Capitulo 6

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Un joven envuelto en un aire ligeramente húmedo empujo la puerta y la fría y mecánica voz femenina del sensor de bienvenida sonó.

-Hola - La chica que estaba detrás del mostrador dejo su teléfono al oírlo y levanto la vista.

El hombre que entro tenía el cabello ligeramente húmedo, con un flequillo algo largo y unas gotas que cubrían su frente.

Irradiaba una felicidad a pesar de su estado, camino con pequeños brincos y golpeo levemente el mostrador.

La chica parpadeo algo aturdida -¿Necesitas algo? -

El joven sonrió de oreja a oreja - Entonces... tú también me ves -

-...¿Qué? -

Los dedos del joven apoyadas en la vitrina golpearon la vitrina una por una, sus ojos azules brillaron como el mismo cielo - Nada, solo quería confirmar algo - dijo con voz risueña.

La chica se quedó paralizada por un momento -¿Se encuentra bien? -

El hombre sacudió la cabeza, susurro que se encontraba estupendamente y se dio la vuelta con la intención de marcharse.

La puerta fue empujada de nuevo desde el exterior.

El nuevo cliente dejo el paraguas que llevaba y se fijó en el joven que caminaba hacia la puerta. Una extraña sensación familiar invadió su corazón, sintió que había visto esta persona en algún lado, pero ¿Dónde? Cuando el joven se acercó, el hombre se movió ligeramente delante de él.

Cuando paso a su lado, sin darse cuenta alzo una mano y lo detuvo del brazo.

Naruto salió de su estado de alegría y miro al hombre. El hombre era alto, su abrigo negro planchado y una gorra de plato sobre su cabeza; era el chofer de la familia Uchiha.

-Disculpa ¿Te conozco? - pregunto el chofer.

El rubio no supo que responder, este chofer era nuevo, así que no convivieron cuando estaba vivo. Por eso se le hacía extraño que este hombre supiera quien es.

-No, no me conoce y yo no lo conozco - respondió el rubio.

La palma de la educada mano del hombre en su brazo estaba caliente, enviando un flujo constante de calor que le provocaba escalofríos "Oh, ya llevaba mucho tiempo sin sentir el calor humano, se siente extraño"

El chófer soltó su brazo y pidió disculpas por su atrevimiento.

Naruto dijo que no se preocupara y luego aprovecho la puerta que el hombre había tenido la amabilidad de abrirle y desapareció entre las personas. 

-¿Puedo ayudarle algo? - pregunto la chica despreocupadamente.

El chófer alejo la mirada de la puerta - Si, me da un jarabe para la tos, que sea infantil por favor -


En el auto hacía mucho frio y afuera seguía húmedo, pero la cola de personas en el puesto de pizzas seguía extendiéndose desde la puerta hasta el estacionamiento.

Sasuke volvía caminando con una caja empaquetada, la noche estaba llena de gente y era difícil caminar sin chocar con alguien. Llego al estacionamiento con dificultad y abrió la puerta trasera del auto.

-Come y esta vez no quiero ningún pretexto - dijo el azabache y dejo la caja a lado de su hijo.

Menma tosió un par de veces antes de abrir la caja donde se encontraba una pizza llena de queso.

Sasuke suspiro y apago el aire acondicionado - El chófer no tardara con el jarabe, así que come -

Menma asintió y tomo una rebanada, pero todavía estaba caliente así que lo soltó rápidamente.

El azabache volvió a suspirar y tomo el trozo de pizza, tranquilamente empezó a soplar para que se enfriara un poco y su hijo pudiera comer.

Cuando pensó que ya era suficiente dejo la rebanada de pizza encima de la caja; Menma lo tomo con cuidado y le dio una pequeña mordida.

Sasuke no pudo evitar sonreír, esas pequeñas acciones le hacían recordar a su esposo, a pesar de que se divorciaron cuando se supo sobre la enfermedad, todavía lo amaba.

Odiaba admitirlo, pero lo necesitaba más que nada.

Al sentarse a lado de su hijo, el semáforo que tenía frente a él paso de verde a rojo y pudo visualizar al chofer que venía con el paraguas, mirando hacia un punto en específico.

En los últimos tres segundos antes de que la luz cambiara, Sasuke tuvo curiosidad y miro hacia el lugar donde el chófer observaba. Al mismo tiempo, unas cuantas personas aprovechaban para cruzar a toda prisa sobre el paso peatonal.

No había nada interesante.

 Antes de que alejara la mirada por completo, su visión atrapo una caballera rubia y en ese momento sintió que el tiempo se había detenido. Esa persona se alejaba en cámara lenta, sus cabellos se mecían con el viento y cuando giro la cabeza hacia su dirección, pudo encontrarse con esos ojos azules que tanto extrañaba.

Abrió la puerta y sin esperar a recuperar por completo la conciencia, corrió hacia la carretera.

Un conductor freno de golpe, bajo la ventanilla y le grito enfadado - ¡¿Qué te pasa imbécil!? -

-Señor -

El chofer lo empujo suavemente de los hombros y lo llevo hacia la banqueta - Señor ¿Se encuentra bien? -

-Tú también lo viste ¿No es así? -

El chofer no respondió y giro la cabeza para encontrar a esa persona, pero había desaparecido... de nuevo.

-Señor ¿Quién es? - pregunto.

Sasuke cerro los ojos y no contesto.

Es imposible de que su ex esposo estuviera vivo, ya llevaba tres años muerto. Tal vez había una persona igual a él o su mente estaba dándole una mala jugada, pero si el chofer también lo vio a pesar de que no convivio con su esposo, entonces ¿Qué está pasando?

El semáforo del otro lado del paso peatonal se puso en verde, cuando escucho las bocinas de los autos, Sasuke reacciono.

-Vámonos -

El chofer asintió con la cabeza y ayudo a su amo. 


En el templo, Shizune dejo una taza de té verde sobre la mesa y observo al joven que estaba acurrucado en la esquina de un sofá somnoliento y con la frene apoyada en el frio cristal de la ventana.

Shizune se acercó a él y le dio varios golpes en el hombro.

El rostro del joven estaba humeantemente rojo y sus ojos estaban enrojecidos.

-¿Cómo es que estas vivo? -

Naruto tomo un pedazo de papel y se sorbio la nariz - No lo sé, solo le pedí al señor desesperadamente que me ayudara -

Shizune miro sobre su hombro la estatua de buda.

-No creo que ese dios lo haya hecho -

Shizune desvió sus ojos hacia el reloj de la pared, eran las ocho y media, hora para cerrar el lugar. Retiro la mirada y observo al rubio.

-¿Qué piensas hacer? -

Naruto ya tenía pensado lo que iba a hacer, pero no sabía cómo acercarse a su hijo sin que le tuviera miedo, después de todo era extraño que alguien que murió estuviera vivo de nuevo. 

No llores, mi cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora