haría brillar aún más que la anterior.

—Has estado bien en el partido de hoy contra Shutoku, Kagami.—sonrió Han'er.

—Muchas gracias, nos hemos encontrado a todo el equipo de la academia Too en las aguas termales.—comentó con cierta incomodidad.

—Yo me encontré con la manager pero ya me iba saliendo, ¿habéis visto a Aomine?

—El único que no habíamos visto ahí.—dijo esta vez Kuroko.

Hablaron un rato más, hasta que una coche negro de un lujoso aspecto paró frente al establecimiento. Del vehículo salió un chico pelirrojo bien vestido, Kuroko y Han'er lo reconocieron de inmediato. Ella sabía de sobra que solo estaba ahí parado esperándola a ella, él otro era el que realmente estaba sorprendido de verlo. Porque seguramente no se veían desde hace un año ellos.

—Me tengo que ir, decidle que me ha surgido un asunto importante.

El dúo de luz y sombra vieron cómo aquella chica salía rápidamente del local, subiéndose a aquel vehículo con el joven.

—¿Quién era? No me dio buenas vibras.

—Era nuestro antiguo capitán de equipo en la secundaria y la ex pareja de Han'er, digamos que no terminaron muy bien.

—¿Entonces qué hace aquí y por qué lo siguió adentro?

—No lo sé, eso no lo sé.

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Al día siguiente, reunió a todo el equipo para un campamento de entrenamiento para prepararlos para la Winter Cup e iba a ser realizado por el padre de la entrenadora. El señor Kagetora, quien en su juventud jugó para el equipo nacional japonés. Era bien admirado por los jugadores por su récord de excelencia. Utilizó su habilidad de escaneo en todos los hombres del equipo.

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