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❝Habitualmente, prefiero mi propia compañía.
- Oscar Wilde❞✧ — ˗ˋ ୨୧ˊ˗ — ✧
Me desperté de poco a poco, en la ventana se veía que estaba nublado y que quizás iba a llover, voltee a mi lado y veo a Frey durmiendo plácidamente la cual me hace sonreír al instante, ver su hermoso rostro en las mañanas era lo mejor.
Después de darle unos cuantos mimos, pienso levantarme y hacerle un desayuno por si se despierta con hambre.
Salí de la cama con cuidado de no despertarlo y me dirijo a la cocina para hacerle unos Hot Cakes y un licuado de chocolate.
Los pajaritos se escuchan y eso por algún motivo me relajarme.
Después de terminar el desayuno de los dos, enciendo la fogata, hace mucho frío y eso que no hay ninguna ventana abierta.
En lo que sirvo todo lindo para llevarle el desayuno a Frey se escucha un fuerte golpe arriba.
- ¿¡Alya, por favor dónde estás!?- Escucho a Frey gritar desde arriba, después abre la puerta rápidamente y se deja ver, estaba despeinado y con un semblante preocupado o triste, me busca con la mirada y cuándo me mira suelta un gran suspiro.
- Dios mío.. - Dice mientras va bajando las escaleras muy rápido. - No vuelvas a hacer eso, Lya. - me abrazo cuando me tuvo en frente y se soltó a llorar.
- ¿Que pasa?, solo vine a hacerte un desayuno, no llores lindo.. - dije tranquila dándole mimos en su cabello y espalda.
- Pensé que me habías abandonado... lo siento. - dijo mientras intentaba dejar de llorar.
- No te preocupes, estoy aquí y jamás te dejaré Frey.. - dije mientras lo guiaba al sillón y lo acostaba en mis piernas para calmarlo.
- ¿Lo prometes?.. -dijo mientras miraba mi rostro esperando una respuesta.
- Lo prometo, lindo.- Dije mientras acariciaba su rostro delicadamente, empezó a llora aún más y lo mejor que pensé fue en abrazarlo, me acerque a él y gustoso accedió, acariciaba su cabello, espalda, brazos y daba unos cuantos besos en su carita.
Todo empeoró porque empezó a temblar y su respiración era irregular.
- Cuenta los latidos de mi corazón, ¿si?
- uno.., d-dos.., tre-tres..
- Vas muy bien...
- cua-cuatro...... ya..
- ¿dejó de latir mi corazón? - Frey negó con su cabeza-tú puedes.
- cin-cinco.., S-seis....
Frey con sus fuerzas se detuvo hasta que se sentía totalmente mejor, se sentó y dejó su vista en un punto fijo.
Me levante y busque el desayuno para comer juntos, lo busque y después lo lleve hasta donde estaba él, acerque la mesita de la sala y puse los platos para empezar a comer.
Di el primer bocado a mi comida y de reojo veo a Frey mirando el plato, corto un pedazo del hot cakes y se lo acerco a la boca, el me mira y después al tenedor.
- ¿No quieres comer?- pregunte, el asintió y después acerco su cabeza para comer.
Así estuvimos hasta que los dos acabamos por completo nuestros platos.
Le acerque el licuado con un popote y el lo agarro con una mano, después empezó a tomar de poco a poco.
Estuvimos en silencio por un tiempo pero no era incómodo, el sonido de la fogata y como el aire movia las hojas de los árboles era muy tranquilo.
Frey termino su malteada y la deje en la mesita junto a las demás cosas, se removió en el sillón buscando más calor.
- Traere una sabana.. - dije y me levante, pero no pude moverme más porque Frey sostenía mi brazo.
- No te vayas, por favor...- dijo en susurro
- Si quieres vamos a la habitación.. juntos.
El asintió y se levantó se lentamente, tome su mano y juntos subimos las escaleras, llegamos a la habitación y el se sentó en la cama en lo que yo cerraba la puerta.
- ¿Quieres dormir o..
- Solo quiero acostarme..
- Bien..
Se acostó en la cama y yo lo tape con unas sabanas.- Acuestate conmigo..
Me fui al otro extremo de la cama y me acosté junto a él, se acerco a mi y se acostó en mi pecho abrazandome de la cintura, yo le daba mimos mientras acariciaba su espalda.
- Gracias... por todo..
- No te preocupes Frey, eso lo haría por cualquier persona que amara...
- ¿Me amas? - volteo su cara para ver la mia.
- Te amo Frey..
- Yo te amo más, Alya..
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𝐍𝐮𝐫 𝐦𝐞𝐢𝐧𝐬 - 𝐅𝐫𝐞𝐲 𝐒𝐭𝐞𝐢𝐧 EDITANDO
Mystery / Thriller♡ ₊ ˚ 💭 ‧₊ Alya Albrecht, una joven de Wilson con una vida normal, hasta que un día se dio cuenta que tenia nuevos vecinos, su familia y ella fueron a darle la bienvenida al pueblo, sin saber que estaría flechada por uno de sus vecinos, Frey Stei...