2 - Baji.

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Los días que pasaron Shinichiro se adaptó muy rápido a todo lo que estaba sucediendo. Cada tanto veía a personas desconocidas aparecer de la nada en la casa, muchas veces escuché sus gritos desde la habitación pero era algo pasajero.

—¡AHhhh! – grito desde el piso de abajo.

—¿De nuevo? – murmuré para mí misma. No podía creer cómo seguía acostándose si ya los conocía.

—Es muy asustadizo. – habló Rengoku mientras comía un poco.

—Si..

—¿Piensas dejarlo vivir aquí?

—Solo por un tiempo. – miré la tableta – Cuando todo se arregle volverá.

—¿Te sentirás triste cuando se vayan?

—¿Triste? – murmuré mirándolo de reojo. – No lo creo.

—Lo estarás. – hablo Hao. – Siempre lo estás cuando alguien se va y no vuelven en un largo tiempo.

—Cállate. Solo sucedió una vez y ya está más que superado, ahora largo. Tengo que trabajar.

Escuché como se fueron cerrando la puerta de la habitación. Estaba terminando de dibujar la pelea contra Valhalla donde Baji peleaba con los miembros de la toman arriba de unos autos.

Esto era más que una historia mía, era un trabajo entre amigos. Un día se nos ocurrió como sería crear una historia con pandilleros y viajes en el tiempo y la verdad me terminó gustando la idea y la termine creando.

Mis amigos al tener un trabajo aparte debieron irse de viaje al extranjero y no pudimos volver a hablar del tema pero ellos me animaron a crear la historia y cada tanto hablábamos para ver cómo podría seguir la historia hasta que ellos al tener tanto trabajo no volvieron a preguntar de dicha historia y termine trabajando con otro grupo de personas quienes me ayudaron bastante.

Al tener más historias que hacer y animar algunos el tiempo me era muy poco y con ayuda de varios nos íbamos ayudándonos mutuamente para poder decidir hacia donde iba ir la historia.

Cada vez que nos juntábamos hablábamos de cómo queríamos que termine la historia, teníamos varias ideas, cada una era totalmente diferente a la anterior y siempre habían ' discusiones' al no poder decidirnos por una y terminamos por querer hacer el final feliz el cual sinceramente, no me gustó porque en parte arruinaba el desarrollo de cada personaje.

—Termine... – me estiré en la silla dejando el lápiz en un costado, luego lo paso a limpio, ahora quiero comer algo. Después de todo voy adelantada con el manga.

—Auch... – me giré al escuchar una voz poco familiar. – ¿Qué mierda? ¿Estoy en la casa de algún friki? – dijo mirando a su alrededor.

—Oye, ¿A quién le dices friki?

—¿Eh? ¿Quién eres? – dijo sentado en el suelo.

—Tu creadora. – dije levantándome de la silla volviendo a estirarme. – Estoy cansada~

—¿Creadora? ¿De qué estás hablando? Tú no eres mi madre. – gruño mirándome.

—No me refiero a eso tontito. – me reí acercándome estirando mi mano para ayudar a levantarlo.

—¿Entonces? – Tomó mi mano y lo ayudó a levantarse.

—Mira – dije señalando la tableta. Se acercó a ella y vio los dibujos que había.

—E-esto sucedió hace unos pocos minutos... – dijo sorprendido y con algo de miedo mirándome. – ¿C-como...? ¿Quién eres...?

—Ya te dije, tú creadora. – comencé a caminar hacia la puerta.

Creadora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora