Todo el reino estaba encantado con Aelysant, la primogénita de Daemon
La niña más dulce, bella y amable que había existido en la casa Targaryen, la única debilidad de el principe canalla y había sido confiada a su hermano Viserys para su crianza ha...
Libelle fue traída ante mi por el mismo Jaime junto con Jasver, la mujer estaba atada de manos y pies, tenía los ojos rojos de tanto llorar.
-Sheera, trae a los dragones bebés- demande y ella asintio, hace poco habían roto el cascarón algunos huevos de dragones, estos habían sido puestos por Silverwing, los únicos que ella había puesto en todos estos años conmigo
-¿Que ? ¿Que me harán?- dijo ella intentando levantantarse pero se cayó- Quiero volver a casa, perdón... no quería hacer esto
-Claro cariño- me levante y me acerque a ella, me agache y tome su rostro con una de mis manos - regresaras a tu casa, con los Hightower
-Muchas gracias, sabia que todo saldría bien, ellos jamas le harían daño a Maekar o a Valyria
-No menciones a mi hijo - Aemond hablo con un tono frío y se acercó pero le hice una seña para que no se acercara, yo me encargaria de ella por ahora
-¿Que sucede?- pregunto ella algo preocupada
- Bueno por donde empiezo, talvez por el hecho que hiciste que mataran a mi hijo - solte con odio y luego me levante
Tome las cadenas y empecé a caminar con dirección al jardín, Jasver camino detrás de mi con el balde que le había pedido, Sheera estaba fuera con los pequeños dragones, los había traído con un trozo de carne
Libelle gritaba, pero sus gritos no me molestaban, Aemond cargaba a Daemon el cual no se inmutó por los gritos, Valyria se asomaba por la ventana de su habitación
-¿Necesitas ayuda ?- pregunto Aemond mientras entregaba a Daemon a Sheera y se acercaba a mi
-Ayúdame a atarla al árbol- dije firme y el asintió, Libelle intento liberarse pero Aemond saco una de sus dagas y ella se limito a llorar y a seguir gritando por ayuda, ambos logramos atarla al árbol
Tome el balde con una de mis manos y extendi mi mano a Aemond el cual dejo su daga con cuidado sobre la palma de mi mano, acerque la daga hasta su brazo donde hice un corte profundo, la sangre empezó a brotar y sus gritos se volvieron más fuertes
Aemond sonreía mientras yo seguía haciendo cortes, cuando vi que el fondo del balde no se veía por la sangre de la mujer deje este a un lado y me di media vuelta, ella seguía llorando
-Pueden comer pequeños- dije en alto Valyrio mirando a los pequeños dragones, tome de la mano a Aemond y ambos caminábamos nuevamente al interior del palacio
-Jasver, ten cuidado de que no se coman los huesos y la cabeza , los necesito, son para un obsequio - voltee para decirle esto y el asintió
Los gritos de la Higthower eran desgarradores, seria una muerte muy lenta y dolorosa, los pequeños dragones tenían apenas unos pequeños dientes afilados, tardarían horas en comérsela, no sabia si moriría primeramente por la pérdida de sangre o por alguna otra razón
Sheera nos siguió hasta llegar al cuarto de Valyria, una vez ahí ella nos entregó a Daemon, Aemond lo cargo mientras yo abrazaba a Val
-Nadie te pondrá una mano encima mi niña, te lo juro ante los 7 y los viejos dioses - declare
-Nosotras tampoco permitiremos que les pase algo de nuevo- dijo Anthea la cual estaba en el marco de la puerta junto con Rosalie
Los gritos de la mujer se seguían escuchando así que Rosalie entro a la habitacion y cerró las ventanas,ahora ya el sonido era incluso mínimo
Desembarco Alicent Hightower
Habían pasado unas semanas desde aquella declaración de guerra, Antigua había sido reducida a cenizas, un gran numero de mis familiares habían muerto en aquel atentado ocasionado por Aelysant y Aemond, el único Hightower que había salido con vida era mi hermano que el mismo día de el incidente de había embarcado rumbo a desembarco así salvándose del fuego del lugar
-Tenemos que atacar - dijo mi padre a Aegon
-No podemos, no quiero dañar más a Aelysant- respondio Aegon
-Ella quemo a tu familia en antigua, ella seguirá hasta verte destruido - contesto el
-Por tu culpa y la de mi hermano, abuelo - Aegon se levantó bruscamente - Si tu solo hubieras cumplido de buena manera lo que te pedí esto no hubiera sucedido, solo tenias que pedirle a ella que volviera, nada más, no tenias que involucrar a los niños, mis sobrinos
-Disculpen, tienen un encargo - dijo entrando Ser Criston con una caja
-¿De quien es ?- pregunto Aegon
-Me dijeron que no tiene nombre - respondio el - Solo que debe ser abierta primero por Otto Hightower
-Padre no- dije
-Que lo abra, quiero que el lo habrá- respondio Aegon y no pude hacer nada más
Mi padre se acercó hasta aquella caja y la abrió, todo el salón se inundó de un olor nauseabundo, mi padre sacó una carta
-Lo envía "La reina Aelysant Targaryen de Valyria"- leyó lo que decía aquel papel el cual era de un tono rojo, volvió a acercarse a la caja y sacó una pequeña caja, era un tablero de ajedrez
-¿Que es ?- pregunto Aegon acercándose
-Una caja de Ajedrez- respondio Otto para luego abrirla, dentro estaban las piezas, parecian talladas a mano - Un tablero de ajedrez, las piezas negras son rojas - tomo las piezas y dejo el tablero sobre una mesa y saco las piezas armando así el tablero
Aegon se acercó y tomó las torres, estas tenían una forma extraña, a diferencia de las demás piezas estas parecían estar hechas de algo más
-¿Hay algo más?- pregunto Aegon y mi padre se volvió a acercar a la caja pero lo que vio lo hizo retroceder y cerrar los ojos
-¿Ser Criston que es ?- pregunto Aegon acercándose un poco sin dejar las torres que había tomado minutos atrás
-Mi rey, no querrá ver eso - respondio Ser Criston
Aegon ya bastante molesto se acercó a la caja y la pateo, la caja de madera cayó de un lado dejando todo el contenido sobre el suelo, habían bastantes piezas para que el contenido no venga dañado, parecía ser paja , el olor seguía así que tape mi nariz con la manga de mi vestido, me acerque para ver de que se trataba
Un grito ahogado salió de mis labios, era la cabeza de Libelle, en su frente tenía la palabra "Jaque", tenía la boca cocida y al parecer dentro de esta había algo
-Cortele la boca Ser- declaró Aegon y Ser criston con la punta de su espada corto aquella, aquello fue bastante desagradable, la boca de ella estaba llena de piezas, todas ellas eran torres, en ese momento Aegon solto las torres que tenía entre sus manos
Las torres estaban hechas de los huesos de mi prima
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