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— Si, bueno en realidad creo que eran runas, no estoy muy segura de que lo sean.

Ante tus palabras solo hiciste que ahora los tres chicos frente tuyo te mirarán con una combinación de preocupación y confusión.

— Tuve un sueño, en el no había nada o nadie, eso es realidad a medias. Estaba todo oscuro y de alguna manera podía ver mis manos, piernas al igual que mi cuerpo que estaba en el piso pero todo lo demás estaba oscuro. Paso un rato hasta que ví mi mano estaba llena de marcas o lo que sea, había una "M" como la que vimos en el segundo piso, edd.

Miraste a edd quien se quedó pensando unos segundos con el ceño fruncido antes de mirarte preocupado.

— Luego de eso, unos ojos amarillos me miraron pero ahora que lo pienso, creo que su esclerotica era amarilla y su iris ¿Rojo?

Ante lo último te sentiste confundida, más que por el echo de que su esclerotica sea amarilla ya que te a tocado ver a algunas personas así, de echo eso es una enfermedad por lo que investigaste o por uso de lentillas a temprana edad pero su iris rojo, eso nunca lo habías visto.

— ¿Ojos amarillos?

La voz de Tom te hizo salir de tus divagaciones para mirarlo.

— La sombra de la casa.

Matt y Tom hablaron al mismo tiempo, se miraron unos segundos entre ellos para volver su atención a ti.

— si, también la vi antes de salir, en el segundo piso, la ventana que está en frente. De todos modos no me dijo nada más que mi marca era permanente, luego cierta persona.

Hablaste entre dientes para fruncir el ceño a un mirando a Tom.

— Me pellizco.

Este frunció el ceño pero cuando abrió la boca para quejarse edd se adelantó y hablo primero.

— En tonces si entraste al círculo. Bien, creo que voy a entrar en pánico, ¡Solo quería una salida divertida! No regalarte como ofrenda a un demonio alazar que a estado encerrado por probablemente años en una casa.

Lo viste dar vueltas en el cuarto que ahora reconoces como el tuyo, una risa que sonó como un susurro te hizo mirar a tu alrededor confundida de saber que esa risa no venía de Tom o matt, conoces sus risas.

Frunciste el ceño confundida por eso pero lo dejaste pasar para volver tu atención a edd suavisando tu mirada.

— edd, cálmate, no sabías que iba a pasar y no es tu culpa. De todos modos podremos arreglarlo, debe haber algo para arreglarlo.

Antes que dijieras algo solo se dió la vuelta y salió del cuarto sin decir una palabra, suspiraste con desanimos ante eso.

— Oye, ¿En serio estás bien?

Miraste a Tom, quien había hablado, asentiste y este solo imitó tu acción. Después de unos segundos edd volvió a entrar al cuarto con una libreta y lápiz en la mano.

— ¿Recuerdas las runas? ¿Puedes dibujarlas?

Agarraste la libreta que te ofreció y recordaste vagamente cómo eran, al menos recordabas dos bien, las demás eran más complicadas. Hiciste dos de las runas lo mejor que pudiste pero tenían cierta complicidad, tenían unas partes lejos, estás tenían formas de triángulos, circulos o simples líneas, dirías que es una combinación de japonés y coreano, tal vez incluso chico, pero no tienes ni idea de dónde sean, jamás las has visto ni se parecen exactamente a un idioma, aunque se assimilen a las mencionadas al mismo tiempo no se parecen en nada lo que es molestó.

— buscaré en internet. Tom, ¿Podrías hacer la comida mientras? Matt, ayudas a Tom.

Edd te miro y hablo con calma.

No te puedes esconder. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora