Todo el reino estaba encantado con Aelysant, la primogénita de Daemon
La niña más dulce, bella y amable que había existido en la casa Targaryen, la única debilidad de el principe canalla y había sido confiada a su hermano Viserys para su crianza ha...
Dorne era conocida por su clima calido, nosotros no habiamos ido con la ropa mas adecuada ya que el clima e las islas era mayoritariamente fresco, en la septima en la que nosotros recidiamos el clima era incluso frio
Nos brindaron vestimenta apta parala batalla y el clima del lugar, Aemond tenia puesto un traje naranja con marron con pequeñas zonas descubiertas en el torso y brazos. Las prendas que me habian brindado a mi sin embargo eran mas descubiertas, nosotros habiamos incistido ir con nuestras prendas normales puesto que el calor no era un problema para nosotros
-Me voy a distraer mucho mirandote en la batalla- Aemond coloco su mano en mi espalda mientras caminabamos rumbo al lugar donde se suponia que el principe nos estaba esperando
-Concentrado guerrero- rei y bese su mejilla
-¿Durmieron bien?- pregunto el principe Evander
-Si, se podria decir que si- Vi a varios guerreros y algunos caballos sin jinete
-¿A cuantos enffrentaremos?- pregunto Aemond
-Unos 100 aproximadamente, no seran muchos- le contesto el , nosotros los superabamos en numero -Subanse a un caballo y tomen el arma que quieran- termino de decir para luego señalar el lugar donde estaban las armas
Tome una espada y un par de dagas, estas ultimas eran buenas tanto para ataque cercano como para lanzarlas en un caso mas peligroso, Aemond tomo una espada y un puñal, ambos montamos los caballos y cuando ya estaban todos empezamos a ponernos en marcha, si algo sabia de Dorne es que no era un lugar en el que podiamos estar confiados, sabia muy bien la historia de Aegon y el tema con la princesa Meria Martell
Cuando lei sobre ella me quede asombrada de las hazañas de aquella mujer, puso en practica el lema de su casa "nunca doblegados, nunca rotos", Dorne no habia podido ser conquistada por Aegon por mas que este habia intentado no lo habia conseguido, amenzaron en llevar el fuego y la sangre , la princesa no tenia intension alguna de entregar dorne, asi que se llevo a cabo lo que se prometio pero aun asi Dorne no cayo
Encontraron el lugar vacio asi que lo tomaron y pusieron un gobernante fiel a la casa Targaryen , pero luego este gobernante desaparecio y los dornienses recuperaron lo suyo, asi fue durante mucho, se enviaban guerreros y estos parecian desaparecer como si la arena se lo tragara, incluso se habla que hasta ahora se siguen encontrando restos de aquellos guerreros en el desierto
Los dornienses eran guerreros muy habiles, derrotaron a un dragon y a su jinete , eso daba paso a afirmar la audacia y valentia que ellos tenian, Dorne al parecer estaba teniendo una guerra interna, dornienses contra dornienses, nosotros estabamos ayudando en esa batalla
-Bien , ven eso de haya, son a los que tenemos que matar- dijo el principe señalando a lo lejos un grupo de personas,no eran 100 como el dijo, no eran pocas, eran mas de 500
-Son mas de los que nos dijiste Evander- solte
-Unos mas, unos menos - sonrio y levanto una lanza -Ataquen
Aemond sin pensarlo dos veces se adelanto con su caballo, todos ibamos a un paso acelerado,llovian flechas de ambos lados, algunas cayeron en los caballos de ambos bandos y otras en los guerreros.Al caballo de Aemond le cayeron varias flechas, iba en direccion a Aemond para ayudarlo pero el igual podia solo, ya no tenia un caballo ahora luchaba cuerpo a cuerpo
Le cedi mi caballo a uno de nuestros guerreros , yo ahora estaba igual que Aemond luchando cuerpo a cuerpo, los del otro bando casi o tenian caballos y la mayoria venian a nosotros con distintos tipos de armas.Aemond quito el parche de su ojo tirandolo, a algunos guerreros del bando contrario aquello los intimido , Aemond movia la espada rebanando cabezas y partiendo cuerpos a la mitad mientras sonreia y reia con cada nueva muerte de la cual su espada era acredora
Yo me deje llevar, cuando estaba en estas situaciones sentia un fuego nacer en mi fuego que nunca dejaba salir del todo , solo lo hice en una ocasion la cual habia sido cuando tome la primera isla
Tenia una daga en ambas de mis manos con las cuales corte el cuello de varios guerreros del bando enemigo , llegado un momento las navajas habian quedado incrustadas en el cuerpo de un par de guerreros asi que empece a usar la espada , mi rostro y algunas partes de mi cuerpo estaban llenas de la sangre de aquellos guerreros
- Veo que somos mas parecidos de lo que pensaba - Dijo Aemond con la voz algo agitada mientras seguia moviendo la espada
-Te dije que era buena con la espada- respondi y el rio
Quedaban muy pocas personas ya en batalla,el principe habia tenido razon la batalla habia sido bastante sencilla o almenos eso nos habia parecido a Aemond y a mi
Senti un leve ardor en el brazo, una fecha me habia rozado y logro hacerme un corte pero no se me habia incrustado, Aemond miro eso en el momento exacto y fue como si la furia mas pura se hubiera apoderado de el, con su espada corrio hasta el hombre del arco, tuvo que esquivar y decapatiar a un grupo de guerreros puesto que el arquero estaba posixionado en la zona trasera protegido
-Nadie- clavo la espada en su estomago - Toca a - giro la espada dentro de el y sangre broto de la boca del hombre -mi esposa - termino de decir y con mucha fuerza impulso su espada hacia arriba dejando al hombre partido a la mitad desde el torso a la cabeza
Yo me puse detras de el cubriendo su espalda para que nadie aprovechara su ataque de furia para atacarlo, solo un hombre con una lanza lo intento pero fue empalado por mi con su propia arma , el me protegia a mi y yo a el, eramos uno
Lo logramos, no quedo ni un solo guerrero o caballo del band contrario, nuestro numero habia reducido, todos los que conocia estamabamos bien Aemond y Evander .
Aemond me busco con la mirada puesto que nos habiamos separado antes de terminar la batalla para asesinar a los ultimos guerreros, Aemond camino hacia mi mientras yo tambien hacia lo mismo, luego tomo mi rostro entre sus manos y estampo sus labios contra los mios en un beso ciertamente salvaje con un lijero sabor metalico
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