Capítulo 6: Irreal

25 2 0
                                    

Y aquí seguía yo. Una joven de 21 años cuyo único error había sido el de enamorarse de un fantasma. Un chico que a pesar de no verlo más, seguía con ella.

¿Estúpido, no?

Perder dos años importantes que, seguro, pudieron haber sido interesantes si no me hubiese vuelto loco por aquel chico que se juntaba en bolita con mi primo, el chico que jamás pensé que tendría una fortuna bajo el trasero y aún así no fuese feliz, el chico que me enseñó lo que se sentía amar, el chico que a pesar de sus responsabilidades y compromisos con su familia jamás me dejó varada cuando le necesitaba, el chico que jamás dejé de amar. Ése chico era Gale.

Muchas personas juzgaron mi vida, mi historia, pero era momento de mi cambio.
Sería egoísta si yo jamás pensara en algo que no fuese yo. Que no fuese el. Que no fuese el "Nosotros" quien me lo impidiera.

El amor era cosa de dos, no de uno.

En la relación que me conectaba a Gale, yo era la única parte que aportaba demás y no recibía lo que realmente necesitaba: s.
Era una palabra corta, llena de sensaciones. Más, más, más. Cualquiera lo interpretaría como un paso normal en jóvenes que ya ni siquiera se preocupan porque ese "más" sea especial, sino que esperan que sea lo más pronto posible para terminar con el de una vez.

Imbéciles. Si, todos los que buscaban una relación fácil eran unos verdaderos tontos. Lo único fácil y seguro en el mundo, era la muerte. Oh, casi lo olvido, las prostitutas en cada esquina también era algo que se conseguía fácilmente. Pero eso era otro tema.

Vuelvo a lo que escribía, pues bien, Gale no está conmigo desde hace cinco meses. Ya casi acaba mi primer año escolar y eso me hace feliz. Sin embargo, no puedo permanecer apacible en un lugar lleno de él, de sus recuerdos.

A pesar del poco tiempo que llevo de conocer a Kurt, lo aprecio al grado de considerarlo mi mejor amigo.
Kelly y yo nos arreglamos y desde la última vez que hablamos hemos podido tolerarnos de una manera mejor.
El padre de Kurt y mi madre, han formalizado y piensan ir de verdad tan enserio que ya tienen preparados los planes para un próximo matrimonio. Esperarán a que me gradue para formalizarse.

Con respecto a Joe, solamente he sabido por su hermana que obtuvo un nuevo empleo empresarial en Japón y no dudo en irse. A pesar de los problemas que tuve con mi ex prometido, no le deseaba ningún mal sino lo contrario. Esperaba y le fuera bien.

Hacia días Demetria había llamado. Me quería notificar que su madre había estado enferma y probablemente se tuvieran que mudar ambas hasta Colorado. Quedaría un poco lejos, pero ninguna distancia era imposible de enfrentar. Seguro que en el verano la visitaría.

-Keyla -llamó mi madre.

Giré hacia la puerta y con un grito le indique que pasara. Mamá nunca entraba en mi habitación sin antes llamar a la puerta.

-Hoy saldré con Clark por la noche-sonrió- pensé que tal vez tu podrías quedarte con Craig y Nick.

Asentí. Esos niños eran amor puro. Realmente los apreciaba, siempre pasaban haciendo cosas graciosas y travesuras de "astros".

-Gracias, hija-susurró mi madre mientras salía de mi habitación.

Yo comprendía bastante bien a lo que se refería dándome las gracias, para ella era un gran gesto que yo conviviera con los hijos de Clark.

Sonreí y volví mi vista a lo que estaba haciendo. Le escribía un correo a mi padre. Irónico.
Hacía casi un año que no lo veía. Luego del cumpleaños de Dylan no supe más de el.
Mis hermanos vivían con mi padre por motivos de estudios en el caso de Dylan y trabajo en el de Zoey. Luego de que mi hermana se graduara con la carrera de administración empresarial, comenzó a trabajar con mi padre como su asistente. De éste modo fue que nos separamos como familia, por el trabajo de mi padre. A mi mamá siempre le pareció que dedicaba más tiempo a su compañía que a su familia.

Recuerdos OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora