DC: NO DIGAS UNA PALABRA

CAPÍTULO 18

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Lanzamiento masivo si llegamos al top 2-3.

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[Gotham. 22 de abril, 09:35 PDT. 2009.

POV de David Lance]

Después de un almuerzo bastante delicioso con Dinah en un restaurante chino que ambos habíamos querido probar durante semanas desde que abrió, me fui con Robin a Ciudad Gótica para pasar unos días con él.

Wayne's Manor era insuperable. Tenían todo lo que cualquiera podría desear para el entretenimiento.

Piscinas, canchas de tenis, canchas de fútbol, ​​salas de juegos y mucho más.

Solo su biblioteca era mi sueño húmedo. Es muy posible que tuvieran todos los libros escritos allí, y más. Demonios, la biblioteca tenía cinco pisos, siete si contabas los que no eran para el público, y diez si contabas los que solo usaba Batman.

También tenían tres salas de cine y un hipódromo, con caballos de verdad.

Sea como fuere, su biblioteca era mi único amor verdadero.

Por eso lo miraba con anhelo. Como Robin me borró en la sala de juegos.

"Realmente amas nuestra biblioteca", se rió Dick, ganando una vez más. Un KO perfecto

Asentí, no había motivo para ocultar mi amor por lo inalcanzable. Esa era una biblioteca que solo tenían los ricos, gente realmente rica, algunos de los libros que contenía valían millones, ya que eran primeras ediciones, o en algunos casos, los últimos de su tipo.

"Siempre puedes venir a leer. Alfred sabe que te dejará entrar, cada vez que vengas", afirmó Dick, con una brillante sonrisa en su rostro.

"De hecho, amo David", asintió Alfred, inclinándose muy levemente. "Incluso tengo en stock tus bocadillos y bebidas favoritas. Por si acaso".

Sonreí, dándole al viejo mayordomo una cálida mirada. Él realmente era único en su clase.

"A Bruce no le importará", asintió Dick, sonriendo con una actitud juguetona. "Diablos, incluso le preguntó a tu hermana sobre todas tus cosas favoritas, para agregarlas a nuestra lista de compras".

no sabia eso Fue muy amable de su parte hacer esas cosas, tengo que agradecerle a Batman más tarde. Hablando de eso, ahora que lo pienso, ¿dónde está?

Desde que llegué aquí, no lo he visto en absoluto.

"¿Dónde está el Sr. Wayne?" Firmé, inclinando mi cabeza en confusión.

"En asuntos de la liga", respondió Dick con un bostezo, encorvándose en la sala de juegos. "No especificó. Solo dijo que posiblemente tomaría unos días".

"No se preocupe, amo Dick, el amo Bruce regresará en poco tiempo", articuló Alfred, con una pequeña sonrisa.

"No estoy preocupado", respondió Dick, con los labios apretados. "Solo desearía que la liga nos permitiera participar en misiones de la liga. Luchamos contra villanos como ellos".

Suspiré, rodando los ojos. "Dick, la última vez que fuimos solos a una gran misión. Deathstroke casi nos mata a los dos. Está claro que todavía tenemos algo que aprender".

Dick se desinfló, dándome una mirada traicionada antes de decir: "Tienes razón".

"Ciertamente lo hace," Alfred asintió, estando de acuerdo conmigo en un tono jovial. Secretamente usando lenguaje de señas para decirme, gracias. Mientras Dick miraba hacia otro lado.

"Solo digo que la experiencia podría ayudarnos", se encogió de hombros Dick.

Asenti. Él tenía un punto allí. "Creo que eso es lo que están haciendo. Dándonos experiencia, pero en un ambiente controlado, donde sienten que pueden protegernos sin importar lo que pase".

Alfredo asintió.

"No estoy nada abrumado, amigo", respondió Dick, cruzando los brazos mientras me miraba con los ojos entrecerrados.

"Hablo pero la verdad," me encogí de hombros.

Dick se rió entre dientes, apagando la sala de juegos, mientras me daba una sonrisa desafiante. "Vamos a la cueva. Quiero entrenar un poco".

Asentí, un combate en este momento sonaba increíble.

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En la cueva, en el campo de entrenamiento, Robin y yo nos dimos vueltas, buscando una abertura.

"¿Listo para que te pateen el trasero?" preguntó Robin, con una sonrisa confiada.

Sonreí, lanzándome hacia adelante, lanzando un golpe rápido. Que Robin esquivó y contraatacó con un puñetazo propio. Sin embargo, había previsto esto, así que, de manera preventiva, pateé mi pierna derecha hacia arriba, golpeando el torso de Robin, empujándolo al suelo.

Robin, sin duda, me superó en tecnología, o cualquier cosa relacionada. Pero cuando se trataba de combate cuerpo a cuerpo. Tenía la clara ventaja, sin juego de palabras.

"Mi turno", gimió Robin en el suelo, antes de volver a ponerse de pie. Lanzándose hacia mí, lanzándome algunos batarangs. Que desvié, con relativa facilidad, abalanzándome sobre él con un placaje, sometiéndolo al suelo en una llave. "¡No me rendiré!"

Apreté mi candado, obligando a Robin a hacer tapping. Admitiendo su derrota.

"Hombre, no es justo", se rió Robin. "Tienes superfuerza y ​​artilugios. ¿Cómo es eso justo? Nunca he visto a Superman usar un cinturón de herramientas".

Puse los ojos en blanco, recordándole que no había usado mi cinturón en absoluto.

"Déjame quejarme en paz", se rió Robin. "Tengo derecho a ser un mal perdedor. No he ganado un solo combate contra ti en meses. Robin recibe un obsequio por hoy. Se le permite lloriquear".

Al menos él es consciente de ello.

"Traeré un poco de agua. ¿Quieres algo?" Pregunté, poniéndome de pie de un salto. Sin embargo, antes de que Robin pudiera responder, sonó una alarma en la computadora de la cueva.

"Parece que tenemos trabajo en nuestras manos", sonrió Robin, poniéndose de pie de un salto antes de correr hacia la PC.

Suspiré, sintiendo que lo que fuera que estaba a punto de hacer, no terminaría bien para mí.

"Alguien ha tomado el control de una planta química", dijo Robin, incapaz de quedarse quieto. "Probablemente Poison Ivy, o Doctor Freeze. Podemos tomarlos".

"Pregúntale a Batman", respondí, firmando con firmeza.

"En eso", asintió Robin, llamando a Batman en la PC.

"Batman a la cueva de los murciélagos. ¿Cuál es la situación?" dijo Batman, respondiendo a la llamada de Robin.

"Alguien tomó el control de una planta química. Queríamos su permiso para ir y ocuparnos de eso", respondió Robin, yendo directo al grano.

"Proceda con cuidado. No participe sin evaluar la situación. Batman fuera", dicho esto, la llamada llegó a su fin.

Eso es raro. Batman nunca nos deja ir solos, especialmente cuando no está cerca para supervisar como un helicóptero. Quizá quienquiera que esté atacando la planta química sea una amenaza menor y nos considere capaces de hacer frente a dicha amenaza.

"¿Ver?" dijo Robin, su voz un tono más alto. Estaba muy emocionado de salir sin Batman.

"Bien," asentí, quiero decir, Batman nos había dado luz verde. Además, si llegaba el momento y las cosas se salían de control, simplemente noquearía a Robin y regresaría a la cueva.

"¡Impresionante!" Robin sonrió, saltando de su silla.