Capitulo 13

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—¿Que hice ahora? —pregunté arrastrándome atrás de mi papá.

Él y mi mamá me querían decir algo, no entendí muy bien que.

Eran las diez de la mañana, ¡tenía sueño!

Despertarte, ya es tarde.

Para vos es fácil decirlo.

—Samantha, tenemos un nuevo trabajo para vos  —anunció orgullosa mi mamá.

¿Que? ¿Ahora?

—Yo..yo no...—Empecé pasándome las manos por la cara.

No sabía cómo decirles que no quería hacer más eso.

No quería que se decepcionen de mi, pero a la vez no podía seguir. Me sentía mal.

—Lo vas a hacer quieras o no —susurró mi papá agarrandome del brazo.

Yo trague saliva un poco asustada. No tenía opción.

—Anda a avisarle al huérfanito que vamos a comer —ordenó mi mamá cambiando rotundamente la conversación.

Yo suspiré pesadamente.

—No le digas así, hace mucho que vive con nosotros.

Me tenían cansada los dos, solo quería desaparecer.

—¿Y que? sigue siendo un huerfanito.

Ah no, esa señora me iba a escuchar.

No te conviene...

Estaba por decir algo cuando me mordí la lengua.

—¡Ay!

Mis papás se dieron vuelta y me miraron confundidos.

Yo me puse una mano en la boca y salí de la habitación.

Me mire las manos y me estaban sangrando.

—Mierda, ¿Porque todo a mi?

No todo.

SI. Anda a molestar a otra persona.

Por lo menos vos no te sentis menos al lado de tu prima o hermano.

¿Eh? ¿Y eso que tiene que ver en todo esto?

En un tiempo me vas a entender.

¿Okey...?

Esa voz ya me tenía harta, siempre diciendo ese tipo de cosas, lo peor es que después no me explicaba nada.

QUE YA ME VAS A ENTENDER.

PARA ESE MOMENTO ME VOY A OLVIDAR DE ESTA CONVERSACIÓN.

Aja...bueno... ¿alguna vez te dije que Maia es un lindo nombre?

Em, no...¿Que clase de pregunta es esa?

No, nada, solo curiosidad...

La voz andaba muy curiosa esos días.

Son los fines de Septiembre los que me ponen así.

Sigo sin entender, pero bueno.

Decidí no preguntar nada más, cada vez terminaba confundiéndome más.

Mi celular vibro indicando que me había llegado un mensaje. Lo prendí y vi que era de Tomas

Decía que se tenía que ir de viaje por básquet. Otra vez.

Aunque me sentía mal sobre que él se vaya a la vez me alegraba.

Quien te entiende.

Si se iba podía resolver el trabajito que me habían pedido mis papás sin que él se entere.

Después del veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora