DC: NO DIGAS UNA PALABRA

CAPÍTULO 16

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[Ciudad estrella. 17 de abril, 21:35 PDT..

POV de David Lance]

Continué con mi vida un día a la vez. Entrenando cada vez que tenía la oportunidad, aprendiendo todo lo que podía de mi hermana, Oliver cuando tenía tiempo y Batman.

Mi objetivo era llegar a ser lo suficientemente competente en las artes marciales para enfrentarme a Deathstroke, en combate cuerpo a cuerpo. Sin embargo, sabía que llegar a ese nivel de destreza llevaría tiempo.

Deathstroke era un guerrero experimentado. Un mercenario con décadas de experiencia.

En papel. Mi objetivo sonaba casi inalcanzable.

Pero, no fue así.

Batman fue la prueba viviente de eso. Una demostración sólida de que la formación y la experiencia pueden recorrer un largo camino. Era un hombre, un ser humano, en un reino de dioses, luchando contra amenazas que, por todos los medios, deberían estar más allá de su alcance.

Aún. Sin importar las probabilidades inconcebibles en su contra. El humano simple siempre prevalecería. Contra los monstruos, contra los dioses y todos los demás.

fue admirable

Y lo extraordinario fue. Batman no fue el único ejemplo vivo de esto. Oliver. Ted Kord. Y Richard Dragon había alcanzado este mismo nivel, en diferentes grados cada uno.

Todos los humanos.

Y todavía. Habían llegado a lo inalcanzable.

Yo no era un simple humano.

Yo era un inhumano. Parte de una raza de seres humanos alterados que fueron el resultado de experimentos en humanos prehistóricos por parte de la raza extraterrestre, los Kree, quienes manipularon su código genético, creando el potencial para que adquirieran habilidades sobrehumanas a través de un proceso conocido como Terrigenesis, en Marvel. Universo.

Y yo no era ningún inhumano para el caso. No, mis poderes, mi fuerza, todo vino del inhumano más fuerte que jamás haya existido. Su Rey, Blackagar Boltagon.

Si humanos normales sin nada de lo que tenía. De haber logrado llegar a tales niveles, no tenía excusa para no hacer lo mismo y más.

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[Ciudad estrella. 17 de abril, 22:58 PDT. 2009.]

Después de lidiar con mis propias emociones. Resolviendo empujar hacia abajo cualquier pensamiento negativo.

Empecé a trabajar en un caso. Solo.

No porque no quisiera trabajar con Dinah u Oliver, es solo que estaban ocupados lidiando con otros casos que requerían su atención, como este requería la mía.

Aunque, para ser justos. Con Oliver, era más como si no quisiera trabajar con él. Su compinche era un idiota condescendiente e insoportable, que me veía como una amenaza para su papel en su propio mundo de delirios celosos, convirtiéndose en la personificación de una novia tóxica, cada vez que Oliver se tomaba un poco de su tiempo para enseñarme.

Oliver a menudo lo defendía. Diciendo que fueron las hormonas. Lo cual supongo que podría explicar algunos de sus comportamientos. Sea como fuere, no tenía intención de lidiar con nada de eso.

Optando en cambio por solo ir a misiones con Oliver cuando él no estaba cerca. Para evitar el escenario muy probable de que lo derribe a través de una pared.

No tengo idea de por qué le gusta a Robin.

El tipo vive en un estado constante de tratar de demostrar que es el mejor. En todo. Pero de una manera tóxica. Como, la última vez que lo vi. Oliver nos hizo entrenar, un combate que gané con relativa facilidad.

Un hecho que no le gustó. En absoluto.

En sus ojos. Pude ver que estaba enojado, insondablemente enojado.

No lo demostró, como haría la mayoría de la gente. No gritó. Intenta atacar. Nada.

Simplemente me miró por un breve momento, con pura ira sin adulterar. Antes de desaparecer de la vista mientras Oliver suspiraba.

Esa cantidad de ira no era normal. Especialmente considerando la razón por la que había estado enojado en primer lugar.

Pero eso está más allá del punto ahora.

Él era el problema de Oliver.

No es mio.

Mi problema ahora mismo. Estaba rastreando a un asesino.

Mantener un ojo en su próximo objetivo posible. Candidato a gobernador de Star City y ex comisionado de policía. Brian Nudocerdo. Una escoria criminal que había escapado de la justicia durante mucho tiempo, controlando el sistema desde adentro, sabiendo qué hacer y qué no para mantenerse fuera de la cárcel.

Sea como fuere. Ahora mismo, él no era mi caso.

Tenía un asesino que atrapar. Después de eso, vería qué podía hacer para meterlo en la cárcel.

Hasta ahora, Nudocerdo parecía estar bien. Durmiendo profundamente en su cama, roncando, su esposa a su lado. No hay señales de nadie más que ellos en la casa. Sin embargo, como pensé en esto. Una sombra se movió más allá de mi campo de visión, usando hábilmente las sombras que el cielo sin estrellas daba para ocultar su presencia.

Sin siquiera darme cuenta, esta misteriosa sombra me impulsó a la acción. Haciéndome saltar hacia la casa, saqué mi pistola silenciosa de mi cinturón y la disparé en dirección al techo, para cortar algo de distancia, en un intento de interceptar la misteriosa sombra antes de que alcanzara su objetivo.

Me encontré cara a cara con una mujer que vestía nada más que cuero negro y una máscara blanca, cuando aterricé frente a ella.

"Esto no te concierne. Vete", aconsejó la misteriosa mujer, su tono claro en la amenaza.

Negué con la cabeza.

"Entonces, morirás. Al igual que él", dijo la mujer, señalándome. Arrojándome un cuchillo reluciente durante este movimiento aparentemente inocente.

Me agaché, la hoja cortó el aire y se alojó en las paredes de la casa detrás de mí. Sin embargo, la mujer no se detuvo allí, arrojándome algunos cuchillos extra.

Manteniendo mis ojos en ella, salté hacia ella, desviando los cuchillos, mientras sacaba dos cuchillos de mi cinturón, antes de arrojárselos. Quien hábilmente evadió el ataque. Echándola de menos por unos centímetros.

"Nix", la mujer habló con calma, sacando una hoja curva de su traje. "Te has ganado el honor de saber quién reclamará tu vida. Black Bolt". ella entonó, su espada brillando bajo la luz de la luna.

Nix, ese es un nombre que no conocía.

Tendré que preguntarle a Dinah después de derribarla si sabe de algún Nix.

Más que no, siempre sé quiénes son todos. Gracias a mi conocimiento del canon, ¿pero ella? No tenía idea de quién era ella detrás de esa máscara. Ni siquiera el más mínimo.