CAPÍTULO Ⅵ

186 10 1
                                    

Bora sacó su teléfono de la cartera por un momento. Sus amigas miraron expectantes cada movimiento. Ninguna llamada de Siyeon. Bufó.

— ¿Qué pasa contigo? ¿Por qué pareces molesta?

— Nada. —la cortó de una.

La chica salió triste del colegio. Caminó sin ganas hasta la parada de autobuses.

— No pongas esa cara. Te ves horrible.

La risa de Siyeon la hizo voltear. Estaba con ropa de casa. Claro. Su amiga no iba tan seguido al colegio. Ya no estaba ella para obligarla tal como solía a hacerlo en primaria. Bora no quería conversar. Solo se sentó en la pequeña banca con cara de pocos amigos.

— Bora.

Como seguía ignorando su habla divertida, prácticamente, se acostó encima suyo. Acomodó como pudo la cabeza encima de sus piernas.

— Siyeon, ¿qué haces? —Siyeon sonrió. — ¿Pero qué...? —Siyeon la calló con un beso. La tomó del rostro. Era raro que se besaran si no estaban unidas en una cama. Todo era sorpresa con Siyeon. A Siyeon vaya que no le importaba absolutamente nada. Ni siquiera se dio cuenta, quizás, que besó a una chica en media vereda... Siendo ella también mujer.

Bora se separó lentamente. El enojo se transformó en felicidad. Enseguida.

— Deja de enojarte por estupideces. —puso los ojos en blanco, riendo.

— Hey. ¿No me extrañaste, acaso? Yo sí. Siempre. Oh, por cierto. Hoy ganamos. ¿Quieres saber cuánto?

— Créeme que no me intere...

— 2 a 1. —Siyeon se adelantó. — Uno lo hice yo. Y pensé en ti en ese momento porque...

Un pico. Bora le dio un pico. Siyeon quedó un poco aturdida ante el contacto cálido. Parpadeó. Se recompuso, luego.

— Prometo ir a verte un día de estos. Iré con papá. —dijo mientras "besaba" de nuevo sus labios. — Espérame. Singnie.

— Siempre te espero, Bora.

...

Al principio, Bora se asustó enormemente cuando comenzó a ver a Siyeon con otros ojos. Y aunque ya no se juntaban tanto como antes, porque casi siempre se dejaban de comunicar por una razón x o demás, la chica alta seguía frecuentando su hogar. Y la mayoría de esas visitas, solo eran para jugar al fútbol o play con su hermano mayor. Bora no importaba demasiado en esos momentos. Como toda una obsesionada por su mejor amiga oculta para la gente nueva, mientras sus compañeras charlaban de temas mundanos con la excelente compañía del té riquísimo con miel de su madre, la chica tragaba saliva cuando Siyeon se mojaba el pelo/acomodaba sutil su vestimenta cómoda y ancha para a hacer deporte. A veces, sonreía sin darse cuenta. Como si le encantara muchísimo Siyeon. Pero...

La ventana se rompió. El hermano de Bora pateó demasiado fuerte la pelota. Y... Su amiga, por desgracia, estaba lo suficientemente cerca de esa puta ventana para que...

— ¿Estás bien? —la cara de preocupación de Siyeon cuando entró corriendo a la sala la impresionó un poco. — Tu hermano es un idiota. —lo dijo tan libre que ni siquiera se percató que Bora no estaba sola. — Tu brazo sangró. —informó con suma molestia.

— Oh, Bora. —él se aguantó la risa. — Lo siento. Nosotros no...

— Cállate, imbécil. —susurró la chica.

Bora bajó la cabeza. Estaba avergonzada. Al separarse, Siyeon imitó su acción.

— Ten más cuidado la próxima vez. —replicó en voz alta una de sus nuevas amiguitas. — Eres una bruta. ¿No ves que casi matas a Bora, acaso?

Best Friends [suayeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora