Capitulo 31

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No es la primera vez que Naruto viene al parque. Cuando su hijo entraba al colegio, le gustaba pasear en el parque y ver a los niños jugar, a veces sentía algo de envidia por esas madres que protegían a sus hijos o jugaban con ellos. 

Ahora que Dios le dio la oportunidad de jugar con su hijo... no lo haría.

Naruto soltó un suspiro y tomo la mano de su pequeño - Menma ¿No quieres jugar con tu padre? -

Menma y Sasuke lo miraron al mismo tiempo. 

-Mamá quiero jugar contigo - pidió Menma - ¿Me puedes empujar? - apunto los columpios. 

-Ah - Naruto miro a su alrededor y sus ojos captaron un pequeño puesto de helados. 

-¿Quieres un helado? -

Menma iba a responder, pero el rubio lo interrumpió. 

-Voy a comprar algunos y mientras tanto...- Naruto agarro la mano de Sasuke e hizo que tomara la mano pequeña de Menma - Tu padre va a jugar contigo - 

-Naruto...- 

Naruto le dio un beso en la mejilla al azabache - Ahorita vengo - con esas palabras se aparto y se dirigió al puesto de helados. 

Padre e hijo se quedaron en el mismo sitio, hasta que el rubio desapareció de su campo de visión. 

-¿No crees que mamá esta actuando raro? - pregunto Menma. 

Su padre asintió con la cabeza, tenia una ligera sospecha de lo que estaba tratando de hacer Naruto y bajo cabeza para observar a su hijo. 

-Supongo que... Mamá quiere que nos llevemos bien - 

Menma miro a su padre y pensó durante unos minutos. 

-Bueno... ¿Quieres empujarme? - Menma decidió darle una oportunidad a su padre y volvió a apuntar los columpios. 

-Esta bien - 

Sasuke llevo a su hijo de la mano hacia los columpios. 

Naruto que estaba escondido detrás de un arbusto, sonrió al ver la escena. 

-Bien, esto no debe de tardar - 

-¿Qée cosa? - 

Naruto sintió un escalofrió al escuchar una voz detrás de su espalda y giro lentamente la cabeza para ver a la persona. 

Una mujer de aspecto enfermo estaba detrás de él con la mirada perdida. 

Naruto todavía no se acostumbraba a ver a los fantasmas a pesar de que él antes era uno. 

-Nada, no sea metiche - 

La mujer lo observo de pies a cabeza - Ah, eres un reencarnado, un reencarnado que pronto va a volver a la muerte - 

-Ya lo se, ya me lo dijeron - 

El rubio ya no quería conversar con la mujer y se dirigió al puesto de helados. 

La mujer se quedo en el mismo lugar, algo que Naruto agradeció.

-Buenos días ¿De que quiere su helado? - pregunto el encargado. 

-Que sean tres helados de vainilla - 

-Bien - 

Naruto empezó a revisar en sus bolsillos y cayo en cuenta que él no tenia efectivo. Todo lo pagaba Sasuke y Sasuke se encargaba de las comidas. 

El dinero que había ganado en su trabajo, se lo gasto en ropa para Menma. 

-Aquí tiene, son dos euros - 

Naruto miro al encargado con ojos brillosos - Lo siento, creo que olvide mi billetera - 

El hombre frunció el ceño, los helados se derretían en sus manos y era muy difícil regresar el helado en su estado. 

-Oiga, estos helados ya no se van a vender y gracias a ti gaste parte de mi producto ¿Crees que es algo justo? No me importa como lo haga, pero me tiene que pagar - 

Naruto miro sobre su hombro - Entonces si me da permiso de buscar a mi pareja...-

-Me quiere ver la cara de idiota. Se que es un pretexto para que pueda escaparse ¿Por que mejor no lo llama? - 

-No tengo celular...-

-¡¿Qué?! Estamos en el siglo XXI y no tiene un teléfono - 

La gente empezó a detenerse y ver hacia su dirección. 

Naruto tenia ganas de contestarle al hombre "los fantasmas no necesitan celular" pero seria demasiado tonto. 

-Bueno, si usted tiene un teléfono le puedo marcar a mi esposo - 

-¡¿Para que también me lo robes?! - 

-Es un ladrón...- 

-Dios ¿Qué clase de ladrón roba a plena luz del día? - 

Los susurros de la gente empezaron a penetrar sus oídos. 

-Escuche no soy un ladrón ¿Por que esta exagerando demasiado por unos helados? - 

-¡Exagerando! - El rostro del hombre se torno rojo por la ira y tiro los helados hacia Naruto. 

Naruto se cubrió con ambas manos y sintió algo frio resbalar por sus antebrazos. 

-¡Es el trabajo de mi vida! - 

-Es increíble como hay gente tan desagradecida - 

-Se lo merece - 

El rubio tenia ganas de salir corriendo, pero sabia que eso iba a estar peor. A veces deseaba ser un fantasma de nuevo para no pasar este tipo de situaciones, porque siendo un fantasma no necesitas dinero ni comida. 

-Yo...- 

-¿Qué esta sucediendo aquí? - 

Naruto se sobresalto al escuchar la voz de Sasuke detrás de su espalda y lo miro sobre su hombro. 

A pesar de que llevaba lentes oscuros, el azabache supo leer la expresión de Naruto. 

-¡¿Quien eres tu?! - el hombre parecía querer saltar hacia los dos. 

-Soy su esposo - Sasuke metió la mano en le bolsillo de su pantalón y saco su billetera - Y si esta armando este escandalo por unos simples helados, entonces quédese con el cambio - se acerco al hombre y dejo el triple de dinero de lo que costaba los helados. 

El hombre se calmo y agarro el dinero. 

-Si no quiere que su esposo vuelva a pasar este tipo de cosas, dele su billetera - comento el hombre. 

Sasuke sonrió - Lo tendré en cuenta - hizo una pausa - Espero que disfrute su ultimo día en el parque - con esas palabras se dio la vuelta y tomo la mano de Naruto para alejarlo de ahí. 

"Este momento, me recuerda la primera vez que nos conocimos" pensó el rubio y apretó la mano del azabache. 

Menma se acerco corriendo hacia ellos -¡¿Qué paso?! ¡¿Ese hombre te hizo daño, mamá?! - 

Naruto negó con la cabeza - Estoy bien, solo mi ropa sufrió los daños - mostro los brazos. 

Su suéter estaba algo pegajoso a causa del helado y se le estaba haciendo algo incomodo. 

-Papá ¿Le diste su merecido a ese hombre? - 

Sasuke asintió - Ese hombre ya no volverá a trabajar por aquí - 

-¡Bien! - 

El rubio se rio, a pesar de que en el pasado eran tan distantes, por fin podía ver algo de cercanía. Solo esperaba que esa cercanía se fortaleciera y se olvidaran de él, para que así pueda ir al cielo sin preocupaciones. 

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Espero que les guste el capitulo, por cierto ¿Ustedes desean un fanfic que hable del pasado de esta pareja? leo sus comentarios. 




No llores, mi cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora