Capítulo 2...

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El velador del mausoleo estaba temblando del miedo.

Era una noche fría y silenciosa, en el cementerio no se veía ni un alma, que ironía.

El cuidador solo estaba acompañado por su vieja pala y su lámpara de aceite, se sentía observado desde hace tres horas, asi que se decidió por cerrar el cementerio e irse a su casa de una vez por todas.

Fue entonces cuando la bestia se le vino encima, clavó sus fauces en uno de sus costados con tanta fuerza que le rompió las costillas y agujeró sus pulmones; el velador escupió sangre y cayó al suelo, la criatura le rompió el cuello son sus garras y lo último que vió el velador fuerón sus ojos amarillos mirándolo con burla.

La bestia enterró su cola de escorpión por milésima vez en el estómago del velador; que ya tenía varios agujeros en su inérte cuerpo, la criatura estaba más que enojada por haber dejado ir a una presa, era indignante que un simple humano se le hubiera escapado de las garras.

Había asesinado a más de mil hombres; casi todos armados, como para que una simple cría de humano hubiera salido con vida de una de sus mejores masacres.

Enterró otra vez su cola en el inerte cuerpo del velador y; ya harto, desmembró al velador rápidamente, para después tomar su forma humana.

La bestia ahora eran un hermoso muchacho de cabellos rubios, cuerpo esculpído, piel blanca, labios rojos y hermosos ojos violetas adornados de largas pestañas rubias; no aparentaba más de 19 años de edad, y se fue camino a la aldea de Sálem con ideas no muy amigables...

Cuando el capitan Vane despertó y no encontró ni a Sybil ni a Victor en sus camas entró en pánico.

-¡Henry!-,el mencionado cayó de la cama, al parecer el general tenía un humor de los mil demonios en la mañana.

-¿Qué sucede?-

-Sybil y Victor desaparecierón-, Henry despertó rápidamente a Dorian, y los tres salierón de la posada.

-¿Donde se habrán metido?-

-No lo se, pero cuando los encuentre..-, el tono de advertencia en la voz de Cornelius hizo tragar duro a Dorian.

-Son solo niños, y Sálem no es tan grande, no pudierón haber hido muy lejos-

-Eso es lo preocupante, Dorian-,explicó Henry,-Son solo niños, solos, en una ciudad de gente muy creyente, y ambos fueron acusados de brujería-

-Oh dios-

-¿Ahora entiendes lo peligroso de la situación?-

De vuelta en la posada, Sybil y Victor salieron lentamente de bajo sus camas.

-No creo que sea buena idea-

-Tu tranquilo, e estado explorando Sálem, y quiero mostrarte algo-

-Pero tu viste lo enojados que estában, sera mejor ir a buscarlos-

-¿Quieres ser mi amigo Victor?-

-Si, pero n-

-Nada de peros, ven, sígueme-

Ambos niños salierón por la ventana, caminaron por los tejados; (Sybil con la agilidad de un gato mientras que Victor casi cae tres pisos, más de cinco veces), y bajarón por las escaleras de una casa cercana.

-Sigo creyendo que esta no es una buena idea Sybil, mejor volvémos-

-Oh vamos,¿Qué?,¿Acaso eres un miedoso Victor?,¿Tienes miedo de mojar tu pantalón?-

-¡Claro que no!-

-Entonces sígueme-

Siguieron caminando hasta llegar al límite de Sálem con el prado.

-¿Es esto lo que quería mostrarme?, muy bonito, ahora regresemos-

-No tan rápido pecas, hay que saltar la cerca-

-¿Que?, ni loco-

-No puedo creer que yo sea mucho mas valiente que tu-

-¡No tengo miedo!-

-¿Entonces?-,la pelinegra tenía una ceja levantada en señal de burla, primera vez que mostraba emociones después de la muerte de su familia.

-Solo me preocupa lo que pueda pasarnos si nos aventuramos solos-,Sybil hizo un gesto despreocupado con la mano.

-Eso es lo de ménos, ahora, ayúdame-,Victor tomó a Sybil por la cintura; causando un pronunciado sonrojo en ambos, y la ayudo a sentarse en la barda.

-Bien, como tu eres más alto no tendrás problema en pasar la cerca-, Sybil paso una pierna al otro lado de la cerca y la saltó sin problemas.

Victor se sentó en la cerca, dió media vuelta y pasó sus piernas del otro lado.

-Bien echo...amigo-, Victor se sonrojó.

-¿Somos amigos?-

-Sip-, ambos niños sonrierón-

-Ven, rápido-, el pelirrojo corrio tras de Sybil que, para tener ocho años corría muy rápido.

En la lejanía cierto muchacho rubio los veía con una macabra sonrisa.

-¿Los encontrarón?-

-No señor, y dimos dos vueltas al pueblo-, un recuerdo brilló en la mente de Cornelius.

-Hay un lugar en el que no hemos buscado, síganme-

Esperémos que no lleguen tarde...

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(La bestia en multimedia)

"The Warrior and The Beast"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora