La noche anterior había sido divertida. La incomodidad no me había dejado disfrutar al máximo de la compañía de mi mejor amigo y sus hermanos. Estúpido sueño.
¿Cómo pude soñar algo como eso? Era tonto pensar que Kurt estaba enamorado de mi, era obvio que entre nosotros siempre habria un lazo de amistad y que así se quedaría.
Hoy era sábado, así que no tendría que ir a la escuela. Faltaba poco tiempo para terminar mi primer año de universidad en la carrera de leyes. Era agotador intentar aprenderse de memoria todos y cada uno de los artículos.Siendo sincera lo único que realmente deseaba en aquellos instantes era estar en un lugar relajante de vacaciones. Desgraciadamente, todavía no podría viajar a ningún lado hasta que mi madre tuviera sus vacaciones.
Kurt pasaría hoy por mí en la tarde para ir a ver la puesta de sol en el empire.
Además, iríamos a cenar a un nuevo local procedente de un amigo de él.Respecto a cómo haría para pasar los exámenes finales, no lo sabía. Había pasado todo el día anterior estudiando a pesar de que no tendría clases el día de hoy.
Suspiré. Dylan y Zoey vendrían a inicios de julio de visita. Era importante para mi madre que acudieramos los tres a la conferencia que en su trabajo ofrecerían además de la importante gala anual que se hacía luego de ésta. Supuse que también irían los Jenner, aunque no estaba cien por ciento segura.
Me levante del sofá de mi habitación y cogí uno de los libros que estaban ordenados en un estante de madera.
Buscaba algo que me distrajera y que a la vez me relajara. Por suerte, el libro que tenía en mis manos era mi preferido. No entendía como las personas no lo habían leído todavía. El libro llevaba por título: Rebecca Breaker. Admiraba a esa mujer con todo mi ser. Era honorable la manera en la que defendía lo que quería, como se aferró a una idea tan espontánea acerca de la medicina.
Tocaron a la puerta haciendo que diera un respingo y que por ende, dejara de leer.
-Adelante -ordené.
Automáticamente el rostro de mi madre se asomó por un pequeño espacio que había entre la puerta y el marco de ésta.
-El teléfono sonó.. Es para ti-dijo alcanzandome el aparato que llevaba en la mano.
Rápidamente me levanté del sofá dejando el libro sobre él y cogí el teléfono que mi madre me extendía.
-¿Hola? -atendí colocando torpemente el teléfono en mi oreja. Al instante mi madre me hizo una seña y cerró la puerta de mi habitación dejándome sola.-Esto.. Hola, Nara.
-Hey, Kurt.. ¿Qué sucede?
Su llamada me tomó por sorpresa. No entendía exactamente la razón por la que me llamaba, pero seguro sería algo lo suficientemente importante.. Tal vez un cambio de planes.
-Me apena decirte ésto pero.. No podré ir por ti hoy en la tarde. He estado muy apurado, hay muchos encargos.. Y paquetes.. Y.. Cientos de cosas por hacer y de verdad, siento mucho tener que cancelarte.
Sonreí. Kurt siempre se preocupaba demasiado por algo sin importancia. No es que salir con el no fuese importante, al contrario, pero siempre le hice saber que por mi no habría problema si algo sucedía y se suspendian los planes.
-Sabes que no importa, comprendo perfecto.. No ha dependido de ti, muchas gracias por avisar.
Un suspiro se escuchó del otro lado de la línea.
-¿Significa que no estás molesta? -preguntó.
-No, no lo estoy-dije mientras una fugaz idea se colaba por mi mente- ¿A que hora te desocuparás?
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Recuerdos Oscuros
De TodoTodo y nada. Eso me quedaba. Las partidas eran lentas y la vida; ya no era tan justa. Quedan palabras, sin decir, sin escuchar. Tenemos ojos para ser ciegos y oídos para ser sordos. ¿Qué decidirías si tuvieses que elegir uno de los dos caminos? Ambo...