6 - Trabajo

328 42 3
                                    

Debido a las visitas que tenias constantemente y los chicos que vivían contigo no tenias tiempo de trabajar al tener que estar cuidando de que no hagan ningún incendio en la casa cuando querían cocinar o tener que ser psicóloga de ambos Manjiro's para que empiecen a entrar en razón y no hagan ninguna tontearía mas, por lo que decidiste preparar varios tapers de comida las cuales solo tenían que calentar en el horno (el cual aprendieron a usar) o el microondas.

Una vez listo te encerraste literalmente en la habitación para comenzar a adelantar todo lo que tenias atrasado sin dejar de lado que debías reunirte con varias personas para saber como querían que continúe el manga y su respectivo final. 

Las pocas veces que podían verte era durmiendo o levantándote temprano para luego llegar hasta tarde cansada para luego seguir trabajando sin parar.

Aún si ellos te decían que descanses tu seguías trabajando ya que era tu deber hacerlo pero en parte era algo que te gustaba y de paso te mantenía despejada para así no pensar en ciertas fechas que cada vez se iban acercando cada vez más y más.

—¡Mei! – la voz de Baji se escuchó a lo lejos seguido de sus pasos acercándose hacia donde estabas junto a otros.

—Hola chicos... – saludaste sacándote los tacones dejándolos en un costado de la entrada de la casa. – ¿Pasó algo? – Sus rostros lucían diferentes, como si estuvieran preocupados.

—Si. Debes descansar. – exigió Shinichiro. – Te ves terrible, Mei.

—Llevas días sin poder pegar el ojo y  te la pasas trabajando.

—Es mi trabajo, Shini. – una vez dejaste tu saco en su lugar te adentraste a la casa dirigiéndote a la cocina en busca de un poco de agua.

—Lo se, pero eso no quiere decir que descuides tu salud.

—No la descuido. – tu voz sonaba muy tranquila pero se podía notar que había algo más detrás de todo eso.

—Si lo haces. – dijeron ambos Manjiro's al unísono.

—No duermes mucho. – sentenció el Mikey de Manila – Cuando voy a tu habitación duermes máximo tres horas y eso no es bueno.

—Mira quién lo dice.

—E-eso pasó hace años... Ahora duermo y como.

—Muy bien~ Así me gusta~ – sonreíste dándole un beso en la mejilla con tu vaso de agua en las manos caminando en dirección a la habitación.

—Mei. – gruñó Manjiro deteniéndote – Debes dormir. Descansa hoy por lo menos.

—No puedo. Me distraje mucho estos días y estoy muy atrasada. No puedo permitirme descansar. – Viste como los cuatro se preocuparon ante tus palabras.

—Estaré bien, ¿Si? – sonreíste mirándolos – Cuando termine prometo ir a descansar y comer todo lo que me digan. – dijiste para luego subir las escaleras y continuar con tu trabajo.

No solo estabas escribiendo Tokyo Revengers, sino que otros mangas más pero también encargándole de algunas animaciones que te pidieron ya que también eras buena en eso.

Una vez entraste a la habitación decidiste abrir la ventana un poco, aún si era de noche no te importaba aparte la noche era muy agradable y había un poco de viento algo que agradecías ya que te sentías con un poco de calor.

Ordenaste un poco tu habitación guardando algunos mangas y tabletas que no utilizarías dejándolas en su lugar cargándose y otras las guardaste en su caja.

Tomaste unas bolsas de papas y las tiraste en el sesto de basura al igual que alguna que otra lata de café o jugo, limpiaste la mesa en la que trabajas con un paño antibacteriano.

Creadora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora