El día en el que todo comenzó

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Recidencia Noceda, Tu habitación

Podemos observar a un joven quien apenas estaba entrando en su pubertad dormir plácidamente sobre su cama como un bebé hasta que...

La alarma de tu celular comenzó a sonar haciendo que despiertes de tu reconfortante sueño.

La alarma de tu celular comenzó a sonar haciendo que despiertes de tu reconfortante sueño

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No habías dormido bien por temas escolares de alguien. Te sentaste en el borde de tu cama para estirarte y soltar un gran bostezo. Apagaste la alarma y miraste la pantalla de tu celular para ver la hora, eran las 6:30 AM dejaste tu teléfono sobre la cama y suspiraste pesadamente para levantarte de la cama y dirigirte a tu armario para abrirlo. Tomaste tu uniforme escolar y tu toalla, cerraste el armario y saliste de tu habitación.

Al salir te dirigiste al baño para cepillarte los dientes y tomar un buen baño pero para tu mala suerte la perilla de la puerta tenía seguro y se escuchaba como agua caía de la regadera.

-¿Quién está ahí?- tocaste la puerta.

-¡Ya voy!- habló una voz del otro lado de la puerta, voz que reconociste al instante.

-¡Apresurate que me quiero bañar y cepillar los dientes!- te recargaste en la pared aun lado de la puerta para esperar, cerraste tus ojos y estabas por quedarte dormido otra vez.

-¿No dormiste bien _____?- habló otra voz familiar para ti.

-¿Eh?- diste un pequeño brinco y abriste los ojos, pudiste notar a una mujer mayor mirándote mientras tomaba un sorbo de una tasa de café.

La mujer era de tez morena, usaba lentes, vestía una blusa azul celeste y un pantalón del mismo color. Nada más y nada menos que Camila Noceda, tu tía.

-Ah, es usted Tía...- bostezaste -Y contestando a su pregunta, me acosté tarde-

-Ay mijo... ¿Porque?- pregunto la mayor y tomó otro sorbo de su café.

-Porque a Luz se le ocurrió decirme a altas horas de la noche, que necesitaba ayuda para hacer una investigación- respondiste somnoliento.

-Esa niña...- frunció el ceño -¿Por qué no me lo dijo a mi?- te pregunto y tu solo alzaste los hombros al no saber la respuesta.

De pronto la puerta del baño se abrió y de ahí salió una niña de no más de 10 años de edad, tez morena, vestía su uniforme escolar pero era diferente al tuyo y tenía una toalla amarrada en su cabeza. Se trataba de Luz.

-Listo _____ tu turnó- notó la presencia de la mujer -Oh, buenos días mamá- Luz sonrió nerviosamente y a paso rápido se dirigió a su habitación pero fue detenida a mitad de trayecto.

-¡Luz! ¿Otra vez olvidaste que te dejaron tarea?- Tu tía fulminó con la mirada a Luz -Tienes mucho que explicar muchachita-

La reencarnación de un Dios de la Justicia (Lector En Amphibia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora