Capitulo 8

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-¡No puedo llevarlo gratis! - El taxista grito por enésima vez al escuchar las palabras del rubio - Mejor consiga un trabajo o pida limosna en la calle ¡Yo que se, pero bájese del auto! -

A Naruto le dolía la cabeza y se apretó las sienes mientras decía con voz muda - Solo... solo necesito ir a la escuela, eso es todo -

-Y yo no puedo llevarlo -

-Por favor - Naruto casi rogo - Necesito ver a mi hijo -

El conductor le dirigió una mirada complicada - Yo necesito el dinero para pagar el estudio de mis hijos, lo siento, pero no puedo llevarlo y si sigue insistiendo, llamare a la policía -

Naruto frunció el ceño y rápidamente empujo la puerta del auto y se apresuró a salir de él.

Estaba mareado, le dolía el estómago y la cabeza.

No pudo evitar apoyarse en el tronco de un árbol al lado de la carretera. Tenía mucha hambre, no había comido nada y no tenía dinero para comprar.

Acababa de llover y la temperatura era un poco más fresca. La brisa de la mañana arrastraba el frio primaveral después de la lluvia y el viento levantaba las esquinas de su ropa, dejando una pequeña parte de su cintura y estomago al descubierto.

En realidad no podía hacer nada, se supone que está muerto y no puede aparecerse en la casa de sus padres como si nada ni en la casa de su ex marido.

Naruto se quedó quieto, con la mirada perdida entre los peatones de la mañana, pensando que era mejor siendo un fantasma. 


Después de dejar a Menma, Sasuke fue a la oficina. Tenía que ir a la casa de sus padres por la tarde, así que la videoconferencia internacional de la noche se reprogramo temporalmente para la mañana.

El director de proyectos en el extranjero explico con orgullo la reciente tecnología traída desde Shanghái.

Estaba tan emocionado que parecía un niño pequeño presumiendo su nuevo juguete.

La reunión se prolongó hasta el mediodía, y cuando todos los presentes en la sala de conferencia se marcharon, Sasuke se recostó en su silla con los ojos cerrados y se pellizco el puente de la nariz, descansando un rato antes de agarrar el teléfono y realizar una llamada.

-¿Y bien? ¿Qué descubriste? - pregunto con voz grave.

-Señor Uchiha, el dinero que le dimos la vez pasada a la señora Haruno se lo ha gastado en salones de belleza, pago varias deudas de sus padres y se compró varias bolsas de marca -

Sasuke suspiro - Despídela y consigue nueva niñera -

-Si señor -

Sasuke colgó y se recostó en su silla, golpeando descuidadamente con los bordes de la mesa.

"Necesito una madre para mi hijo"


Menma salió corriendo desde la entrada de la escuela, abrio la puerta del asiento trasero agarrando su mochila y ocupando su lugar junto a su padre.

-¿Cómo te fue en la escuela? -

Menma se encogió de hombros y miro hacia la ventanilla del auto.

En cuanto el auto entro en un gran patio, Menma se puso nervioso, se retorció el dobladillo de la camisa con ambas manos y alejo la mirada de la ventanilla.

El auto atravesó lentamente el jardín y se estaciono en la plaza de estacionamiento del exterior de la villa.

Antes de salir del auto, Sasuke se fijó en el cuello de la camisa de Menma, que se había levantado al quitarle el cinturón de seguridad y extendió la mano para ayudarle a alisarlo. Menma levanto la mirada, pero un mínimo instante Sasuke ya había retirado su mano mientras salía del auto.

Menma sonrió y siguió a su papá a través de un largo pasillo. Sus ojos se encontraron con la criada de la limpieza, la cual le sonrió, por lo que tímidamente retiro su mirada y no se atrevió a seguir observando a su alrededor.

Inesperadamente, Sasuke se detuvo. Menma seguía con la mirada baja y caminaba sin prestar atención, por lo que su frente golpeo contra su espalda. Sasuke lo tomo del brazo.

-Padre -

Sasuke saludo al hombre frente a él.

El hombre sentado en el sofá tenía el cabello negro, había profundas arrugas en las esquinas de sus ojos y su expresión era un poco severa cuando levanto los ojos para mirarlos.

Menma aparto la mirada y se deslizo levemente hacia atrás, para luego ponerse más erguido cuando Sasuke le presiono la espalda. 

Fugaku Uchiha agarro la taza de té y tomo un sorbo antes de llamar a su nieto - Menma, ven aquí -

Sasuke le dio en secreto un reconfortante apretón en el hombro y un suave empujón en la espalda.

-No hagas enojar a tu abuelo -

La voz baja del azabache sonó por encima de su cabeza, suave pero también un poco autoritaria.

Menma camino hacia él.

Su abuelo sonrió levemente, agarro unas galletas de la bandeja del té y se los puso en la mano. Menma no pudo sostenerlos todos, así que tuvo que ponerlos en el borde de la mesa por el momento y su abuelo volvió a llamarlo para que se sentara a su lado en el sofá.

-Bien Menma ¿Cómo has estado? - pregunto Fugaku con voz cálida.

Menma frunció levemente el ceño, Sasuke se acercó a él y respondió por su hijo.

-Menma ha estado bien -

Fugaku no dijo nada, pero no aparto la vista de su nieto.

-Menma ya tienes la edad adecuada para hablar ¿Por qué no me contestas? -

Menma negó con la cabeza y tomo las galletas. 

-¿Todavía no se cura? -

-Lo que tiene Menma no es una enfermedad...-

-Ya pasaron tres años desde que se murió su madre ¿Es que aún no lo supera? -

Menma dejo caer las galletas bruscamente al suelo y el ceño de Fugaku se frunció minuciosamente.

Las galletas que cayeron al suelo fueron limpiados por las criadas.

-Padre - Sasuke dio un aviso. 

Fugaku le dio unas palmaditas a su nieto - Lo siento -

Menma no parecía haberse calmado y parpadeo, conteniendo la amargura que le daba ganas de llorar.

-Tranquilo, hijo... no quise decir eso -

-Últimamente tu abuelo es un insensible -

Una hermosa mujer bajo del piso de arriba y se acercó a ellos, tomando a Menma entre sus brazos.

-Mi pequeño, se nota que necesita una madre - 

No llores, mi cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora