XVIII

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¿Cuantas veces había viajado a la base de los Vengadores en el Norte? Porque se había vuelto costumbre para el ir hacia allá

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¿Cuantas veces había viajado a la base de los Vengadores en el Norte? Porque se había vuelto costumbre para el ir hacia allá.

Aunque está vez era diferente, siendo que el mismísimo Steve Rogers paso a buscarlo en un auto clásico.

A pesar de que convivir activamente con los Vengadores había logrado que su lado fanático se apaciguara un poco, tener de piloto al gran Capitán América era algo que inevitablemente lo pondría nervioso.

-(Vamos Peter, enfrentaste al hombre en Alemania y luego luchaste junto a el contra Thanos en su planeta natal. No puedes estar nervioso por esto)-Sus dedos golpeaban rítmicamente el apoya brazos que tenía la puerta a su lado, en un vano intento de ocultar su actitud.-(Incluso ahora sigo siendo un fanático)-Se tocó la muñeca de su brazo izquierdo, dejando en paz el apoya brazos.

Sus lanza-telarañas estaban ahí, listos y recargados para lo que sea que pueda suceder. Llevarlos consigo le traía calma.

-Es bueno ver qué te has recuperado Queens.-Ajeno a su situación o prefiriendo ignorarla comento Steve, sus ojos siempre atentos al camino.-Mí suero no me permite estar en forma con tanta rapidez y eficacia.-Ser halagado tampoco ayudaba a su estado, pero eso no evito que sonriera por ello.

El mismísimo Capitán América admitiendo que sus poderes son mejores, eso era increíble.

-Gracias Brooklyn, estos poderes...-Se miro las manos un momento, como si hacer eso le diera una perspectiva distinta.-Son un don... Y una maldición...-Victorias y derrotas, caídas y recuperaciones. Le costaba creer todo lo que había pasado.-Pero al final hacen más bien que mal y no me logro imaginar sin ellos hoy en día.

-Puedo entenderte, aún recuerdo mí época antes de ser elegido para el experimento que me hizo quien soy. Era pequeño y débil, no tenía nada que me hiciera destacar.-Una mirada nostálgica apareció en Steve Rogers, aún extraña demasiado a su propio tiempo.

Aveces desearía no haber quedado congelado en el hielo, pudiendo vivir la cómoda vida que Peggy podía ofrecerle y morir de anciano.

Si tan solo...

-Yo no estaría de acuerdo.-Sin saberlo Peter interrumpió el tren de pensamiento que llevaba.-Usted no fue elegido por nada, tenía ideales, motivaciones y un fuerte deseo por hacer lo correcto. Ya era el Capitán América desde un primer momento.-Con firmeza respondió el Parker, creció admirando al hombre por las historias que su tío le contaba y las que veía en televisión. Le parecía imposible que el héroe del escudo pensará así de si mismo.

Esas palabras calaron bastante en la mente del súper soldado, nadie había hablado tan bien de él como persona.

Si, todos respetaban al Capitán América y sus logros, pero el débil Steve Rogers solo era mencionado en las clases de Historia.

La mitad que sobreviveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora