Harry Potter, El Demonio De Nueve Colas.

5- Cambiando La Historia

Los meses pasaron y lo poco que pudo descubrir sobre la magia de sacrificio solo lo tuvo dando vueltas, culturas enteras la usaron para el bien de su pueblo, sin saber claramente como, al sacrificar al más digno, sus cosechas crecieron, sus ríos se mantenían potables y los animales jamás escasearon, entre otras cosas como la fuerza de sus guerreros, la fertilidad de las mujeres, la salud y crecimiento de los niños como algunas de las cosas que lograron con esta magia.

Los rituales eran extravagantes, así como brutales, pero no por eso menos efectivos, la historia de estos rituales era aclamada cómo la forma más pura de amor, amor a tu gente, amor a tu hogar, sacrificarse por todos y todo ello, era un honor, en la forma más fanática de la palabra. El siguiente paso para Harry fue explorar el país, a veces podía sentir y oler a alguien seguirlo, pero por ahora y por el lugar en el que estaba, solo corrió, siempre los perdía y en realidad era lo más divertido por el momento.

Cuando llegó a la ciudad que en la antigüedad veneraba a una especie de serpiente emplumada; no reconoció a esa especie, pero si averiguo que tenían un gran altar delante de una pirámide dónde solían sacrificar regularmente a una persona, también se la comían, los brazos y piernas para los guerreros por ejemplo. Volviendo al altar, sin duda tenía algo de magia, podía verla, casi podía tocarla, pese al tiempo que ha pasado sin sacrificios en este lugar.

Harry mando unas cuantas cartas a sus conocidos cada tres días, su investigación solía ser interrumpida por algún viejo local, parece que está magia ya no tenía muy buena fama, podía entenderlo, pero por desgracia para ellos, jura descubrir lo más posible sobre esta magia. En algún punto descubrió que en algunas religiones, el sacrificio era algo muy noble y respetado, una parte de sus libros hablaba sobre la historia del hijo de Dios, que terminó con su sacrificio por los pecados de la gente.

El sacrificio de una vida, por la de otros dejaba marcas, protecciones y maldiciones, eso que sentía después del sacrificio de su madre, un sentimiento cálido, tal vez era más que un sentimiento, una protección, debía ser eso. Volviendo a su espacio mental, vio a su prisionero, aún en ese árbol.

"¿Cómodo?", La mirada de Desprecio de un muy obviamente incómodo señor oscuro fue la respuesta, "Pregunta capciosa, vera estoy reuniendo información así que solo vine probar mi teoría", Poco a poco intento tocar a Voldemort en la cara, pero mientras más se acercó a él, más se pudría su cara, "Interesante, gracias".

"¡¿Qué fue éso?!"

"No importa, no lo entenderías".

Fuera de su espacio mental, Harry decidió que ya tenía más que suficiente información y una semana antes de lo programado, con eso decidido, empacó sus cosas, más algunas cosas que tenía guardadas, ya había terminado de aplicarle runas a su anillo de zorro, el del cuervo tenía desperfectos que solucionaría en la escuela. Odiaba el traslador, pero a falta de una comprensión más detallada de como replicar los sellos del jutsu-shiki, de Minato, era lo único que tenía por ahora.

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Un aterrizaje después, estaba de vuelta en la casa Bones.

"¡Harry!, ¿Qué pasó? ¿Estás bien?"

"Estoy bien, ya sabes como odio los transportes mágicos".

"¿Entonces solo decidiste volver una semana antes? Casi creía que tendría que mandar aurores para que regreses".

"Si tus aurores siguen siendo las mismas maricas que en aquel entonces, no tengo nada de que preocuparme".

"Creme, ser vencidos por un niño los motivo mucho desde entonces".

"Bien, ser perseguido solo es divertido si ellos tienen una buena oportunidad de atraparme".

"Eres un pequeño descarado, levántate y ve a limpiarte, ya casi está la cena".