Capitulo 01

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"Salva a mi hijo"
1918 en Chicago

Un año después de el matrimonio empezará a ser su vida desde cero, se encontraban en un hospital trabajando en el turno de noche, la fiebre española afecto a la ciudad.

-Señora Elizabeth, necesito hacerle unos chequeos- Kiara entro a un pequeño cuarto y se acerco a la única camilla que se encontraba en esta.

-No, no más chequeos...- La mujer de la camilla como pudo negó y tomo la mano de Kiara cuando trato de checar su temperatura.

-Tengo que hacerlos para que mejore y así pueda irse a casa con su hijo- La pelirroja intento de nuevo tomar la temperatura pero otra vez fue interrumpida.- Elizabeth...

-No voy a mejorar, moriré en cualquier momento- Levanto la mirada y miro a la pelirroja a los ojos.-Necesito que me hagas un favor...

Kiara la miro unos segundos, antes de asentir. Las dos sabían que no había alguna cura para esto o solo no la habían encontrado, pero la pelirroja trata de que los pacientes de su esposo no perdieran la esperanza.

-Salva a mi hijo, es un niño....- Los ojos de Elizabeth se llenaron de lágrimas y apretó la mano de aquella joven enfermera.

-Elizabeth... Y-yo...- No pudo terminar ya que la interrumpieron.

-Su nombre es Edward, el es un buen muchacho- Cerro los ojos y unas lágrimas recorrieron su piel pálida.

Aunque Kiara no fuera una humana, sintió un dolor en el pecho y asíntio varias veces.

—Esta bien, está bien... Prometo que salvare a tu muchacho— La pelirroja trato de sonreír para que Elizabeth sintiera un poco de paz.

Gracias a su gran oído de vampiro pudo escuchar como su esposo se tallaba la cara en forma de frustración, sabía que había escuchado todo al otro lado de la puerta. Así que se apresuró a salir de esta y lo miro frente a ella mientras que el negaba varias veces con la cabeza.

—Ni siquiera lo pienses, Kiara— El rubio se cruzó de brazos y aparto la mirada de su esposa.

—Pero cariño, ese muchacho no pasará de hoy— Se acerco a su esposo y lo tomo de la cara. —Podemos salvarlo, es el único favor que te pediré... Por qué no puedo hacerlo yo.

Carlisle la miro un par de segundos y suspiro para luego asentir.

—Si no te amara tanto no lo haría— Se inclino un poco para darle un beso en la frente.

—Eres un excelente esposó— Kiara sonrió y le dió un peque besó.— Mi descanso acaba de empezar, así que iré a casa para alistar las cosas para el chico...

Ella empezó a caminar lejos de él y el rubio solo miraba como su esposa se iba, así que por su cabeza empezó a idear que haría para que nadie subiera que ese chico no moriría del todo.

Por otra parte Kiara ya iba por otros pasillos del hospital, cada vez se acercaba más a la salida pero noto que varias miradas se posaron en ella. Cada persona que la miraba quedaba encantada con su belleza y lo gran pálida que estaba.

~2 Horas después~

K

iara llegó a su casa y empezó a arreglar uno de los cuartos de invitados, cuando escucho ruidos que venían de la sala así que fue a ver ya que se suponía que estaba sola.

—Maldición Joseph—Se cruzó de brazos frente aquel hombre.

Joseph era su "Hermano" se había puesto este nombre ya que no querían que nadie sospechara, pero en realidad era su mejor amigo que también fue parte de los Vulturies y escapó con Kiara y Carlisle.

—Hola hermanita— El hombre hablo con un tono de broma y se dejó caer en un sofá.

—¿Dónde estuviste?— Kiara se acerco a el y noto una mancha roja en su mejilla— Dime qué esto no es sangre de humano...— Cerro los ojos mientras negaba.

—No, es de un gato que me hizo enojar— Una gran sonrisa apareció en su cara.

La pelirroja se alejo de él y empezó a buscar algo en una mesa que se encontraba en una esquina de la sal de estar, tomo unas hojas y unos lápices para luego acercase al comedor y sentarse ahí.

—¿Ah quien le escribirás?— Joseph se levantó de su lugar y se puso detrás de ella. —¿Le escribes a Marcus?

—Si, ya pasó un año desde que me fui de Italia...— Suspiro y empezó a escribir en aquellas hojas.

El hombre asíntio y se quedó ahí mientras leía lo que Kiara escribía.

Querido Papá....

Soy Kiara, tu pequeña.
Te quiero escribir esto para pedirte perdón por irme sin avisar de Italia... Solo ya no aguantaba ni un segundo más a Aro, además sabía que si se enteraban de mi relación con Carlisle me alejarían de el.
Pero el propósito de esta carta es para contarte que serás abuelo... De un muchacho de 17 años, le prometí a la mamá de este muchacho que cuidaría de su pequeño ya que la fiebre española llegó a el. Su nombre es Edward, me hubiera gustado que mamá también estuviera presente cuando te diera está noticia, apesar de tantos años de que ella murió la sigo extrañando.
Prometo contarle de ti y de ella, y espero que algún día me perdones para que salgas de ahí, que dejes a Aro y sus estúpidas reglas.
Dile al Tío Caius que también lo siento por dejarlo a el, y que lo extraño pero no más que a ti.

Te amo papá:)
Kiara

Sabes muy bien que Aro la leerá antes que tu padre— Joseph puso las manos en los hombros de la pelirroja.

—Lo sé, y para cuando le llegue nos habremos ido de aqui— Dejo el lápiz en la mesa y se tallo la cara con sus manos. —Mi descanso termino, tengo que ir a trabajar.

—¿Trabajar? Irás por mi nuevo sobrino— El pelinegro se alejo de ella para dejarla pararse.

—Oh de que te quejas, querías ser tío ¿No? —Le saco la lengua para acercarse a la puerta y ponerse su suéter.

Los dos se despidieron cuando ella tomo su bolsa y las llaves de la casa antes de salir de casa para dirigirse a la el hospital.

Corazón Roto- Carlisle Cullen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora