Capitulo 12

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Ya habían pasado un par de días desde que Kiara y Carlisle tuvieron esa plática/pelea sobre el tema del divorcio.

La pelirroja se la había pasado casi todo el día en urgencias, gracias a su inmortalidad no sé cansaba y podría atender a los pacientes con más facilidad.

—Creo que son todos por hoy, debería de ir a descansar— Una de las enfermeras tomo la carpeta que Kiara le daba.

—Estoy bien, no necesito descansos— La pelirroja saco una goma para el cabello de un bolsillo de su bata.

Las enfermeras a su alrededor miraban con admiración el cabello rojo intenso que Kiara tenía, era demaciado largo un poco más abajo de su cintura. Siempre lo tenía suelto y lacio, pero ahora se disponía a hacerse una coleta alta.

—Doctora Cullen, alguien dejo un paquete en su oficina— Otra enfermera se acercó a ella con una gran sonrisa.

—Gracias, en un instante voy— La enfermera asintió y se fue por dónde vino.

Kiara firmo algunas hojas que sus pacientes para Dada de alta y cuando terminó se dispuso a ir a su oficina.

La pelirroja frunció el seño cuando paso cerca de la recepción, la secretaria y la enfermera que le había dado el aviso la miraban sin dejan de sonreír de una forma tan emocionante.

—Que raras— Kiara murmuró sin dejarlas de mirar.

Cuando entro a su oficina se encontró con un gran arreglo de flores, eran unas hermosas rosas rojas.

Una gran sonrisa se formó en su cara, sabía exactamente quién se las había mandado o eso crecía...

Tomo el pequeño sobre que estaba sobre estás pero su sonrisa desapareció cuando vio el nombre de "Jack" en ella, el era otro doctor del área de emergencias y que desde que puso un pie en ese hospital no había día que no la invitará a salir.

—Ja, alguien me gano la idea— La voz del rubio tomo por sorpresa a Kiara.

Está cerró el sobre y por arte de magia desapareció, bueno fue gracias a su poder.

—¿Cómo que alguien te gano la idea?— Kiara se dió vuelta para mirarlo y noto como en sus manos tenía un ramo casi igual— Oh... ¿Entonces no lo mandaste tu?

—¿Debería preocuparme?— Ignoro completamente las preguntas que su esposa hizo y no dejaba de mirar las flores que estaban sobre el escritorio.

—No, tal vez fue un error— La pelirroja sonrió para quitarle de las manos las flores. —No creas que ya estás perdonado... La elegiste a ella

—Cariño... No la elegí a ella, solo que el trabajo y que el Edward sea grosero con ella me hizo decir cosas que no debía—

Kiara soltó una risa falsa y el rubio la miró confundido.

—No le eches la culpa a nuestro hijo, por tus decisiones— La pelirroja lo apunto con su dedo —Aunque tampoco lo defiendo por haberte mandado esos papeles de divorcio... Que no tengo idea de dónde saco

—Es más inteligente de lo que crees, debería de seguir con sus estudios— Carlisle negó y desvío la mirada de su esposa — ¿Y bien...? Tu...

—¿Y bien qué?— Kiara lo miro confundida al no entender a lo que se refería.

—¿Regresaras a casa?— El rubio miro sus manos antes de verla a la cara.

—El que te hable, no significa que te perdonará el tema de Esme... —

—Si, sobre ella... Adivina quienes son pareja— Carlisle se empezó a reír cuando vio la cara de confusión de su esposa.

—¿Que? ¿Josh?— Miro a su esposo y este asintió— Maldito vampiro traicionero, se supone que es mi mejor amiga y tu te enteraste antes que yo— Entrecerró los ojos y su esposo entro en pánico.

—Oh no creas que el me contó, me di cuenta por qué los ví besandose— El rubio empezó a negar rápidamente antes que Kiara hiciera algo.

—Bueno, si el es feliz yo también lo soy— Bufo y rodeo su escritorio para sentarse en su silla. — Regresaré a casa, pero a la primera que me quites autoridad y seas grosero con nuestro hijo, no volverás a verme— Sonrió y lo miro antes de ponerse a trabajar.

—Hare todo lo que tú digas, cariño— Carlisle llevo su mano derecha hacia su pecho.

En este matrimonio era una costumbre el hacer eso para prometer algo, la madre adoptiva de Kiara se lo había enseñado así que se le hizo una costumbre.

Corazón Roto- Carlisle Cullen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora