A través del iceberg

27.Comienzos y finales

Era el día de la boda de mi hermana, desde que nos enteramos del embarazo ya pasó un mes, eran las cinco de la mañana y yo estaba en un hotel de Barcelona vomitando como si no hubiera un mañana, habíamos venido por un mes a buscar una casa y a la boda de Samy y Marco, como era la dama de honor de mi hermana tuve que estar con ella desde el segundo en el que comenzó a arreglarse, tuve que hacerle alteraciones al vestido de último momento porque mi barriga comenzaba a notarse, no era tan notorio pero mis jeans ya no me cerraban.

—¿Estás bien? Llevas media hora vomitando—Mi hermana suena intranquila

—Descuida, estoy mal del estómago, llevo un par de días así, no te preocupes, ya salgo

—Vale, avísame si necesitas algo

—Gracias—Le digo y la escucho alejarse y hablar con la peluquera

Salí del baño quince minutos después para comenzar a arreglarme, no me sentía muy bien pero no importaba, era el gran día de mi hermana y yo quería apoyarla en todo lo que pudiera, no podía centrar este día en mi y tampoco quería hacerlo.

—¿Estás lista para esto?—Le pregunto y ella niega riendo ligeramente

—Estoy hecha un manojo de nervios y la ceremonia no empieza hasta dentro de cinco horas...

—Es normal que estés nerviosa, pero piénsalo así, estás comenzando un nuevo capítulo de tu vida con el hombre que amas y ahora vas a tener tu propia familia—Le digo y ella me sonríe mientras le rizan el cabello —¿Recuerdas lo que me dijiste la noche que murió papá? ¿Que te ibas a quedar sola? Yo te dije que jamás lo estarías y era en serio, ahora vas a tener a Marco, el es un gran chico y ¿yo? Yo te tengo a ti y tengo a Artemis, somos una gran familia, jamás vamos a estar solas, Samy, te lo juro—Le digo y ella me sonríe limpiándose una lágrima

—Eres la mejor hermana del mundo, Temis...

—Te amo, Samy

—Yo también te amo, Temis

Las demás chicas llegaron y estuvimos ahí las siguientes cinco horas arreglándonos, cuando me puse el vestido no pude aguantar así que quedé con Artemis en el lobby del hotel. El vestido era ajustado, bastante ajustado lo que significaba que mi barriga se notaba mucho más...

—¿Temis? ¿Todo bien?—Me pregunta el

—Me acabo de poner el vestido y mira esto—Le digo poniéndome de perfil y el me sonríe emocionado

—No me jodas... te ves genial—Me dice el y yo sonrío

—¿Crees que se note mucho?—Pregunto y niega

—Si alguien pregunta solo diles que subiste un poco de peso, es todo—Me dice el y yo asiento —Ayer tu barriga no se veía así—Me dice el y yo niego divertida

—No, no se veía así, supongo que me salto la barriga de un día para el otro, leí en algún lado que eso pasaba así, un día no se notaba y al otro si

—Es que aun no me lo creo...—Dice el y yo le sonrío

—Yo tampoco... entonces ¿Sigue en pie la cena en casa de tu papa el viernes?—Pregunto y el asiente

—Si, sigue en pie y estaba pensando... ¿Y si les decimos ahí? digo, no creo que podamos ocultarlo mucho mas, ¿O si?—Me pregunta y yo río ligeramente

—Creo que tienes razón, no se lo van a creer por mucho mas

—Entonces está decidido, les diremos el Viernes

—Tengo que regresar, Samy no deja de escribirme, Te amo—Le digo dejando un beso corto sobre sus labios y apurandome a llegar al elevador

—Yo tambien te amo—Lo escucho decir y una sonrisa se dibuja en mi rostro