8. Día de compras.

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Estaba asustada. ¿Qué podía hacer ahora?

Estaba apoyada en la puerta de mi habitación, sentada en el suelo, dando un pequeño brinco de susto al notar como mi móvil había sonado. Era un mensaje de Young Eun. En él decía: «Mamá me dijo tu dirección, no te muevas de allí, voy a buscarte. Hoy tendremos una tarde de chicas, luego te explico.»

Yo simplemente me quedé intrigada. ¿Cómo iba a ser de chicas si con estas pintas todos se pensaban que era del sexo contrario?

Me levanté lentamente del suelo, tumbándome en mi cama preocupada dándole vuelta a todo en mi cabeza.

Cada día esta casa, mi escuela, el grupo... Todo era de locos.

- ¡¿Por qué diablos no podía ser una cantante en España?! Allí seguramente no tendría los problemas que tengo aquí... - dije para mí misma, abrazando un peluche.

Al poco tiempo sonó el timbre. Me levanté de la cama y salí de la habitación. Llegué a la puerta de la entrada, mirando por la mirilla, era Young Eun.

Sonreí, abriendo la puerta mientras me abrazaba con fuerza. Traía unas bolsas mientras yo miraba curiosa.

- ¿Dónde está tu habitación? - preguntó ella, pasando hacia dentro mientras miraba hacia todos lados.

- Por aquí. - le agarré de la mano, llevándola hasta mi habitación para que la viera-. Es esta. - dije sonriendo.

Ella me dio una de las bolsas de repente. Yo la miré, no entendía nada. Decidí observar dentro de las bolsas. Quizás había algo para mí. Y así fue...

Alcé la mirada rápidamente, viendo a Young Eun sonriendo mientras asentía con la cabeza, afirmando a mis dudas. ¡En la bolsa había ropa de chica para mí!

- Te dije que hoy era una tarde de chicas. Póntelo.

Alegremente me vestí. Aunque fuera un vestido, algo que no era de mi estilo, me lo coloqué felizmente. Me hacía mucha ilusión vestir como una chica de nuevo.

Nada más vestirme, Young Eun me sentó en la cama. Me puso algo raro en el pelo y más tarde me colocó una peluca.

La peluca se asemejaba muchísimo al pelo real, así que si alguien me veía no se daría cuenta de que era pelo artificial.

Luego me maquilló un poco, algo que detestaba, pero no me importaba

Me miré al espejo y pude darme cuenta que el peinado y el color del pelo de la peluca era bastante similar al que tenía antes.

- Es... Como si nunca me hubiera cortado y teñido el pelo. - dije sonriendo ampliamente.

- Ahora podremos ir de compras, ¿te parece bien?

Yo asentí con la cabeza felizmente. Salimos con sigilo de mi habitación para que los chicos no me vieran, pero fue tarde. Eunji acababa de abrir la puerta y estaba entrando en la casa. Me miró asustado, al igual que yo a él.

Me señaló asombrado, pero yo me lancé sobre él tapándole la boca.

- Soy Sun Hee, no te asustes, por favor. -me separé de él lentamente para que me mirara y se diera cuenta de que era yo y no una desconocida.

- No tienes comparación a la Sun Hee chico... - dijo con la boca abierta.

Mi prima y yo abrimos la puerta riendo mientras Young Eun le cerraba la boca lentamente.

- Si sigues así te entraran moscas en la boca, chico.

Nos fuimos rápidamente de allí, no queríamos que nos vieran. Lo malo sería si nos acababan por reconocer.

Cumpliendo mis sueños. [ EDITAR ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora