Introducción.

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Mi sueño siempre ha sido ser cantante de un grupo, algo que se hace muy común últimamente en Corea.

Yo, en cambio, vivo actualmente en España, lugar de origen de mi madre.
Toda mi vida ha transcurrido aquí desde que tenía cinco años.
Tengo muy buenos amigos y... Otros no tan buenos, más bien personas a las que odio también, pero, da igual lo que tenga o no. Mi único sueño es ser cantante.

Desde muy pequeña me he esforzado para aprender a bailar y cantar a la perfección.
Me presenté a miles de concursos, y aunque quedara en el primer puesto o segundo, no he conseguido nada en relación a mi sueño.
Mi padre es un hombre algo estricto, algo anticuado, mientras que mi madre es todo lo contrario. Supongo que es el choque de ambas culturas.
Bueno, mi padre siempre está diciendo que deje eso del baile y el canto, que es una pérdida de tiempo y que, ya que tengo dos lenguas maternas, que aproveche esa oportunidad y estudie algo relacionado con la filología.
En cambio, mi madre, es la única que me apoya en eso de cumplir mi sueño.

Y por ello me encuentro aquí hoy, preparando mis maletas.
¿Que a dónde voy? Pues a Corea, mi país de nacimiento.

Mi nombre es Choi Sun Hee. Sí, bueno, suena un tanto extraño, pero por mucho que viva en España y tenga doble nacionalidad, mi origen está en Corea del Sur. No sé porqué, pero a mis padres le gustaron ese nombre. ¿Qué significa? Bondad y felicidad, supongo que me lo pusieron pensando en que podría ser una niña alegre.

Tengo dieciséis años y hoy partiré hacia Seúl.
Soy una chica no muy alta, pero tampoco soy baja. Tengo una complexión delgada y un cabello de color castaño. Mis ojos no son muy rasgados, pero tampoco parecen europeos, bueno, es lo que tiene ser hija de un coreano y una española. ¿Queréis saber de qué color son? Pues... Más o menos de color miel. Muy típico, ¿no?

¿Y por qué me voy a Seúl? Bueno, por lo que tengo entendido, la mayoría de los cantantes y bailarines coreanos se forman en escuelas exclusivas para ello allí. ¡Y yo no pienso ser menos!
Mi sueño estará a solo un paso de ser cumplido.

— ¡Mamá! ¿Dónde se supone que has guardado mis auriculares? ¡No los encuentro por ninguna parte!

— Cariño, los tienes en la mano — miré confusa mi mano, y sí, allí estaban. Dios, qué despistada.

— Sun Hee... ¿Estás segura de que quieres irte a Seúl? Hace muchos años que no
ves a tus tíos, ¿no será incómodo para ti quedarte a vivir de repente con ellos? — preguntó preocupada mi madre.

Yo, mientras tanto, seguía a lo mío, guardando bastante ropa y muchos trastos, como decía mi madre, en las maletas.
Simplemente la miré con una de mis más tiernas sonrisas.

— No te preocupes, estaré bien.

Mi madre suspiró y me dio un fuerte abrazo. Luego me miró y me dijo unas palabras bromeando.

— Cuando seas famosa te acordarás de tus padres, ¿verdad? — dijo ella riendo.

No pude evitar reírme a carcajadas mientras me separaba de ella y cogía mis cosas al escuchar el claxon del coche de mi padre.
Era la hora de irse.

Mi madre se montó en el coche conmigo mientras mi padre nos llevaba al aeropuerto.
Cuando lleguemos, tanto mi madre como mi padre salieron del coche y me acompañaron hasta dentro del aeropuerto, hasta la hora a la que tenía que subirme en el avión.
Ya era la hora de partir y mi madre solo se dedicaba a llorar porque estaría alejada de ella.

—¡Mi pequeña se nos va! — me abrazó de nuevo con fuerza.

— Mamá, volveré aquí en cuanto tenga vacaciones...  — solté un largo suspiro.

Mi padre, por otra parte, se veía como si intentará aguantar las ganas de llorar. Fue algo que me pareció divertido.

— Papá, no me voy al fin del mundo... Deberías de estar feliz porque vuelvo a mi tierra natal, ¿no crees?

— Aún así... Te echaré de menos, hija — dijo mi padre abrazándome también con fuerza.

Yo sonreí, correspondiéndole al abrazo. Me di cuenta de que ya se hacía tarde y que tenía que irme ya o perdería el avión.
Mis padre se despidieron de mí a duras penas.

Realmente me aburría demasiado en el avión, serían muchas horas de viaje, así que pensé en dormir mientras escuchaba a mis grupos favoritos de K-pop.
Amaba ese tipo de música. Escucharlos hacía que quisiese formar parte de un grupo de allí.

Tras despertarme me di cuenta de que faltaba poco para llegar por fin a Corea.
Estaba demasiado nerviosa y lo único que hacía era mirar por la ventana, deseando aterrizar.
En cuanto eso pasó, salí disparada del avión y fui en busca de mis maletas.

Mi móvil sonó, y pude ver que quien me llamaba era mi prima, con quien me quedaría a vivir junto a mis tíos.

— ¡Sun Hee! Mis padres y yo te estamos esperando en la cafetería del aeropuerto, ven pronto. ¡Estoy deseando volver a verte!

— ¡Voy para allá, Young Eun!

Colgué la llamada y salí corriendo hacia la cafetería.
¡Por fin estaba en Corea! Pronto mis sueños se iba a hacer realidad.

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Cumpliendo mis sueños. [ EDITAR ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora