Todo el reino estaba encantado con Aelysant, la primogénita de Daemon
La niña más dulce, bella y amable que había existido en la casa Targaryen, la única debilidad de el principe canalla y había sido confiada a su hermano Viserys para su crianza ha...
-Iré a Dorne - dije mientras me ponía los guantes pata montar a Dhagar
-Lizzie, estas embarazada, en tu estado no deberías viajar ni ver ese asunto, debes de esperar - dijo Libelle intentado convencer que no vaya
-Tengo un mes, Liv, conocí a mujeres que volaron en dragones hasta que parieron. Esta criatura que llevo dentro no será un impedimento para que haga las cosas, más bien es un impulso para mejorarlas- respondí y Aemond venía, el ya traía puestos sus guantes
-Entonces vamos - dijo el sonriéndome - Te acompañaré
-Aemond, sabes que debes de quedare, debes de vigilar al reino- dije mientras pasaba a su lado para salir en busca de mi dragon
-Ya hable con Sheera, ella se hara cargo, yo ire, no conozco a el famoso¨sol de dorne¨, no se que clase de hombre es, tu y yo somos un equipo, donde vayas yo ire-
-Bien, hare como que no me doy cuenta que me acompañas porque tienes celos del principe de dorne -
El rio y me abrazo por detras -¿Celoso?¿yo?, jamas-
Ambos subimos en nuestros dragones y volamos hasta Dorne, era mi primera vez en este lugar y tambien la de Aemond, aterrizamos , Vhagar no estaba muy contenta de estar en aquel lugar incluso intento girar para marcharse pero Aemond logro hacer que le obeddezca
No culpaba a la dragona, ella habia visto como Meraxes habia caido en batalla con la hermana de su jinete, si algo era cierto es que los dragones tenian un vinculo muy fuerte con su jinete y sentian lo mismo que este, debio ser algo traumatico y a pesar de todos los años la dragona parecia no haberse olvidado de aquel tragico suceso
-Bienvenidos a Dorne- dijo un chico que aparentaba la edad de Aemond
Su piel era cetrina, sus ojos marrones oscuros ,el cabello era negro y lo llevaba algo largo y desordenado, vestia una tunica amarilla con soles en marron y mas detalles de este mismo color
-¿Ella no es la princesa Aelysant Targaryen y el principe Daemon?- pregunto un hombre al principe
-Lo somos, solo que ella es la reina Aelysant y yo el rey consorte - hablo Aemond con las manos detras de su espalda - Y no queremos que la noticia de quien es la reina de "La nueva Valyria" queremos discrecion en ello
-Entendido- respondio el principe - Yo soy Evander Martell, principe de Dorne - se acerco a mi y tomo mis manos -Es un gusto que haya decidido venir para ayudarnos- me dio dos besos en ambas mejillas y finalmente me beso en los labios
Me quede parada sin saber, que hacer, Aemond se dirigio a el principe y antes de que este lo golpeara el principe lo beso -Rey Aemond usted tambien es bienvenido - Aemond se quedo en blanco -Siganme, les explicare el problema que tenemos
Ambos no sabiamos que hacer, al parecer aquella era una costumbre en Dorne, Aemond puso mala cara, tome su mano y lo hice avanzar siguiendo a Evander hasta su castillo
-Escuche que usted es una guerrera implacable , ahora afirmo que tiene dragones, no sabia que usted era una Targaryen - dijo el sentandose en su trono
-Segun las historias los Targaryen y los Martell son muy buenos amigos- dijo Aemond con sarcasmo
-¿Porque solicito mi ayuda?, sus guerreros son fuertes, la historia habla de lo fuerte que son ustedes- pregunte mientras me cruzaba de brazos
-Si, pero tambien queria ver si era psoible una alianza entre nuestros reinos, ustedes lucharian contra nuetros enemigos en una batalla la cual se acerca y eso reforzaria y afirmaria la amistad entre nuestros reinos- unas mujeres le trajeron frutas en una bandeja dorada - Hariamos negocios, eventos, fiestas juntos, Dorne y "La nueva Valyria" seriamos aliados, si atacan nosotros atacamos y si nos atacan ustedes atacan, es algo mas politico
-Suena bien- dije y Aemond asintio
-Ella toma las decisiones -dijo el para luego tomar mi mano nuevamente
-Bien, entonces¿les parece si mañana atacamos a los enemigos de Dorne?- dijo como si nosotros hubieramos venido preparados para ello
-¿Mañana?- pregunto Aemond
-Si mañana ¿pueden?- pregunto el dorniense, Aemond me miro esperando a que le de una respuesta y asenti
Extrañaba un poco lo qu era estar en batalla, esa adrenalina, pelear con la espada en eso me parecia ultimamente a mi padre, aquello no me disgustaba del todo
-Genial, mientras tanto instalense, tomen la habitacion que quieran, coman lo que deseen, estan en su casa- respondio el principe levantandose - Por cierto no lleven a sus dragones, los dornienses sabemos como escondernos de ellos, Aegon supo un poco de aquello, tendran que pelear en tierra- termino de decir y se marcho
-No voy a mentir soobre esto, pero estoy emocionado -rio Aemond - Me prepare durante años para ser el mejor guerrero, creo que lo soy, aunque solo pude demostrar mis habilidades en torneos o en el campo de entrenamiento con Ser Criston, ahora lo hare en batalla- levanto sus brazos como muestra del entusiasmo que sentia - No se si me controle en el campo de batalla asi que mi dulce sol sera mejor que no mires cuando derrote a esas personas
Sonrei y me acerque a el hasta quedar frente a frente- Te olvidas que te casaste con una conquistadora, el trono donde me siento no me lo gane con rosas, por mis manos corre la sangre de miles, digamos que estas amarrado con una sanguinaria guerrera
Con una de sus manos tomo mi rostro y acerco el suyo al mio sonriendome -Pues tenemos suerte de habernos casado,somos tal para cual, sanguinarios guerreros - suspio y senti su aliento sobre mis labios
-Aemond no estamos en nuestro palacio - dije en voz baja
-El dijo que esta era nuestra casa- Me hizo retroceder hasta chocar mi espalda contra una pared -
-Puede entrar alguien y vernos- dije algo agitada, Aemond habia colocado su mano sobre mi cuello y con el pulgar de esa mano recorrio mi labio inferior y finalmente lo apoyo en mi menton
-¿Realmente te importa que alguien nos vea?- sonrio ladinamente y se acerco hasta mi oreja donde susurro - Solo haria que los dornienses sepan que eres mia, mia y de nadie mas Aelysant -
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