↬Advertencias:afab!reader, sexo sin protección, reproducción, configuración de fwb.
↬Palabras:1,420.
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Tu y sunghoon eran amigos.
Nada especial, solo dos personas del mismo grupo de amigos.
Si alguien quisiera entrar en detalles técnicos, uno diría que ustedes dos estaban un poco más cerca el uno del otro en comparación con lo cerca que estaban con los demás de su grupo, te encontrarías saliendo solo con ustedes dos cuando las circunstancias lo permitan, saliendo a tomar un café rápido entre clases o almorzando cuando ambos estuvieran libres.
Solo cosas típicas de amigos cercanos.
Pero eso fue antes de que descubrieras la incipiente atracción que tenían el uno por el otro.
Comenzó iniciando con toqueteos persistentes, miradas que eran un poco demasiado profundas, bromas coquetas lanzadas como si no fueran nada,y luego te besó dentro de tu dormitorio, una y otra vez, te besó hasta que tus labios se hincharon y rogaste por más.
A partir de ahí, uno solo podía imaginar la progresión de la relación de dos adultos jóvenes cachondos.
Esas carreras de café se convirtieron en rapiditos, las pausas para el almuerzo se extendieron hasta horas más tarde. cada pequeña oportunidad que tuviste fue gastada en los brazos del otro, esta vez no fue diferente.
"Alguien está ansioso esta noche".
Gimes en respuesta, presionando tus labios contra los de Sunghoon de nuevo, cerrándolo efectivamente. Decides dar un paso más y aplastarte contra la creciente protuberancia de sunghoon. Sunghoon exhala por la nariz mientras sus labios se abren con leve sorpresa.
“¿Y tú no lo eres?” preguntas mientras te alejas. Tus dedos se abren camino hacia los botones de su camisa, desabrochándolos rápidamente y exponiendo más del tonificado pecho de sunghoon.
“Prácticamente estás rogando por mí con esos ojos, cariño”, contesta Sunghoon, con una sonrisa tirando de sus labios. Levanta tu camisa, sintiendo el calor de tu piel debajo.
Simplemente te burlas en respuesta mientras tiras de su camisa por sus hombros. deja que te lo quites sin una palabra, su mirada oscura y llena de deseo.
Antes de que pueda decir otra palabra, lo empujas hacia tu cama, sorprendiéndolo cuando su espalda golpea el colchón. No pierde el tiempo en desechar su propia camisa, tirándola sin contemplaciones al suelo. Te acomodas en su regazo, sentándote justo debajo de su pene tenso. te pones a trabajar desabotonando y bajando la cremallera de sus pantalones, los ojos de sunghoon nunca dejan tu cara.
