La noche era perfecta, su día había sido perfecto. Diablos, ¡Incluso el patrullaje estaba siendo perfecto!.
Eso no era normal, lo sabía bien, ¿Un cúmulo de situaciones positivas finalizando sin un drama que lo haga replantear sus decisiones de vida?.
Por favor, estás hablando con Peter Parker, la persona equivocada para básicamente... Ser feliz.
¡Pero oye! Aquí lo tienes, gozando de las luces que iluminan la gran manzana, sin heridas, moretones o un estado emocional anormalmente bajo.
La balanza en algún momento se equilibra ¿Verdad? Bueno, la suya viene con problemas en ese aspecto, porque compensar diecisiete años con un solo día positivo no es... Matemáticamente correcto.
Bah, ¿Qué derecho tiene a quejarse? En cualquier momento le estarán disparando y se arrepentirá de sus palabras.
-¡Pues no hoy! ¡¿Me oyes mundo?! ¡Spidey gana por goleada!-La red llegó a su punto máximo de tensión y al igual que siempre, Peter la soltó sin temor alguno.
Su cuerpo alcanzó la altura máxima que esa sencilla telaraña le permitía, manteniéndolo suspendido al aire por un muy breve instante, pero suficiente para que gozará de la ingravidez que el cielo ofrecía.
Y luego... La caída regresó, con toda la presión del aire sobre su cuerpo, aumentando la adrenalina que mantenía cada sentido alerta. Provocando infinita emoción en él, solo ese pequeño momento lo hacía sentir invencible.
Porque nadie puede hacer lo que él sí, actuar como él, aprender como él, ¡Mejorar como él!.
Levantó la mano, anticipando su siguiente jugada, posicionando cada dedo como es debido y sintiendo el accionar del disparador. El mecanismo era interno, increíblemente silencioso, digno de la tecnología Stark.
Pero sus oídos, tan agudos como siempre, captaron cada ruido interno, haciéndo saber que todo funcionaba perfectamente. Algo que se corroboró un momento después, con esa icónica telaraña saliendo a la luz.
En estado líquido originalmente, complementada por diversos elementos y polímeros que en segundos, gracias al contacto con el aire, comenzaron a solidificar la mezcla. Lo suficiente para que se adhiriera al edificio más cercano y sostuviera su propio peso.
Peter gritó tan solo un instante después, comenzando a moverse hacía adelante en una excelente imitación del popular "efecto Péndulo". Su cuerpo se contraía en posiciones que serían capaces de humillar incluso al mejor gimnasta del mundo. Todo gracias a los fantásticos poderes que poseía.
Nacidos por la mordedura de una araña, trayendo un peso infinitamente mayor al que esperaba originalmente, dándole nuevas perspectivas y... Volviendo de él, una mejor persona.
La brisa fría de la noche acariciaba su cuerpo en el proceso, haciéndolo suspirar de satisfacción ante lo que era incluso una noche ideal. Lentamente la iluminación aumentaba alrededor, producto de su cercanía al corazón de Nueva York.
ESTÁS LEYENDO
La mitad que sobrevive
Science FictionPeter Parker sobrevivió al chasquido. ...El resto no... ¿Cómo puede afrontar el ser Spider-Man después de tal tragedia?. . . ...